Entrevista

Marcel Borràs: "Los Miami han sido los asesores de guion narcos de 'El Inmortal'"

El actor y director teatral interpreta al mejor amigo del protagonista en la serie de Movistar Plus+

Marcel Borràs, en la serie 'El Inmortal'

Marcel Borràs, en la serie 'El Inmortal' / LISBETH SALAS / MOVISTAR

Marisa de Dios

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Hijo de un payaso y de una cuentacuentos, Marcel Borràs (Olot, 1989) descubrió su vocación de niño, cuando asistió a una función del Cirque du Soleil. Con los años, no solo se ha hecho un hueco como actor ('Polseres vermelles', 'Sé quién eres', 'Promesas de arena'...), sino también como director teatral, donde ha formado un efectivo dúo con Nao Albet, con el que comparte un premio Max, los Goya de las artes escénicas. En 'El Inmortal', la nueva serie de Movistar Plus+, es Rober, el mejor amigo del líder de los Miami (Álex García) y su Pepito Grillo. 

Rober es la voz de la conciencia del protagonista, José Antonio, el que siempre intenta aplacarle. 

Es un poco la relación caballeresca del Quijote y Sancho Panza. Cuando José Antonio está con sus ínfulas de grandeza de ser un narco al que no le pare nadie, Rober siempre es su anclaje a tierra.

Sin embargo, su personaje da un giro. Al principio trata de sacar a su amigo del tráfico de drogas y luego se enfanga también él. 

Cuando su amigo se distancia de él para meterse en un negocio tan turbio, Rober tiene un corazón tan grande que decide no dejarle solo. Hay una escena que lo cuenta muy bien, cuando les dice: "¿Pero dónde vais a llegar vosotros si no tenéis ni la EGB?". Así que ahí encuentra la manera de vincularse. Lo que no sabe es que la espiral de violencia va a ir 'in crescendo'.

Aunque la serie no sea una historia fidedigna, el personaje de Álex García sí que está basado en alguien en concreto, el líder de la banda (Juan Carlos Peña). ¿El suyo no? 

Cogen cosas de muchos personajes que no han trascendido a los medios, pero durante la escritura de la serie sí que siguieron los consejos de los protagonistas de esta historia real.

¿Les asesoraron los Miami? 

Sí, hablaron con algunos de los Miami. Los guionistas planteaban una historia, quedaban con los Miami y ellos les decían cómo había pasado y si eso se podía dar o no, si era verosímil. Así que la serie estaría inspirada en hechos reales, y las cosas que no son reales, según estos consejeros de guion narcos, podrían haber ocurrido. En el caso de mi personaje, sí que había uno de la banda que, como Rober, criaba perros de ataque, que usaron para achantar a los enemigos. Pero toda la caracterización, el nombre, el rollo que yo le he dado, eso es trabajo del guionista, del director y mío.

¿Fue difícil controlar a los perros?

Son animales muy entrenados y que están muy acostumbrados a trabajar delante de una cámara. Unos meses antes de empezar a rodar conocí a los perros, a Goku y a Raza, que han hecho un montón de películas. ¡Tienen más currículum que algunos de los actores de la serie! (Ríe)

¿Usted tiene perros o le gustan especialmente?

No tengo ni me gustan especialmente. Ahí me tuve que encariñar por una cuestión de personaje y tampoco me resultó muy difícil, porque eran cariñosos.

"La serie intenta no quedarse solo en el 'thriller', sino mostrar las consecuencias emocionales"

¿Por qué gustan tanto las series de narcos?

Pues no lo sé... Tal vez nos cautivan porque entras en un mundo desconocido, que sabemos que existe porque la droga está en circulación pero que la mayoría no conocemos a fondo. Una de las cosas que intenta 'El inmortal' es no quedarse solo con la trama de 'thriller', de cómo mueven la droga y lo que hacen a nivel de banda, sino que también muestra todas las consecuencias emocionales que tiene para los personajes, cómo lo viven, cómo sufren, cómo se sobreponen, y los vínculos que hay entre ellos.

¿Verles así no puede edulcorar su historia?

No creo que la palabra sea edulcorar, porque al final la vida del protagonista es un desastre, está siempre bajo presión, lo puede detener la policía en cualquier momento... No me parece un tío que cuando lo veas digas: quiero ser como él. Pero sí que me interesó ver la oscuridad de alguien así. La ficción te permite vivir esa serie de comportamientos que moralmente pueden ser denigrantes.

Pero sí que llegas a empatizar con ellos porque les ves pasándolo mal y compruebas que tienen también una vida familiar.

Es que seguro que en la realidad es así. No creo que un narco sea mala persona las 24 horas del día. A mí me gustan las series que me cuenten los factores que han llevado a esa persona a comportarse de esa manera. ¿Que eso te hace empatizar con él? Pues la empatía es un ejercicio interesante que creo que nos ayuda en la vida real a entender ciertos comportamientos cotidianos.

Su relación con el arte le viene de casa: su padre era payaso y su madre, cuentacuentos. ¿Pero no fue el Cirque du Soleil lo que le despertó su vocación?

Mi madre también ha sido asistente social y mi padre ha hecho mil cosas más, pero payaso y cuentacuentos han sido dos trabajos muy importantes para ellos. El Cirque du Soleil me marcó cuando tenía seis o siete años, pero también ha habido otros muchos espectáculos que me marcaron porque mis padres me llevaban mucho a festivales. En el colegio hacía una extraescolar de teatro, pensé en ser payaso, me apuntaba a concursos de escritura de teatro...

Y ahora tiene un premio Max con Nao Albet y les definen como los 'enfants terribles' del teatro catalán. ¿Siguen escribiendo juntos?

Estamos preparando una función que estrenaremos en mayo en el CDN, en la sala Valle-Inclán. Habla sobre la idea de la originalidad y la falsificación en el arte pasada por una pátina de 'thriller' muy divertida.