Homenaje a Chicho

Javier Gutiérrez: "Ucrania nos preocupa porque nos ha tocado los bolsillos"

El actor protagoniza uno de los relatos de la segunda temporada de las nuevas 'Historias para no dormir', que Prime Video estrena este viernes

Javier Gutiérrez, en el capítulo 'El trasplante' de 'Historias para no dormir'

Javier Gutiérrez, en el capítulo 'El trasplante' de 'Historias para no dormir' / ama

Marisa de Dios

Marisa de Dios

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hace un año, cuatro directores del cine reciente (Rodrigo Cortés, Rodrigo Sorogoyen, Paco Plaza y Paula Ortiz) le dieron una vuelta de tuerca a las míticas 'Historias para no dormir' de Chicho Ibáñez Serrador, reinterpretando cada uno un relato de terror del maestro del suspense patrio. Amazon Prime Video ha querido repetir la experiencia con cuatro nuevos cineastas (Salvador Calvo, Nacho Vigalondo, Alice Waddington y Jaume Balagueró), con una segunda temporada de la serie antológica que estrena este viernes 28 de octubre. Javier Gutiérrez es el protagonista de uno de los episodios, 'El trasplante', un inquietante relato ambientado en un futuro no muy lejano en el que los ciudadanos se ven empujados a mantenerse jóvenes para no ser excluidos socialmente.

En 'El trasplante' no aparecen monstruos ni hay asesinatos, pero provoca mucha desazón.

El capítulo busca huir del terror al uso y propone una historia más inquietante y perturbadora, que te deje un poso amargo y nos invite a preguntarnos hacia qué mundo estamos abocados de aquí a muy poco tiempo. Un mundo en el que el capitalismo ha abierto una enorme brecha social y ha provocado un socavón en las clases medias y la invisibilidad de las personas sin recursos.

Es un futuro distópico y llevado al extremo, ¿pero el capítulo provoca inquietud precisamente porque podemos ver en él visos de realidad?

¡Claro! Vivimos en un mundo en el que hay una falta de escrúpulos tan enorme, que eso hace terrorífico el capítulo. Aunque es ficción, es un mundo pegado a la realidad y por eso te deja peor cuerpo si cabe.

¿A usted ya le dejaban sin sueño los capítulos originales de 'Historias para no dormir'?

Entonces era un poco pequeño y me mandaban a la cama, pero con el tiempo sí que pude disfrutarlos. Chicho fue un cineasta al que quizá no le dimos la importancia que tenía, a la altura de Hitchcock, un maestro de directores, de guionistas... Él inventó la tele moderna y su legado es mayúsculo, así que merece ser revisitado.

Otro de los temas centrales de 'El trasplante' es el temor a que, en la vejez, quedes excluido de la sociedad.

Y eso a día de hoy existe. Yo no me he visto en esa tesitura, pero sí que conozco a personas cercanas que, llegando a los 50, son invisibles en el mercado laboral. Es la pescadilla que se muerde la cola: uno intenta no aparentar la edad que tiene y, si tiene dinero, se irá a una clínica estética y, si no, se hará un tinte como el personaje de José Ángel Egido en 'Los lunes al sol'. También hay una crítica a las redes sociales, al inventarnos un mundo ideal inexistente. El capítulo encierra muchas lecturas, invita al debate y a la reflexión y deja pocas esperanzas en un mundo que tenemos ya ahí llamando a las puertas.

"Mi mayor miedo es la enfermedad"

¿Cuál es su mayor miedo?

La enfermedad y la preocupación por los míos. La muerte no, porque no creo en el más allá. Así que ojalá que la salud me respete y pueda seguir trabajando y disfrutando de la vida.

¿Por qué los futuros distópicos siempre nos los imaginamos a peor?

Porque el mundo que estamos creando genera más violencia, más brecha social, más pobreza, más egoísmo... No se me ocurre apenas un adjetivo positivo para ese mundo que está llamando a las puertas o el mundo de hoy. Vivimos inmersos en no sé cuantas guerras y solo nos preocupa lo que está más próximo a nosotros. Ucrania nos preocupa porque nos ha tocado los bolsillos. Yo apelaría a dejar de preocuparnos por nosotros mismos y que nos pusiéramos más en los zapatos del otro.

Usted es uno de los actores españoles más prolíficos y ha participado en varios títulos televisivos con mucho tirón, como 'Águila Roja', 'Los Serrano' y 'Estoy vivo'. Pero nunca le han encasillado en un personaje. ¿Lo considera una bendición?

Pues mucha gente me sigue llamando Satur [su personaje en 'Águila Roja'] y eso me produce mucha alegría. Yo le debo mucho al mundo de la televisión, por la visibilidad que me ha dado. Hay mucha gente que se ha acercado al teatro a verme por ser un personaje popular. He tenido la infinita suerte de poder transitar por el teatro, el cine y la tele haciendo drama, comedia, 'thriller', ahora terror, así que despisto un poco al personal, que no sabe bien qué clase de personaje voy a hacer. Eso me divierte, porque soy un culo inquieto y me gusta salir de mi zona de confort.

Los cuatro nuevos relatos

Más que episodios de una serie, los cuatro nuevos capítulos de 'Historias para no dormir' son películas en las que los realizadores han tenido absoluta libertad creativa. 'El trasplante', dirigido por Salvador Calvo, está basado en un relato de Chicho de 1967 que el cineasta se ha llevado a una especie de terror psicológico. "Quizá tiene más de cine social que el resto", reconoce el ganador del Goya por 'Adú'. La historia provoca malestar porque, aunque nos presente un futuro distópico en el que los más pobres se ven forzados a vender sus órganos a las clases pudientes para salir adelante, hay elementos que no resultan tan lejanos. "Ya hoy en día, en el centro de Madrid, tienes a los ejecutivos, triunfadores, ricos, y al lado de sus oficinas están los 'homeless', los olvidados por la sociedad", recuerda el director. Está protagonizado por Javier Gutiérrez, Petra Martínez, Carlos Cuevas y Ramón Barea.

En 'La alarma', Nacho Vigalondo narra la historia de un matrimonio en crisis que se ve obligado a vivir aislado en casa junto a unos foráneos, en un encierro que nos puede recordar a la pandemia. "A la pandemia o a la sociedad del espectáculo", deja caer el director de 'Los cronocrímenes'. Adapta un episodio doble de 1966, "una anticipación de '2001: una odisea del espacio' [de Kubrick], pero cambiando la Luna por un chalet en la sierra", resume Vigalondo. Cuenta con Aníbal Gómez, Roberto Álamo, Carlos Areces, Sofía Oria, Neus Sanz, Jordi Coll y Javier Guchurraga.

'La pesadilla', de Alice Waddington, es un relato de "terror folk" ambientado en la Galicia de 1880. "La historia original transcurría en los Cárpatos, pero sugerí moverla a Galicia porque parte de mi familia es de allí y sentí que conocía esas redes de apoyo matriarcales que se creaban para sobrevenir a una tragedia como la muerte de unas muchachas", explica la directora. Otro cambio respecto a la historia original de 1967 "fue centrarla en el personaje de Mina El Hammani", actriz para la que escribieron el papel. Y aunque sigue habiendo una conspiración por parte del pueblo, ahora es hacia un personaje extranjero racializado. Aparte de El Hammani, en el elenco figuran Álvaro Morte y Boré Buika.

Uno de los grandes nombres españoles del cine de terror, Jaume Balagueró, está al frente de la nueva versión de 'El televisor', un relato de 1974 que se adelantaba a la pesadillas tecnológicas de 'Black Mirror'. Si en el original el protagonista enloquecía al comprar un televisor en color, aquí el director tuvo que adaptarlo "a la nueva coyuntura tecnológica" y lo enfocó en la obsesión por la seguridad. "Pero siempre está presente la figura totémica del televisor, al que el protagonista conecta todas las cámaras y sensores", incide Balagueró, que sabe lo que es trabajar con Chicho: hace unos años colaboró en 'Películas para no dormir', otro homenaje al creador del 'Un, dos, tres' en el que participaron Enrique Urbizu, Paco Plaza, Álex de la Iglesia, Mateo Gil y el propio Ibáñez Serrador. El reparto de este relato está encabezado por Pablo Derqui y Manuela Vellés.