Escenarios de series

Estos son los lugares de Los Ángeles donde se rodaron las series de Michael Connelly

'Bosch' y 'El abogado del Lincoln', producidas por el reconocido escritor de novela negra, recorren las luces y las sombras de la que también es la meca del cine

Multimedia: vacaciones en escenarios de serie

Bosch, encarnado por el actor Titus Welliver, en su casa de Los Ángeles.

Bosch, encarnado por el actor Titus Welliver, en su casa de Los Ángeles. / PRIME VIDEO

Anna Abella

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La pequeña pero espectacular casa del detective y expolicía Hieronymus ‘Harry’ Bosch es como un cubo de paredes de cristal sustentado por unas delgadas columnas que la anclan peligrosamente sobre el borde de una colina. La vista desde allí es impresionante: tiene Los Ángeles a sus pies. Continuamente, Titus Welliver, el actor que encarna en la pequeña pantalla al ya veterano personaje del escritor Michael Connelly, se asoma embelesado a contemplar ese escenario, de día o de noche, con las luces de la megaciudad titilando, mientras reflexiona sobre los casos a los que se enfrenta o los altibajos de su vida de exveterano de Vietnam e investigador tozudo, díscolo, justiciero e incorruptible.  

Bueno, la recurrente imagen de las vistas y de la casa (que existe en la realidad) dura hasta la séptima temporada, pues un terremoto -sí, Los Ángeles, y sus casi 4 millones de habitantes, vive bajo la amenaza de los seísmos- la ha dejado maltrecha, y el bueno de Bosch no había renovado la póliza del seguro… De hecho, pudo permitírsela gracias a lo que cobró por los derechos cinematográficos de un libro sobre un caso suyo. En 'Bosch: Legacy', que ha estrenado justo antes del verano Prime Video, el detective se ve abocado a trabajar desde un mucho más modesto habitáculo.    

Los Ángeles es la ciudad que Connelly pateó de joven como periodista de sucesos antes de alzarse como un escritor de novela con más de 80 millones de libros vendidos (en España los publica AdN). En sus calles una turba estuvo a punto de linchar al novelista mientras cubría los famosos altercados de 1992 por la absolución de los policías blancos que apalearon brutalmente a Rodney King, un hombre negro. Faltaba mucho para el movimiento Black Lives Matter y pocas cosas han cambiado en una urbe, como ha recordado Connelly en alguna ocasión, que es un traje de tres piezas: negro, blanco y marrón (este último color, en referencia a la población latina). 

Es la ciudad en la que Connolly también ha ambientado otra de sus series negras que ahora también ha llevado a la pequeña pantalla en Netflix, ‘El abogado del Lincoln’, protagonizada por el hermanastro de Bosch en las novelas: el letrado Mickey Haller, encarnado por Manuel Garcia-Rulfo, que tiene su oficina en su glamuroso coche. El autor superventas es productor en ambas.

Ve Bosch en su día a día la corrupción policial, judicial y política, los tejemanejes para llegar y/o mantenerse en la alcaldía de Los Ángeles y otros puestos de poder, lejos del lado glamuroso de la que se forjó a pulso ser recordada como meca del cine. Las luces de Hollywood aparecen poco en las tramas de Bosch, cierto, pero están ahí, contrastando con las sombras de la miseria de los vagabundos que malviven tomando por hogar las aceras de la ciudad en interminables campamentos, imágenes que no solo están en una de las tramas de Connelly sino que hace escasas semanas aparecían en los noticiarios.

Una ciudad inmensa de sueños truncados y de claroscuros, de ricos abogados y empresarios, de policías honestos o no, de políticos arribistas, de asesinos a sueldo, violadores y mafiosos. De criminales y víctimas. Donde “Todos cuentan o nadie cuenta”, como reza el mantra de Bosch.    

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