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Crítica de 'Euphoria (temporada 2)': más grande, más intensa y rodada en cine

Sam Levinson salta sin red entre toda clase de atrevimientos en esta crónica de los momentos más bajos para la Rue de Zendaya

Crítica de 'Euphoria (T2)': más grande, más intensa y rodada en cine

Crítica de 'Euphoria (T2)': más grande, más intensa y rodada en cine / Marcell Rev/HBO

Juan Manuel Freire

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Emociones más grandes que la vida, altos extáticos y bajos abisales, días de sentirse inmortal y semanas en las que cada día parece domingo: así se siente la adolescencia. Bajo el influjo de la ansiedad y las drogas, Rue (Zendaya) puede vivir esos sentimientos de forma todavía más extrema, pero incluso los zoomers de hábitos saludables sienten de cerca los vértigos emocionales de 'Euphoria'

O, por qué no, también sus padres, adolescentes ellos mismos en otro tiempo. El director y guionista Sam Levinson recuerda la universalidad de, por ejemplo, la pérdida en una segunda temporada con visitas al pasado de personajes en principio secundarios, pero en realidad esenciales en la formación del carácter y las carencias afectivas de nuestros protagonistas, reflejos distorsionados de padres o abuelos. 

Primera parada: la infancia de Fezco (Angus Cloud), reacio camello de Rue, o mejor, la madurez de su abuela Marie. Es un prólogo filmado y montado con el pulso del Scorsese de 'Uno de los nuestros'; un homenaje tan desvergonzado que incluso tiene 'Jump into the fire' de Nilsson como banda sonora. Tras dos episodios bisagra muy hablados, 'Euphoria' se consagra desde el principio como la serie más exuberantemente cinematográfica de la televisión. Y como el puro cine que aspira a ser, está rodada, en esta ocasión, en cine

Modelos de conducta de nadie

Los hay que ansiaban una historia de orígenes de Fez, pero lo que la mayoría del público quería saber es si Rue y Jules (Hunter Schafer) recuperarían su química ganadora. Levinson no nos hace esperar. Su relación, además, da un salto, se vuelve todavía menos platónica, como también se complica por la llegada de un tercero. Otro curioso triángulo amoroso es el compuesto por la sensible Cassie (extraordinaria Sydney Sweeney), el manipulador Nate (Jacob Elordi) y la exnovia de aquel, Maddy (Alexa Demie), quien querría volver con el segundo, aunque recordemos que a punto estuvo de matarla estrangulándola. 

No, no es la mejor lección vital, pero es que en 'Euphoria', serie de cruda sinceridad, los personajes no hacen lo que sería mejor para ellos, sino lo que no pueden evitar hacer, al menos hasta que alguien les ayude a ver realmente la luz. Y ese momento todavía parece lejos. Rue llega a sus momentos más bajos, al menos hasta la fecha, en un quinto episodio en que se las ingenia para romper el corazón a todos sus seres queridos en tiempo récord. Son doce minutos de discusión de los que hacen historia y propician Emmys. Pero el inquieto Levinson no sabe quedarse mucho tiempo en el mismo sitio y reconduce lo que parecía glorioso melodrama al cine de acción no exento de buenas dosis de comedia. Todo vale, pero solo si es intenso. 

En lo que unos llamarán autoindulgencia y otros genio (un poco de ambas cosas hay en realidad), Levinson se permite en estos episodios toda clase de trasvases entre géneros, giros y tirabuzones narrativos o tácticas de choque de diversa índole. La metaficción campa a sus anchas en el tercer y, sobre todo, séptimo episodios, este último un cruce de la realidad de la serie con la obra teatral que Lexi (Maude Apatow), hermana pequeña de Cassie, ha montado a partir de sus propias vivencias y las de quienes le rodean. Entras a un episodio de 'Euphoria' sin saber qué verás ni cómo te sentirás al respecto. Sales con ganas de discutir esas sensaciones con todo el mundo. 

En un tiempo en que las series, debido a la sobreabundancia, entran y salen con inquietante celeridad de la conciencia colectiva, Levinson parece haber buscado razones para que hablemos de la suya semana a semana. En cada episodio hay elementos de sobra, de contenido o formales, para la intensa conversación online. Y en muchos de ellos, canciones para avivar el revival del R&B de los dosmiles. ¿Todavía no lo hemos mencionado? Así es, 'Euphoria' todavía suena de maravilla. Gran serie para todos los sentidos. 

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