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'Dickinson': desmontando tópicos sobre una poeta poderosa

Hablamos con la creadora y 'showrunner' Alena Smith sobre la temporada final de una serie que ha negado brillantemente los clichés sobre la legendaria poeta estadounidense

'Dickinson': desmontando tópicos sobre una poeta poderosa

'Dickinson': desmontando tópicos sobre una poeta poderosa / Apple TV+

Juan Manuel Freire

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'Dickinson' (Apple TV+) no es otro drama de época con aires solemnes. Pese a los tópicos tenebristas que rodean a su heroína titular, esta creación de Alena Smith (guionista de 'The newsroom') es más comedia que drama y pulveriza esos clichés mediante la energética interpretación de Hailee Steinfeld o una banda sonora cargada de canciones pop, rap y trap de dos siglos después. "Esa insistencia en la música moderna ya estaba en el primer guion que escribí y presenté", nos explica Smith a través de Zoom. "Aquí indicaba una canción de Kanye West, aquí una de Taylor Swift… Esos temas nos conducen a la conciencia contemporánea de Emily, que está atrapada en un corsé de época. La música nos ayuda a sentir la discordancia entre las expectativas sociales de aquel tiempo y cómo es Emily por dentro en realidad".

Distinguida con el prestigioso premio Peabody en 2020, la serie es el retrato irreverente pero triste de una mujer que trató de imponer su expresión personal en un entorno sitiado por las convenciones. Smith y su equipo desdeñan la imagen de Dickinson como solterona reclusa y anémica: "Todos la vemos como una agitadora que no dejó de luchar por aquello en lo que creía y crear una obra sin comparación", dice la 'showrunner' y productora. "La gente no debería pensar en ella como una fuerza tímida. Es más grande y poderosa que eso". A lo largo de un trabajo que ha durado casi una década, Smith ha contado con la ayuda y el beneplácito de muchos eruditos de la poeta. "Ha sido una de las mejores experiencias durante este tiempo: poder conectar con tanta gente que realmente ha pasado la vida estudiando a Dickinson y escribiendo de su vida y obra. A estos especialistas les gusta la serie porque, de algún modo, alcanzan a ver su trabajo reflejado en ella".

Reflejado, eso sí, a través de un prisma de colores intensos, de modernidad y espíritu de Gen Z. "En términos estéticos, mis influencias han ido desde Jane Campion hasta [la comedia cafre de culto] 'De culo y cuesta abajo'. Mi idea con la serie siempre ha sido tomar a Emily Dickinson, su contexto histórico y biográfico, y usarlo como espejo inesperado de nuestra situación como sociedad hoy en día y de lo que significa crecer en Estados Unidos". 

Poeta de guerra

La primera temporada, estrenada en noviembre de 2019 con el lanzamiento de Apple TV+, cubría aproximadamente el período comprendido entre 1850 y 1856, cuando Dickinson todavía no había escrito sus mejores poemas (aunque en la serie se tomaran la libertad de incluir algunos de ellos). La segunda giraba ya en torno a la fama y sus peligros; cómo la sobreexposición podía dificultar la comunicación del artista con su verdadera voz interior. El viernes, día 5, se estrena (con triple episodio) la tercera y última, sobre el período más productivo para la autora, que coincidió con los años de la guerra civil estadounidense.

"Desde el principio imaginé 'Dickinson' como una serie de tres temporadas que culminaría en la guerra de Secesión –explica Smith–. Porque fue entonces cuando Emily estalló como poeta, cuando su productividad se disparó y empezó a escribir cientos de sus mejores poemas. Me fascinaba saber cómo estaba impactando la guerra en esta joven aislada y recluida; cómo el violento paisaje de su país se filtraba de modo subconsciente en su obra artística". 

Estos nuevos episodios se rodaron en pandemia e incluyen, de forma sorprendente, referencias a esa otra forma de guerra. "Los paralelismos entre la pandemia y la guerra son insólitos. Cuando la muerte empieza a suceder a tan gran escala, cambia nuestra forma de entender la muerte, de relacionarnos con ella. La acabamos viendo como una parte más del día a día". La muerte siempre siempre ha estado, sea como sea, muy presente en la serie: uno de sus mejores personajes es la misma Muerte, con el rostro aquí del rapero Wiz Khalifa. "Emily siempre supo, porque la Muerte se lo dijo, que no iba a ser reconocida hasta después de morir. La muerte podría ser una especie de motivación para ella. Pero en la tercera temporada se hace una pregunta que va en otra dirección: ¿y si el arte puede ser una fuente de curación y esperanza para otra gente? Es una pregunta que nosotros mismos, los guionistas, nos hacíamos durante nuestras infinitas sesiones de Zoom, en mitad de los días más oscuros". 

Nuevos fans para Dickinson

Internet y las redes sociales, terrenos de mensajes breves y concisos, han servido últimamente para recuperar la poesía y acercarla a nuevas generaciones de lectores. ¿Cree Smith que la serie puede haber tenido un papel similar? "Desde luego, creo que hemos acercado su poesía a un nuevo público. Seguramente la habrían encontrado igualmente; al fin y al cabo, hablamos de Emily Dickinson. Pero con la serie pueden entender a la autora en un contexto actualizado. Pueden ver que es una mujer que tuvo una relación complicada con otra mujer [Susan Gilbert, aquí Sue, interpretada por Ella Hunt]. O que incluso en los Estados Unidos del siglo XIX, cuando las mujeres no podían ni votar, supo crearse un espacio de acción donde moverse con plena libertad. Escribía con su propia voz".

Los grandes cameos literarios de la serie



Henry David Thoreau (John Mulaney): En el cuarto episodio de la primera temporada, Emily hace un peregrinaje a la famosa cabaña del padre fundador de la ecología, quien la recibe descamisado y la deja medio atónita con sus diatribas pretenciosas. Thoreau aparece representado, básicamente, como un antepasado de los sociólogos aficionados que hoy pululan por Twitter.

Louisa May Alcott (Zosia Mamet): Tampoco la autora de 'Mujercitas' se libraba de la parodia. Zosia Mamet (Shoshanna en 'Girls'), esa actriz incapaz de pronunciar una palabra sin destilar irresistible sarcasmo, brillaba en la recta final de la primera temporada como una Alcott ambiciosa, práctica y poco generosa con Nathaniel Hawthorne. 

Edgar Allan Poe (Nick Kroll): Uno de los hallazgos de la segunda temporada fue el fantasma de Poe, una entidad borracha y calenturienta encarnada por el cómico Nick Kroll. Emily lo conocía en el carruaje de la Muerte y admitía no haber leído más que 'El cuervo'. "Creía que íbamos a dar una vuelta para encontrar a fans mías con la que acostarme", espetaba Edgar a su amigo. 

Walt Whitman (Billy Eichner): "En nuestra serie, el encuentro entre Dickinson y Whitman se convierte en celebración de la identidad 'queer' de ambos", explica Alena Smith. "Whitman lleva a la protagonista a un bar gay que existió en realidad, el Pfaff's, muy frecuentado por el poeta, donde los camareros podían llevar delantales sin nada por debajo". 

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