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'Secretos de un matrimonio': renovando a Ingmar Bergman

El creador de 'En terapia' reformula la miniserie de 1973 en HBO con la connivencia de Jessica Chastain y Oscar Isaac 

'Secretos de un matrimonio': renovando a Ingmar Bergman

'Secretos de un matrimonio': renovando a Ingmar Bergman / HBO

Juan Manuel Freire

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Entre los melómanos, nadie tiene demasiado en contra de las versiones (incluso de álbumes completos), pero, por algún motivo, no sucede lo mismo entre quienes aman o analizan cine y televisión: en estos campos, la idea de 'remake' parece implicar obligadamente un fracaso de la imaginación, el fin de los días, quizás algo peor. Y si se pretende tocar a una vaca sagrada, se habla de sacrilegio como poco. Todos hemos caído alguna vez en esa clase de juicio, aunque haya 'remakes' superiores al original (véase y revéase 'La cosa') y las nuevas lecturas de viejos textos nunca deberían sobrar. 

Además, hay ideas e ideas de 'remake'. Cada vez son menos habituales los peores: esos que se basan en coger un material reciente y hablarlo en inglés porque en Estados Unidos no gustan los subtítulos. El de 'Secretos de un matrimonio' es otra historia. Hace ya casi medio siglo de la miniserie original (condensada como película para el mercado internacional): tiempo suficiente para que una nueva lectura resulte diferente e interesante. En su miniserie de cinco episodios para HBO (desde el lunes, día 13), el israelí Hagai Levi (creador de la versión original de 'En terapia') explora los mismos temas (amor, matrimonio, aborto, fidelidad, infelicidad burguesa) desde una óptica contemporánea y aplicando cambios lógicos en los roles y expectativas de género

Algunas cosas no cambian: Levi, por ejemplo, considera también que un (casi) décimo aniversario de matrimonio es buen momento para el autoexamen y la crisis. Al principio del primer capítulo, Jonathan (Oscar Isaac) y Mira (Jessica Chastain) también luchan por encontrar las palabras con que definirse a sí mismos, en este caso atendiendo a las preguntas de una estudiante de doctorado (Sunita Mani) centrada en una tesis sobre "cómo las cambiantes normas de género afectan a los matrimonios monógamos". 

La mujer es el sostén económico

Sin entrar en demasiados 'spoilers' (porque 'Secretos de un matrimonio', como el original, es un 'thriller' con todas las de la ley), diremos que los personajes y su función en la trama han cambiado notablemente. Bueno, solo unas pinceladas: Jonathan es considerablemente menos engreído y narcisista que el Johan de Erland Josephson; buen padre y compañero, al contrario que aquel; con algunas neurosis derivadas de su educación religiosa judía, pero (sobre todo en su mente) una persona agradable. 

Mira no se reduce a sí misma, como hacía la Marianne de Liv Ullmann en un principio, a los roles de esposa y madre. Alta ejecutiva de una empresa tecnológica, es la que realmente trae el pan a casa. Si antaño el peso de lo doméstico recaía solo en Marianne, aquí la mayor parte se la lleva el profesor de filosofía Jonathan, que, al tener horarios más flexibles, se encarga de la pequeña hija de ambos, Ava (Lily Jane), entre semana. Mira no es alguien que vea beneficioso "moderar tus ambiciones por respeto al otro", como abogaba Marianne. 

A nivel de estructura y tramas, Levi sigue bastante a rajatabla a Bergman, respetando incluso el título de los episodios. En el inicial 'Inocencia y pánico', Mira y Jonathan también reciben a un matrimonio amigo que pasa por una racha complicada: Corey Stoll y Nicole Beharie encarnan a los Peter y Katarina del original sueco, luego recuperados por Bergman en 'De la vida de las marionetas'. Y también se lidia con el inesperado embarazo de la protagonista.

Por algún motivo, Levi prescinde en su revisión del segundo capítulo, brillantemente titulado 'El arte de esconder el polvo bajo los muebles'. Salta directamente al episodio más autobiográfico de la obra original, aquel en el que Johan anunciaba que tenía una amante y se iba con ella a París, como hizo Bergman con la periodista Gun Hagberg. "El interesado puede enterarse de lo que pasó a continuación viendo la tercera parte de 'Secretos de un matrimonio'", escribía el director en su libro de memorias 'Linterna mágica'. "La única diferencia es la descripción de Paula, la amante. Gun era casi su polo opuesto".  

Placer doloroso

Sobre todo si uno supera los citados recelos hacia 'remakes' y revisiones de maestros, 'Secretos de un matrimonio', versión 2021, se revela como un doloroso placer. Probablemente el drama televisivo sobre relaciones más adulto, oscuro, complejo y sexuado desde 'Dime que me quieres', clásico semioculto de HBO de influencias ya bergmanianas. Aunque Levi juegue con la conciencia del artificio mostrando el propio rodaje de su serie, estas largas discusiones resuenan y dejan ecos. El mano a mano dramático y sensual de Isaac y Chastain, reunidos siete años después de 'El año más violento', alcanza cotas de verdadera conmoción. 

La pregunta es si en un mercado actual tan saturado y tan poco abierto a verdaderas turbaciones psicológicas, esta nueva versión logrará capturar la imaginación colectiva como lo hizo la original. Recordemos que aquella fue todo un fenómeno social en Suecia, donde la mitad del país siguió el penúltimo episodio. En celebración del último, el periódico 'Aftonbladet' animó a sus lectores a opinar sobre si Johan y Marianne debían seguir divorciados o reconciliarse. Muchos siguen señalando hacia Bergman como culpable de la subida de los índices de divorcio. Levi también podría cargarse más de una pareja.

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