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'Space Force', derrapes en la nueva carrera espacial

Steve Carell se reúne con su jefe de 'The office' para una comedia sobre la sexta rama militar creada por Donald Trump

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Juan Manuel Freire

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En junio del 2018, durante una reunión del relanzado Consejo Nacional del Espacio, Donald Trump anunció la creación de una rama militar autónoma que ayudaría al dominio estadounidense del espacio. "Vamos a tener la Space Force", dijo. "Space Force". Ese nombre llamó la atención de Netflix, que propuso a Steve Carell hacer una serie a partir de esas dos palabras. Carell, a su vez, pidió ayuda a Greg Daniels, su jefe en la versión estadounidense de 'The office'.

Y así, mientras se creaba la verdadera Space Force, se creaba 'Space Force', comedia militar de diez episodios que viene a llenar el hueco dejado por 'The office' en el catálogo de Netflix. O eso habría gustado a la plataforma: aunque podríamos definirla como otra comedia laboral y tiene la calidez que se espera de Daniels (o que se esperaba hasta la amarga 'Upload'), 'Space Force' es muy distinta a la anterior colaboración de estos dos grandes de la comedia estadounidense.

El general Naird, que no Nerd

Uno de los escasos puntos de conexión es el personaje de Carell: en cierto modo, el general Mark R. Naird (rima con 'nerd'), general de la Fuerza Aérea elegido por la Casa Blanca para crear la Space Force, parece una versión más ajada y aún más gruñona de Michael Scott, el antiguo jefe de Dunder Mifflin. Como Scott, Naird cree imponer más de lo que impone, e insiste en quitar la razón a las personas más racionales del mundo. En su caso, los científicos que le rodean en el proyecto, como el Dr. Mallory (un sencillamente glorioso John Malkovich), un asesor científico muy lúcido pero algo pagado de sí mismo, o el paciente astrofísico Chan (Jimmy O. Yang, el diabólico Jian-Yang de 'Silicon Valley').

En su vida laboral ha de lidiar, por otro lado, con personajes tan irracionales como él: ahí quedan el general Kick Grabaston (un Noah Emmerich que sabe poner su severidad habitual al servicio de la comedia), comandante de la Fuerza Aérea, o el consejero de medios de comunicación Puto Tony (Ben Schwartz), un supuesto maestro de las redes que también considera “raros” a los científicos. "El científico de los Teleñecos no habla y hasta Animal usa palabras", le espeta a Mallory. Hablando de animales: el segundo episodio cambia nuestra percepción sobre el sufrimiento de chimpancés y perros en las misiones espaciales.

Por la parte familiar, las cosas no resultan mucho más fáciles para Naird. Su esposa Maggie (Lisa Kudrow) está en prisión; su hija Erin (Diana Silvers) ha pasado de alumna modélica a rebelde con causa (dejó su perfecta vida en Washington para ajustarse al nuevo trabajo de su padre en una base perdida en Colorado), y su padre Fred (el ya muy añorado Fred Willard) llama cada día para decir cosas sin mucho sentido.

Una sátira suave

En 'Space Force', el humor suele surgir de las dificultades de Naird para adaptarse a un paisaje laboral donde, en realidad, un militar tampoco pinta tanto, no al menos de momento. La sátira de la administración Trump no parece el primer objetivo de Daniels y Carell. Al presidente no se le llama por su nombre; solo se hace referencia a él como POTUS. Se nos dice que es adicto a Twitter y que quiere buenas relaciones entre Estados Unidos y Rusia. La pura verdad. Quizá por no perder a una parte del público, los creadores hacen también broma con emblemas demócratas: Ginger Gonzaga interpreta a una congresista hispana un tanto repelente que responde a las siglas AYC, muy parecidas a AOC (la socialista latina Alexandria Ocasio-Cortez).

Los chistes llegan, al contrario que en una sitcom tradicional, a un ritmo casi distendido. Daniels no pretende hacer una nueva 'The office': sus intereses han cambiado, y eso incluye también el plano estrictamente formal. Como en 'Upload', el estilo aquí no es de falso documental ni remotamente televisivo, sino canónicamente cinematográfico; es más fácil pensar en los planos en gran angular de '¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú' que en otras telecomedias. Paul King ('Paddington', 'Paddington 2' y, antes, el clásico surrealista de la sitcom 'The Mighty Boosh') se marca un primer episodio realmente estilizado.

'Space Force' no es el Gran Ensayo Crítico sobre la carrera espacial del siglo XXI ni la militarización del espacio exterior. Quizá porque Daniels no sabe ni quiere hacer series sobre personajes por los que no pueda sentir cariño; o porque el padre de Carell luchó en la segunda guerra mundial y después sirvió en el ejército, y su hijo no pretende reírse en exceso de los militares. De hecho, 'Space Force' les da la razón: muchos finales de episodio acaban coronando a Naird como un tipo quizá no tan poco de fiar.