ESTRENO EN AMC

Crítica de 'The Terror: Infamy': aterrados por los militares y la fantasma

Esta segunda temporada se desarrolla en un campo de internamiento durante la segunda guerra mundial

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Juan Manuel Freire

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'The Terror' no acabó en el Ártico ni donde Dan Simmons puso el punto final en la novela original: desde el principio, la cadena AMC pretendía apostar por la antología; construir temporadas autonómas a partir de un mismo concepto, el terror con trasfondo histórico.

Su nueva entrega, 'Infamy', conecta en concepto y atmósfera con la primera, pero hay muchos cambios. Alexander Woo (guionista y productor de 'True blood') ejerce como 'showrunner' en sustitución de David Kajganich y Soo Hugh; Max Borenstein (coguionista de 'Kong: La Isla Calavera') es cocreador. Saltamos del siglo XIX a la segunda guerra mundial y los días del ataque a Pearl Harbor, cuando un paranoico Franklin D. Roosevelt arrastró a ciento veinte mil personas de linaje japonés a campos de internamiento. Entre ellas, la familia de George Takei (el antiguo timonel Sulu de 'Star Trek'), quien además de hacer un pequeño papel ha sido consultor de la serie. 

Al parecer, Takei se ha reconocido en las tribulaciones de esta comunidad japonesa-estadounidense obligada a dejar su tranquila vida en Isla Terminal por, primero, Los Ángeles y después un campo de prisioneros ficcional en Oregón. Pero, además de este terror real, la familia Nakayama y sus allegados habían empezado a sufrir ya en casa la presencia de un yūrei, tipo de fantasma japonés tradicionalmente femenino, que todavía les acecha en esos maltrechos barracones donde están intentando crear algo parecido a un hogar. 

Según el padre de la familia, Henry (Shingo Usami), esta persecución se debe al romance ilícito, con embarazo e intención de aborto incluidos, de su hijo Chester (Derek Mio) y la joven de sangre mejicana Luz (Cristina Rodlo, la gran Yaritza de 'Demasiado viejo para morir joven'), una subtrama romántico-melodramática con algún que otro giro poco convincente.

Por lo menos, el complicado embarazo de Luz sirve para generar algún momento turbador del subgénero 'terror de maternidad'. Ni suicidios con palos del pelo ni hilos sueltos de manga que acaban siendo hilos de carne: el Terror de la nueva 'The Terror' proviene, esencialmente, de observar cómo la atrayente a la vez que inquietante fantasma Yuko (Kiki Suzekane) acaricia barriga ajena.

Digna pero algo olvidable historia de terror en tiempos de guerra, sin tantas imágenes poderosas como su predecesora, 'Infamy' viene a recordarnos, conforme desgrana los vicios del cuerpo militar estadounidense y deshila el trágico pasado de Yuko, algo que ya es bien sabido: los vivos son más peligrosos que los muertos.