ENTREVISTA

Isobel Waller-Bridge: "Empecé a colaborar con Phoebe en la infancia"

La brillante compositora de la banda sonora de 'Fleabag', hermana mayor de su creadora, Phoebe Waller-Bridge, visita Serializados.

Isobel Waller-Bridge en el CCCB. sede del festival Serializados

Isobel Waller-Bridge en el CCCB. sede del festival Serializados / periodico

Juan Manuel Freire

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Isobel Waller-Bridge, de visita en el festival Serializados, no puede ocultar su parentesco con Phoebe Waller-Bridge, su hermana pequeña, la creadora de 'Fleabag': se parece a ella físicamente, es igual de expresiva y puede hablar igual de rápido e ingeniosamente. De momento no actúa ni escribe, pero compone música magistral, sobre todo para televisión; como la de 'Fleabag'. 

¿Cómo han celebrado el reciente aluvión de Emmys para 'Fleabag'?

¡Entre la alegría y el descrédito! Me parece increíble que algo que empezó como empezó, como una pequeña obra en el Fringe de Edimburgo, haya acabado en los Emmy. Ha sido una forma bonita de culminar el viaje. Nunca nos pusimos expectativas de ese calibre.

Cuando su hermana le pidió que hiciera la música de la serie, ¿se lo pensó un poco? ¿Es fácil o un infierno trabajar con una hermana?

No, no me lo pensé un minuto. Bueno, de hecho es que ella ni siquiera se planteó por un momento que yo no fuera a hacerla. La conversación fue más en plan: "Isobel, ¿estás libre?". "Sí". "Pues haz la música de la serie" (ríe). Ya había compuesto la música para la obra. Me lo había pasado bien. Y en realidad, nuestra relación creativa arrancó en la infancia: inventábamos obras de teatro radiofónicas, con sus efectos de sonido y todo, que hacíamos con la voz, claro.

La música de 'Fleabag', en la primera temporada, es básicamente un fragmento de jazz loco y un breve espasmo hard rock.

Sí, apenas había música, más que nada porque no era necesario. En cada episodio hay mucho diálogo, suceden muchas cosas, está todo bastante condensado… La música jazz del principio fue idea de Phoebe. Recuerdo que, simplemente, me dijo: "Me gustaría que fuese una música en plan…" (Y hace un gesto como de payaso borracho que choca contra un cristal).

¿Eso fue todo?

Esa fue toda la descripción y toda la ayuda (ríe). Para la música del final busqué algo que reflejara la actitud de Fleabag y, en cierto modo, de la propia serie. 'Fleabag' es alguien que nunca pide disculpas, que sigue hacia delante sin mirar atrás. La serie no hace las cosas más sentimentales de la cuenta. Esa música hard rock, o metal, cuenta quién es Fleabag y qué es la serie.

En la segunda temporada, experimentó con la música coral. ¿Es un experimento serio? ¿O tiene humor soterrado?

La música es totalmente seria. Las letras, no tanto, aunque hay que leer mucho entre líneas. Hay un momento del kyrie en que se dice 'nos venit' ('estamos llegando'), lo que puede significar muchas cosas, entre ellas una de índole sexual. Esto último me parecía muy apropiado para el clímax del quinto episodio, cuando Fleabag y el cura [spoiler] deciden llevar su relación a otro nivel.

Su obra no puede ser más ecléctica. Parece que le guste desaparecer en cada proyecto, en lugar de imponer una personalidad clara o unos ciertos temas.

Me gusta experimentar, probar cosas nuevas todo el tiempo. Es así para casi todos los músicos que conozco. Y por otro lado, he tenido la suerte de recibir los proyectos más dispares del mundo. A veces me piden ser clásica y otras veces nada en absoluto. De trabajar con cantantes paso a trabajar con instrumentos abstractos… Me siento muy afortunada. A nivel creativo, resulta emocionante.

Lo que cohesiona su obra debe ser esa gran intuición melódica. ¿Hay una artista pop dentro de usted?

¡Es posible! La melodía es importante para mí. Puede usarse de forma muy interesante en una historia. Por ejemplo, puedes usar una melodía alegre en un momento alegre y después usar esa misma melodía en un momento triste, y el efecto ser devastador, porque reconoces la melodía del momento anterior. Me encanta hacer esa clase de cosas.

¿Fue idea suya reconducir canciones de Nine Inch Nails hacia estándares pop para el episodio 'Rachel, Jack y Ashley Too' de 'Black mirror'?

No, eso ya estaba hecho cuando yo llegué. Para mi trabajo, me alejé un poco del elemento pop y opté por algo un poco más oscuro; es una historia sobre alguien que trata de buscar su lugar en el mundo, y ese camino puede ser triste.

En mi opinión, su mejor banda sonora hasta la fecha es 'Vita & Virginia'. ¿Es cierto que se sirvió del latido del corazón de Elizabeth Debicki?

Sí, así es. La directora me dijo que las texturas debían ser íntimas, como si estuviéramos en el pellejo de las heroínas [Vita Sackville-West y Virginia Woolf]. Un día, Elizabeth, que encarna a Virginia, tenía un micrófono muy pegado al pecho y se podía oír su corazón. Tuve la idea de grabarlo y convertirlo en un 'kick' techno. Suena en 'Opening' o los créditos finales, por ejemplo.

Muchos cortes de este 'score' no estarían demasiado fuera de lugar en el próximo recopilatorio 'Total' del sello Kompakt.

Me encanta el techno, sobre todo el minimal y el de Detroit. En general escucho mucha electrónica. Soy fan de la música que tiene, a la vez, un ritmo sostenido y texturas trabajadas. Por eso me gusta gente como Jon Hopkins o Cristian Vogel.

¿Su próxima banda sonora de época, la de 'Emma', de Autumn de Wilde, también será electrónica?

No, esta será realmente de época. Lo bueno del cine de época es que los sentimientos suelen estar bastante exagerados y eso me da la oportunidad de hacer grandes y épicas melodías.

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