ESTRENO
Crítica de 'American horror story: 1984': un 'slasher' irónico sin sorpresas (por ahora)
La novena temporada de la serie arranca como un tributo algo previsible al cine de cuchilladas de los 80
Juan Manuel Freire
Periodista
Periodista y crítico cultural.
Juan Manuel Freire
Tras explorar casas encantadas, paradas de monstruos, un hotel sobrenatural o el apocalipsis, Ryan Murphy y Brad Falchuk han querido ambientar la ¡novena! temporada de 'American horror story' en un paisaje clásico del terror de los 80: ese campamento de verano donde alguna figura oscura empieza a asestar cuchilladas a diestro y siniestro, como en 'Viernes 13', 'La quema' o (tal cual) 'Campamento de verano'.
Es uno de los entornos naturales de un subgénero, el 'slasher', que podría haber dado título a esta 'AHS' de no existir ya la canadiense 'Slasher'. En cambio, se llama '1984', año del supuesto 'Capítulo final' de 'Viernes 13' (después vinieron otros seis capítulos, más un 'crossover' y un 'reboot') y de las Olimpiadas de Los Ángeles. El instructor de aerobic Xavier (Cody Fern) convence a algunos amigos y a una chica nueva en la ciudad, Brooke (Emma Roberts), para cambiar el bullicio olímpico por unos meses de trabajo en un campamento de verano, Camp Redwood, reabierto catorce años después de una masacre que dejó nueve muertos.
Por supuesto, no serán los últimos que adornen el lugar. Al campamento se trasladan no uno, sino dos maleantes: el basado en un asesino real Acosador Nocturno (Zach Villa), a quien ya vimos en 'AHS: Hotel' encarnado por otro actor, y Mr. Jingles (John Carroll Lynch), autor de la masacre en Camp Redwood de 1970, escapado cual Michael Myers del hospital psiquiátrico donde fue internado.
Tanto Fern como Roberts son caras ya habituales en el Universo Ryan Murphy, igual que Leslie Grossman, magnífica como la muy religiosa dueña del lugar, o la calenturienta pareja formada por Billie Lourd ('Súper empollonas') y Matthew Morrison ('Glee'), quienes brillan como una adicta al aerobic y su objeto de deseo, especie de Dirk Diggler al que tuvieron que sacar de una primera versión del vídeo 'Jane Fonda workout' porque su miembro viril robaba demasiadas atenciones.
Todo y que el carisma de sus actores es indudable, y la estética de los ochenta sigue guardando poderes extraños, 'AHS: 1984' lucha un poco (al menos en su primer capítulo) por justificar su existencia. En un mundo donde ya existen cumbres del 'meta-slasher' como 'Scream' y 'La cabaña en el bosque', hace falta algo más que la acumulación más o menos irónica de lugares comunes y una estética atrayente para hacerse valer. Pero si por algo se caracteriza esta serie, es por sus giros explosivos, excesivos; en su cuarto capítulo (que firma Jennifer Lynch), '1984' podría ser una historia completamente diferente.
'American horror story: 1984' se estrena en la madrugada del viernes al sábado (0.53 h.) en Fox (versión original subtitulada)
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