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Campaña de Sant Joan de Déu

La soledad de los menores inmigrantes no acompañados, una realidad poco visible

"Me siento solo, no tengo a nadie a quien explicar mis sentimentos", explica Muneeb, de 19 años, procedente de Pakistán

Sant Joan de Déu lanza una campaña contra la soledad no deseada de diversos colectivos

Muneeb, joven pakistaní acompañado por SJD en Lleida

Muneeb, joven pakistaní acompañado por SJD en Lleida / SJD

Fidel Masreal

Fidel Masreal

Barcelona
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Muneeb tiene casi 20 años, vive en Lleida, está contento porque está a punto de conseguir papeles y comparte vivienda con compatriotas paquistanís. Pero se siente solo: "No tengo a nadie a quien explicar mis sentimientos; cuando estoy solo en la habitación, lloro". Su soledad no deseada también cuenta y forma parte de una campaña de sensibilización de Sant Joan de Déu (SJD). Echa de menos abrazar a su madre, a la que no ve desde hace cuatro años, a sus hermanos y a su padre.

En Turquía estaba sentado todo el día en el suelo de una habitación pensando 'no sé que va a pasar conmigo

Muneeb

— Joven inmigrante tutelado por Sant Joan de Déu en Lleida

En su odisea, pasó por Turquía, donde estuvo un mes y medio encerrado en un centro parecido a una cárcel. Esa fue una de las etapas más tristes de un chaval que dejó su país siendo menor de edad huyendo de la pobreza. "Estaba separado del resto, sentado todo el día en el suelo de una habitación solo pensando 'no sé que va a pasar conmigo', y en esta situación llamé a mi familia diciendo que quería volver porque estaba solo". De Italia a Catalunya. "Ahora me siento solo pero no tanto como en el viaje, ahora pienso que venir aquí fue una buena decisión, veo futuro", explica en una videollamada.

No compartir ni las alegrías

Muneeb se siente solo "porque cuando te pasa algo malo o bueno te sientes solo porque no tienes a nadie con quien celebrar o para decirle que te sientes triste". "Los cuatro años sin mi familia me parecen veinte", confiesa. "Te sientes solo cada día. Echo de menos, sobre todo, abrazar a mi familia", explica sin perder la serenidad.

Marcos Febas, responsable del área de integración infanto-juvenil de SJD en Lleida, explica que SJD tiene recursos para menores inmigrantes y para menores locales, para acompañaros durante un itinerario. Uno de los factores que llevan a la soledad y a problemas de salud mental, explica Febas, "es el sentimiento de rechazo por parte de la ciudadanía, que a veces es una sensación" y, al principio, el desconocimiento del idioma. Otro momento determinante es cuando salen del sistema de protección. "Es un momento crítico", explica.

Semana contra la soledad

La vivencia de este joven se enmarca en una ambiciosa campaña de Sant Joan de Déu, la llamada Semana contra la Soledad no Deseada. Se trata de decenas de iniciativas en el conjunto del Estado con el objetivo de generar vínculos y combatir la soledad desde la proximidad. Entre las actuaciones, clubs de lectura en decenas de bibliotecas, el Cros de Sants dedicado a la soledad el 19 de octubre, un almuerzo comunitario en el barrio de Sants de Barcelona, una mesa redonda en la UB o "butacas contra la soledad": el grupo teatral Focus invita al teatro Condal a personas atendidas en los centros de Sant Joan de Déu y otras entidades.

Un árbol torcido

El psiquiatra Joseba Achotegui es uno de los mayores expertos en salud mental vinculada a las poblaciones inmigrantes. Al respecto de la soledad de los menores no acompañantes, recuerda que estamos hablando de chavales, de una edad en la que "necesitan un medio que les proteja para poder crecer y madurar, y se ven abocados a situaciones durísimas". Achotegui pone el símil de un árbol: si no crece en condiciones se torcerá, se romperá.

Necesitan un medio que les proteja para poder crecer y madurar, y se ven abocados a situaciones durísimas

Joseba Achotegui

— Psiquiatra experto en el 'Síndrome de Ulises' de los inmigrantes

Este profesional advierte de las consecuencias de esta soledad no deseada: "Pueden intentar buscar figuras protectoras que a veces no son las más adecuadas porque es gente que está esperando a jóvenes vulnerables para manipularlos, y esto explica que haya chicos que puedan meterse en situaciones complicadas".

La contradicción

Achotegui llama la atención sobre la contradicción entre una etapa de la vida, la de la juventud, asociada a descubrimiento, amistad y alegría, y el hecho de que se viva la soledad no deseada. Existen tres tipos de soledad, la íntima, la que no permite expresar cuestiones íntimas; la relacional, que tiene que ver con disponer de un grupo de amistades; y la soledad colectiva. Los menores no acompañados, subraya el psiquiatra, "están completamente desubicados" y tienen problemas en los tres ámbitos de la soledad. Achotegui concluye recordando una premisa básica: "Solos, los humanos, duramos poco".

Un problema global

Un 28,4% de jóvenes catalanes (de entre 18 y 34 años) sufren soledad no deseada. Una cifra que duplica la de los mayores de 55 años (12,4%) y que rompe con la idea de que este fenómeno se ceba más en los ancianos. Es uno de los datos del Barómetro de la Soledad No Deseada en Catalunya, elaborado entre ONCE y AXA en junio del 2025.

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