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Documental 'Anhedonia dins la depressió'

Depresión y trastornos de la conducta alimentaria (TCA): dos desafíos que se retroalimentan

"Van de la mano, es lo del huevo y la gallina; en los trastornos de conducta habitualmente hay síntomas depresivos y ansiosos"

"Empecé a mirarme al espejo y no gustarme", recuerda Joel, sobre el inicio de su trastorno, a los 12 años

¿Has sufrido TCA vinculado a la depresión? Explícanos tu caso

Documental Anhedonia: Testimonio de Joel sobre los TCA

Documental Anhedonia: Testimonio de Joel sobre los TCA / Broadcaster

Fidel Masreal

Fidel Masreal

Barcelona
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"A los once o doce años empecé a mirarme al espejo y no gustarme. Llegó un punto en el que no comía nada, iba al lavabo y vomitaba", relata Joel Rodríguez, un joven de 18 años que forma parte del documental 'Anhedonia dins la depressió' sobre la vivencia de este trastorno por parte de siete personas anónimas que relatan su día a día durante más de un año. Su caso es un ejemplo de una de las correlaciones de la depresión con los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA).

"Siempre me lo guardaba todo -continúa explicando, en el documental-, teníamos problemas en casa y quería hacerme el fuerte, guardármelo todo para no darle mis cosas malas a la gente que también estaba sufriendo. Tuve una época de explotar y cambiar mucho". "Tengo la imagen de mi cama y de soñar mucho, lo único que hacía era estar en la cama, dormir y poco más", recuerda.

Lepreguntaba a mi madre si algún día de mi vida estaría bien o que si era mejor rendirse

Joel Rodríguez

— Protagonista del documental 'Anhedonia dins la depressió'

Sara Bujalance es la directora de la Asociación Contra la Anorexia y la Bulimia (ACAB). No se muestra para nada sorprendida con que el debut de Joel con la depresión y los TCA fuera a los 12 o 13 años. "Hace años la edad de inicio eran los 15 años, ahora son los 12 y cada vez es antes". ¿Qué relación tienen la depresión y estos trastornos alimentarios? "Van muy de la mano, es lo del huevo y la gallina, porque en los TCA habitualmente hay síntomas depresivos y ansiosos y en algunos casos se diagnostican los dos trastornos a la vez y en función de la gravedad de la sintomatología se empieza a trabajar con uno u otro, pero van muy de la mano".

Una autoevaluación negativa

El relato de Joel (mirarse al espejo y no gustarse) es determinante para entender estos fenómenos: "Tienen que ver con una autoevaluación negativa -relata Bujalance- con una baja autoestima, con la dificultad para regular las emociones". La adolescencia, con los cambios hormonales, emocionales, cognitivos y psicosociales, hace más complejo el universo emocional y es un momento sensible en relación con la insatisfacción corporal y ello condiciona mucho el estado de ánimo.

A la escuela y a las famílias nos faltan recursos, conocimientos, estrategias y habilidades

Sara Bujalance

— Directora de la Associación Contra la Anorexia i la Bulimia

Joel relata también que se quedó para él sus pensamientos y, en otro momento del documental, que le costaba tener un grupo o pandilla de amigos íntimos. "El TCA se desarrolla de forma muy sibilina, y una de las señales de alerta es el aislamiento, lo cual puede costar porque en la adolescencia los menores reclaman intimidad", añade la responsable de la entidad. En el relato de Joel es importante la descripción de que "una careta de por fuera estar bien aunque por dentro estuviera mal", y el hecho de que pasara mucho tiempo en la cama, durmiendo. Para los expertos, es clave la vinculación al grupo como factor de protección, y por ello se deben trabajar las habilidades sociales.

"He luchado conmigo"

"Yo le preguntaba a mi madre si algún día de mi vida estaría bien o que si era mejor rendirse, pero no contemplaba la idea de salir y volver a estar bien", admite. "He luchado conmigo y con mis pensamientos, he luchado mucho y me han ayudado mucho porque si no, no lo habría conseguido". Ahora es mayor de edad y sigue estudiando cocina que es su pasión

Todavía analfabetos

Voces como la de Bujalance llevan años reclamando una mayor prevención de estas conductas y trastornos. Y planteando a familias y escuela que se doten de herramientas. "Todavía somos unos analfabetos", describe, al referirse al hecho de que, si bien ha crecido la sensibilidad social, "nos faltan recursos, conocimientos, estrategias y habilidades".

Acompañar desde la serenidad

Las recomendaciones de entidades como ACAB son claras: primero, pedir ayuda profesional; segundo, tener claro que la familia es una parte activa en el tratamiento y, por tanto, ha de recibir información y apoyo emocional "para poder gestionar los miedos y angustias, para acompañar desde la serenidad".

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