Psicología

Rafael Santandreu, psicólogo, sobre las metas y obligaciones: "No hay que convertir deseos y metas en obligaciones absolutas"

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Rafael Santandreu

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Cloe Bellido

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El deseo y la necesidad. En el camino hacia el bienestar emocional, entender la diferencia entre deseos y necesidades es fundamental. Muchas veces, confundimos lo que queremos con lo que realmente necesitamos, lo que puede llevarnos a frustraciones constantes.

El psicólogo Rafael Santandreu ha explicado la diferencia entre ambos conceptos en el programa radiofónico Atrévete de Cadena Dial. Saber diferenciar ambos nos servirá para no erosionar nuestra salud mental y tener una mejor relación con nuestras metas y objetivos.

No convertir deseos en obligaciones

"Existe una línea imaginaria entre lo que son los deseos y lo que son las necesidades. Y es muy importante no traspasarla nunca", advierte Santandreu. "No hay que convertir deseos legítimos en necesidades absolutas, obligaciones".

Para ilustrarlo, el psicólogo pone un ejemplo: de repente, deja la psicología en busca de su verdadero sueño, ser actor en Hollywood. "Lo vendo todo, me voy a Los Ángeles, empiezo a hacer un curso de actor y de repente, al cabo de unos años llego a decirme ¡Como no consiga ser actor en Hollywood, qué fracaso!", cuenta.

El fracaso

Este es, dice Santandreu, el gran error. Perseguir un sueño y catalogarlo de fracaso si no se cumple. "Me estoy metiendo una presión increíble y eso no conviene en absoluto".

"Lo lógico sería decirse, yo voy a intentarlo unos años. Tener unas experiencias increíbles, aprender inglés, aprender a ser actor. Con todo eso que haga, si funciona, genial. Y si no, pues volveré a Barcelona, a Madrid, pondré una escuela de actores, habré aprendido un montón ¡Qué bonito habrá sido también!", resume.

Convertir deseos en obligaciones es un error que acaba lastrando. "No hay que convertir deseos, metas legítimas y bonitas, en lastres, en obligaciones absolutas, en fuentes de estrés. Con cada cosa que quieras hacer en tu vida, cada meta, tienes que hacer como un pequeño ejercicio también de renuncia a ello".

Y si no se consigue la meta deseada, pues hay que valorar el camino y los aprendizajes hechos. "Rafa Nadal, en todas las entrevistas que dio aprovechaba para decir 'Oye, que esto es sólo tenis, tirar pelotas de un lado al otro. Que yo en Manacor puedo ser feliz perfectamente con mis amigos, mi familia...' se sacaba presión. No convertía deseos en necesidades absolutas", concluye Santandreu.