Cambios de humor

¿Te puedes enfadar solo porque hace calor? Esta es la relación entre temperatura y agresividad

Un farmacéutico explica cómo el aumento de los termómetros nos afecta

Barcelona activa la alerta diurna y nocturna por calor ya la primera semana de verano

¿Te puedes enfadar solo porque hace calor? Esta es la relación entre temperatura y agresividad

¿Te puedes enfadar solo porque hace calor? Esta es la relación entre temperatura y agresividad / PIXABAY

Patricia Páramo

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Cuando el termómetro sube también sube el mal humor de muchos. ¿Es solo una percepción o hay una base científica detrás? Pues según afirma el 'Farmacéutico Fernández' en Instagram, hay evidencias claras de que el calor no solo afecta al cuerpo, sino también al estado de ánimo. En uno de sus vídeos virales, el boticario afirma que varios estudios respaldan la relación entre altas temperaturas y un aumento en la irritabilidad y la agresividad.

¿Qué hace el calor en nuestro cuerpo?

El calor intenso provoca cambios fisiológicos que alteran nuestro comportamiento. Uno de los principales efectos es el aumento de la sudoración, lo que conduce a una posible deshidratación si no se compensa adecuadamente. Esta deshidratación afecta el funcionamiento del cerebro, provocando fatiga y disminuyendo la tolerancia al estrés. Como consecuencia, es más fácil perder la paciencia o reaccionar con mayor irritabilidad ante situaciones cotidianas que, en otro momento, se tolerarían sin problema.

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Mil maneras de protegerse del sol cuando el calor "aprieta" en la provincia de Alicante / INFORMACIÓN

Impacto del calor en el sueño

Otro factor importante es el impacto del calor en el sueño. Cuando las noches son calurosas, resulta más difícil conciliar el sueño y descansar adecuadamente. Esta falta de descanso se traduce en un aumento de la fatiga física y mental durante el día. Dormir mal incrementa los niveles de cortisol, la hormona del estrés, que influye directamente en nuestra capacidad para manejar situaciones de presión. Cuanto más cansado y estresado estás, peor reaccionas ante cualquier imprevisto.

Guerras y calor

Además, la ciencia va más allá y establece vínculos entre el clima y comportamientos sociales más extremos. Según comenta el propio Farmacéutico Fernández, existe incluso un estudio que sugiere que las temperaturas elevadas pueden aumentar la probabilidad de que estalle un conflicto bélico. Aunque suene exagerado, esta correlación se basa en la idea de que el calor puede exacerbar tensiones sociales y políticas ya existentes, favoreciendo actitudes más impulsivas o agresivas a gran escala.

Más delitos en verano

En lo cotidiano, esto también se refleja en un aumento de los delitos violentos durante los meses de más calor. Varios estudios sociológicos han encontrado que los índices de agresiones físicas tienden a subir en verano. No es solo una coincidencia: cuando el entorno se vuelve incómodo por el calor, las personas tienden a estar menos dispuestas a negociar o mantener la calma, lo que puede traducirse en conflictos interpersonales con mayor frecuencia.

Por tanto, sí: el calor nos afecta emocionalmente más de lo que creemos. No se trata solo de estar sudando o incómodos, sino de un proceso fisiológico completo que altera nuestros niveles de hidratación, descanso y estrés, y que termina influyendo en cómo interactuamos con los demás. Es un fenómeno que se observa tanto en el ámbito individual como en el colectivo.

Así que la próxima vez que notes que estás más irritable durante una ola de calor, no te culpes demasiado. Puede que no sea solo un mal día: tu cuerpo y tu mente están reaccionando a una temperatura que no favorece el equilibrio emocional. Reconocerlo puede ayudarte a tomar medidas, como hidratarte más, buscar espacios frescos o incluso practicar técnicas de relajación para contrarrestar los efectos del termómetro en tu estado de ánimo.