Salud mental

Mario Alonso Puig sugiere dejar de usar esta expresión tan común: "Lo hace profundamente rechazable"

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El médico Mario Alonso Puig propone desterrar una expresión muy hiriente.

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Cloe Bellido

Barcelona
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La constante evolución del lenguaje se refleja en las nuevas expresiones que nacen y se extienden continuamente. El altavoz que proporcionan las redes sociales y las plataformas digitales permite que la difusión de formas alternativas del lenguaje se produzca a velocidades vertiginosas, llevando a su consolidación mucho antes de lo que lo hacían antaño.

Una de las expresiones más repetidas en la época contemporánea, quizás a raíz del auge de la salud mental y la normalización de su diagnóstico y tratamiento, es la de "persona tóxica". Sobre esta ha reflexionado recientemente el médico madrileño Mario Alonso Puig, quien a sus 70 años ejerce como divulgador del campo de la psicología a través de pódcast y conferencias.

¿Por qué es malo hablar de "personas tóxicas"?

"Hay que tener mucho cuidado con el tema de decir 'Es una persona tóxica' porque le estamos poniendo a un ser humano una etiqueta que ya lo hace profundamente rechazable", comienza explicando el experto en un fragmento de una de sus charlas, publicado como vídeo en su perfil de Instagram. "Nadie quiere estar al lado de un tóxico, nadie quiere estar al lado de algo que te envenene", agrega.

Pese a tratarse de un problema aparentemente sin mayor importancia, estas costumbres en el habla contemporánea centran la crítica en el ser, afectando a su dignidad y, consecuentemente, a las relaciones interpersonales que este tenga o pueda tener con otras personas.

¿Cuál es la solución?

Con tal de evitar este tipo de expresiones tan habituales, Alonso Puig propone desplazar la crítica de manera que se señale la conducta, no la identidad: "Yo te invitaría –a ver qué te parece– a qué consideráramos una pequeña alteración en el lenguaje". La alternativa del especialista pasa por hablar de una persona con "actitud" o "conducta" tóxica. "Sigue siendo una persona", subraya.

Lejos de tratarse de un mal menor, tal como indica el experto, este 'clic' resulta "fundamental" para no equivocarnos, sobre todo en aquellos casos en que la persona está pasando por "malos momentos, por cuadros de ansiedad, por cuadros de depresión" o, simplemente, "no están bien con el mundo". "Si encima les ponemos la etiqueta de que es una persona tóxica, ¿quién les va a ayudar a sanar?", concluye.