Estudio

Un psicólogo lo concluye: el hombre es más "oscuro" que la mujer y estas son las razones

Una tesis doctoral redactada por el psicólogo de la Universidad de Oviedo Jaime García-Fernández revela nueve rasgos "oscuros" de la personalidad, más presentes en los hombres y que se atenúan con el paso de los años

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Jaime García-Fernández, en la Facultad de Psicología

Jaime García-Fernández, en la Facultad de Psicología

Mónica G. Salas

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Los hombres tienen personalidades más "oscuras" que las mujeres, un característica que disminuye con la edad. Así lo revela una reciente tesis doctoral, realizada por el psicólogo ovetense Jaime García-Fernández, que ha diseñado una herramienta para detectar en la población general (no criminales) las llamadas personalidades oscuras. Son, según describe el investigador de la Universidad de Oviedo, "individuos que priorizan sus intereses personales sin importarles las consecuencias que tienen para los demás". La tesis concluye que todos somos algo oscuros, un poco Darth Vader. "La maldad no es algo que se tiene o no se tiene, es un continuo. Existe un extremo negro de sujetos deleznables, pero también distintos tonos de gris donde nos iríamos situando todos nosotros", explica.

Dicho esto, ¿quién es más o menos "oscuro"? La respuesta está en nueve rasgos de personalidad, que han sido identificados por primera vez. Son autoritarismo, avaricia, crueldad, insensibilidad, incumplimiento (de compromisos contraídos con los demás), manipulación, soberbia, transgresión y venganza. "En 2002 surgió el concepto de la triada oscura de la personalidad, que engloba tres rasgos: psicopatía, maquiavelismo y narcisismo. Sin embargo, desde nuestro equipo de investigación (el de Psicometría de la Universidad de Oviedo) identificamos una limitación clave: que estos rasgos comparten tantas características comunes que resulta difícil diferenciarlos claramente"., explica Jaime García-Fernández.

Fue así como nació la Batería de Evaluación de Rasgos Oscuro (BERO), una herramienta diseñada para "medir con precisión la personalidad oscura en la población general adulta de España". Para ello, García Fernández tuvo que diseccionar en su tesis todos los rasgos oscuros existentes en la literatura científica. El modelo, que consta de 74 ítems, se validó en una muestra de 1.064 personas de todo el país, con participación mayoritaria de asturianos. Con la investigación se vio que hay personas con puntuaciones muy bajas en todos los rasgos de la BERO.

Sin embargo, aclara su autor, "esto no significa necesariamente que sean buenas, de la misma forma que tener puntuaciones altas en alguno de estos rasgos no implica ser malo o tener problemas psicológicos. Los rasgos no son en sí mismos juicios morales, sino características humanas que pueden manifestarse de manera muy diversa". Las personalidades oscuras son, por tanto, mucho más complejas. Incluso, dice Jaime García-Fernández, "dos personas oscuras pueden ser muy diferentes. Más que hablar de una oscuridad única, habría oscuridades distintas". El joven psicólogo profundiza un poco más en esta idea: "Da la impresión que hay una división tajante entre lo oscuro y lo claro cuando en realidad todos nos encontramos en algún punto de un continuo con muchos tonos de gris". Dicho con otras palabras, todos tenemos un lado oscuro. "No es una cuestión de tener o no tener esos rasgos, sino de en qué medida los poseemos", remata.

Los nueve rasgos de la personalidad "oscura"

  1. Autoritarismo: búsqueda de placer en el establecimiento de relaciones de dominancia.
  2. Avaricia: afán insaciable de poseer más que los demás.
  3. Crueldad: búsqueda de placer en el sufrimiento ajeno.
  4. Insensibilidad: despreocupación por el sufrimiento ajeno.
  5. Incumplimiento: incumplimiento de compromisos contraídos con los demás.
  6. Manipulación: uso de estrategias sibilinas/encubiertas con los demás para lograr intereses individuales.
  7. Soberbia: desestimación de las cualidades ajenas con envanecimiento de las personales.
  8. Transgresión: incumplimiento de normal sociales.
  9. Venganza: respuesta ante un daño personal que busca infligir daño al ofensor.

El estudio deja claro, no obstante, dos aspectos: que los hombres suelen puntuar más alto que las mujeres en los rasgos oscuros y que hay una ligera disminución en todos esos rasgos a medida que las personas envejecen. "Una explicación convincente apunta a las diferencias en la socialización. Los comportamientos socialmente aversivos tienden a normalizarse o incluso a valorarse en hombres. Como ser un tipo duro, un lobo de Wall Street o un tiburón de los negocios", comenta García-Fernández. Por su parte, el efecto de la edad puede deberse a que "ser manipulador, insensible o vengativo puede en muchos contextos reportar beneficios a corto plazo que hacer las cosas bien".

Con todo, la herramienta diseñada por el psicólogo ovetense es un modelo "prometedor", que, con las adaptaciones adecuadas, podría aplicarse a contextos clínicos, forenses (para informes periciales) o laborales (para identificar a candidatos potencialmente problemáticos). "El principal desafío de BERO es que es un cuestionario autoinformado. En investigación, este formato es ideal porque los participantes suelen ser sinceros. Sin embargo, en escenarios aplicados, la tendencia a responder de forma socialmente deseable se incrementa. Y paradójicamente, quienes puntúan más alto en estos rasgos oscuros son también quienes tienen mayor capacidad y motivación para falsear sus respuestas", concluye.