Antoni Sanz, doctor en Psicología: "Un baño de bosque puede ser tan efectivo como un psicofármaco"

Un estudio de la UAB constata que los baños de bosque generan cambios cognitivos y emocionales que se mantienen incluso un día después, en personas con sintomatología leve de depresión y ansiedad. Antoni Sanz Ruiz, Miembro del grupo de investigación en estrés y salud (GIES) e investigador del Institut de Recerca de l'Esport, concluye: "El baño de bosque podría ser igual de efectivo, en estos casos, que una pastilla, con la diferencia de que los efectos secundarios son claramente más bajos". El estudio ha recibido el premio Avedis Donabedian 2024 a la Calidad.

¿Qué es un baño de bosque?

La investigación ha consistido en dos paseos por el bosque de dos horas cada uno, en Sant Llorenç del Munt. Son paseos en un grupo de 37 personas y de forma guiada y con meditaciones. Durante los paseos se hacen paradas para tocar el río, en una zona de piedras y meandros muy verde.

Mayoritariamente,e fueron mujeres las que participaron en el estudio, de una media de edad de 45 años y con sintomatología sub clínica de ansiedad o depresión. Todo ello está relacionado con la búsqueda de evidencias científicas del uso de la actividad física en la naturaleza con finalidades terapéuticas, que puede estar acompañada de intervenciones psicológicas.

Hay un incremento del estado de ánimo, reducción de la ansiedad y el estrés, mejora de la autoestima y del vínculo

Antoni Sanz

— Miembro del grupo de investigación en estrés y salud (GIES) e investigador del Institut de Recerca de l'Esport

El objetivo, según Sanz, es "crear evidencia científica que sea aplicable al sistema sanitario en cuanto a la promoción de la salud y la reducción de síntomas ansioso depresivos en personas que de otro modo podrían haber estado sometidas a una intervención seguramente farmacológica". El investigador recuerda que Catalunya y el Estado están a la cabeza de la prescripción de psicofármacos.

Los resultados

Las participantes en los baños de bosque rellenaban cuestionarios antes y después de los paseos, en los que detallan sus cambios psicológicos. "Por ejemplo -cita Sanz- hay un evidente incremento del estado de ánimo, también una reducción de la ansiedad y otras emociones negativas, una reducción del estrés y un aumento de la autoestima, y una percepción de incremento de vínculo con las personas con las que comparten la actividad grupal, así como un cierto efecto antifatiga aunque sea una actividad física".

Estamos en el proceso de sustituir en casos leves la prescripción de psicofármacos por la actividad física

Antoni Sanz

— Miembro del grupo de investigación en estrés y salud (GIES) e investigador del Institut de Recerca de l'Esport

Seguramente lo más significativo es que 21 horas después los efectos perduran. "Esto tiene como utilidad ver hasta qué punto se podría sustituir la prescripción de un ansiolítico por la práctica de actividad física en la naturaleza, porque si en las horas siguientes hay un efecto que arrastras y te llevas a casa, ¿Qué sentido tendría que sea necesario un ansiolítico?", opina el investigador.

"Un ánimo incompatible con la ansiedad"

Y, en efecto, casi un día después del baño de bosque, las personas (75% mujeres) "tenían un estado de ánimo que era incompatible -detalla el psicólogo- con un estado de ansiedad y depresión que habría requerido un ansiolítico, por lo que estamos en el proceso de sustituir en casos leves la prescripción de psicofármacos por la actividad física y la exposición a la naturaleza".

Es más, este equipo de investigación trabaja ya en un estudio con personal sanitario. Un personal que, como es conocido, también está sometido a un alto nivel de estrés.