Salud mental

Alba Cardalda, psicóloga: "Para poder poner límites, primero tenemos que confiar en nosotros mismos"

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La psicóloga Alba Cardalda firmando un ejemplar de su libro 'Cómo mandar a la mierda de forma educada'

La psicóloga Alba Cardalda firmando un ejemplar de su libro 'Cómo mandar a la mierda de forma educada' / Diario de Mallorca

Carlota Pizá

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¿Cuáles son las señales de alerta más preocupantes en una persona? Alba Cardalda, experta en comunicación asertiva y gestión de límites, además de autora del libro ‘Cómo mandar a la mierda de forma educada’, explora el comunicarse con seguridad, poner límites sin culpa, las ‘red flags’ y entender cómo funciona la mente en la toma de decisiones.

En su última publicación en redes sociales menciona que llegamos a decirnos hasta 4000 palabras por minuto. ¿Qué impacto tiene este diálogo interno en nuestra toma de decisiones?

El impacto es enorme. En función de cómo sea, influye en la idea que tenemos de nosotros mismos y de las cosas que podemos conseguir. Por lo tanto, las decisiones que tomamos a lo largo de nuestra vida se verán muy influenciadas. Para entrenar este diálogo interno para que sea más amable yo siempre recomiendo primero escribir. Muchas veces ni siquiera nos damos cuenta de si tenemos un diálogo positivo o destructivo, que nos hace tener más miedos. Nos damos cuenta cuando lo leemos desde fuera y cogemos distancia. Esto nos permite tener mucho más margen de maniobra, identificar cosas que cuando estamos dentro no podemos ver. Esa distancia emocional nos da una perspectiva diferente. Si vemos que siempre nos estamos criticando, por ejemplo, podemos hacer pequeños cambios en el día a día, como añadir autoverbalizaciones positivas: hacer el ejercicio de buscar tres cosas positivas de nosotros mismos.

En su libro habla del equilibrio entre la sumisión y la rigidez. ¿Cuál es la clave de ese punto medio en la comunicación?

Tenemos que saber cuáles son nuestros límites negociables y los no negociables. Y cuando somos conscientes de eso, somos capaces de decidir ser rígidos cuando debemos de serlo y mucho más flexibles en todo aquello que para nosotros es más negociable. Entonces, saber cuáles son esos aspectos en los que no queremos ceder, pase lo que pase o pese a cualquier circunstancia, por ejemplo, que nos falten el respeto, que nos insulten o algún tipo de agresión, hará que nos pongamos mucho más rígidos cuando se de este tipo de situación.

¿Cómo influye la autoconfianza en esta capacidad de poner límites de manera efectiva?

Para poder poner límites, primero tenemos que confiar en nosotros mismos. Si no confiamos en nuestro criterio, si no validamos lo que nosotros sentimos, si no nos vemos capaces de hacerlo, pues va a ser muy difícil exponerle al otro lo que sentimos o enfrentarnos al otro. O tener claro que lo que está haciendo el otro es algo que nosotros no queremos. Entonces, para no estar cediendo siempre ante las otras personas, para no estar siempre poniendo la otra mejilla o haciendo cosas que no nos apetece hacer, necesitamos trabajar esa autoconfianza.

¿Qué estrategias recomienda para lidiar con personas que constantemente dan su opinión sin que se les haya pedido? Los opinólogos, como los llama usted.

Tenemos derecho a que haya asuntos que solo nos incumben a nosotros y que no es algo malo que no queramos que otras personas se metan en ellos. Entonces, primero tenemos que entender que tenemos derecho a eso, porque una vez que te lo crees, una vez que lo asimilas, es mucho más fácil decirle a la otra persona de una forma educada que esta es una decisión que has tomado y que no quieres hablar de ello, o que es un asunto de tu vida que no te apetece compartir con nadie más. Lo importante es eso, creernos dignos de ese derecho para también poderlo decir sin sentirnos culpables.

En el proceso de poner límites, ¿cuándo es más efectivo el silencio que una respuesta directa?

A veces el silencio dice mucho más que algunas palabras. Por ejemplo, cuando nos hacen alguna broma delante de gente, una broma que va cargada de mala leche, pues el no reírnos y contestar simplemente con un silencio y una cara seria y una mirada, ya comunicamos muchísimo.

Hoy en día está está muy de moda hablar de banderas rojas, ‘Red Flags’, en las relaciones. ¿Cuáles son para usted las señales de alerta más preocupantes?

Las personas que te hacen sentir culpables continuamente o que tú les das a entender que no quieres hablar de algo o que te incomoda algún tema y aún así siguen preguntándote o siguen indagando, o siguen dándote una opinión o tratándote de hacer cambiar de parecer. Las personas que desde un buen principio no te están respetando, para mí esto es una ‘red flag’ como una casa.