Estudio del Hospital del Mar
La terapia con perros logra mejoras en la autoestima y el vínculo entre el usuario y el profesional
"Con los perros podía ser yo misma", confiesa una de las beneficiarias del proyecto
"He sentido mucha emoción al ver que había pacientes que se comunicaban mucho más", afirma un terapeuta

Una mujer abraza a un perro. / Agencias


Fidel Masreal
Fidel MasrealPeriodista
Licenciado en Ciències de la Comunicació por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), curso de periodismo jurídico-político por la UAM - El País, ha ejercido como periodista político en Onda Cero, diari Menorca, Ràdio Barcelona (cadena SER) -donde fue jefe de la sección de Política- y Els Matins de TV3. Desde septiembre del 2008 es redactor en El Periódico, primero como cronista parlamentario en Madrid y en la actualidad especializado política catalana. Autor de "Conviure amb la depressió" (Mina, Eniclopèdia Catalana, 2007), "Game Over: els partits polítics, corrupció i vicis del sistema" (La Mansarda, 2013), "Cuentos Ex" (Magma Editorial, 2019) y "Contes del procés" (Magma, 2019). Colabora como analista en TVE, Catalunya Ràdio, SER Catalunya y RAC-1, entre otros.
La terapia con perros no hace milagros. No cura, por supuesto, la depresión ni la ansiedad. Pero contribuye a la recuperación en dos aspectos clave; la autoestima del paciente y el vínculo con el profesional. Además, tras las sesiones con los animales, la percepción de dolor disminuye.
Estos son algunos de los resultados de un estudio con 32 pacientes llevado a cabo en el Hospital del Mar y que será publicado próximamente. En concreto, los indicadores positivos detectados son un cambio en la autoestima y la percepción de apoyo social y una disminución del dolor, tras cada una de las ocho sesiones de trabajo con los animales.
Me relajaba la actividad con el perro y después todas nos abríamos mucho más en las charlas
En cambio, no hay cambios notables en cuanto a la situación de fondo -los trastornos de ansiedad o depresión. Para la enfermera especializada en salud mental y coordinadora del estudio, Sílvia Rosado, lo más destacado es que "se logra mejorar el vínculo del profesional sanitario con el paciente, te ven más cercando, y se pueden abordar mucho mejor los temas" vinculados con el trastorno. "De repente -añade Rosado- nos ven como a uno más, se abren más y confían más en ti", y eso repercute también en una mayor adherencia al tratamiento
Reduce el dolor
También se logra que tras las sesiones terapéuticas con los canes, los pacientes tengan una sensación de menor sensación de dolor. El beneficio en términos de sensación de apoyo social tiene lógica en tanto que, como explica la coordinadora del proyecto, se trata de sesiones que se llevan a cabo en grupo.
"Nos abríamos mucho más"
El estudio ha hecho una valoración cualitativa por parte de los usuarios, que confirma los datos referidos a una mayor autoestima y apertura para facilitar el tratamiento, en relación con los profesionales: "he visto a los terapeutas como uno más, como yo", afirma una de las personas participantes; "con los perros podía ser yo misma", añade otra.
He podido ver a los pacientes mucho más relajados
"Me relajaba la actividad con el perro y después todas nos abríamos mucho más en las charlas", confiesa una usuaria. La valoración global es de un 8 sobre 10 y existe casi unanimidad entre las personas atendidas a la hora de ver positivamente las actividades que se llevaron a cabo y en contenido de cada sesión.
Los terapeutas
La valoración de los terapeutas también es significativa: "He sentido mucha emoción al ver que había pacientes que se comunicaban mucho más", "he podido ver a los pacientes mucho más relajados", "he podido vincular más con algunos pacientes, había más confianza", "mucha alegría al ver las expresiones de los pacientes".
La terapia
La terapia consistió en ocho sesiones junto a los perros, dirigida a personas de la unidad de subagudos y de alta dependencia psiquiátrica, del Hospital de Día y del Centro de Salud Mental y Adicciones (CSMA), con los que se analizó la percepción y el impacto de la terapia. Con los perros se llevaron a cabo paseos, circuitos de obstáculos, cuidado del animal, entrenamiento básico, comunicación verbal y no verbal, y también relajación y paseo. En paralelo, se discutió sobre conceptos como vínculo, memoria, estado de ánimo, importancia de la activación, autoestima, relaciones sociales, manejo del estrés y previsión de recaídas.
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