Trastornos de conducta y vida comunitaria

Reduzcamos la duración de los ingresos psiquiátricos, sí; pero con alternativas

El ingreso permanente no es la solución. Ahora bien, ha de hacerse de forma responsable y con una planificación cuidadosa

Las familias no deberíamos ser un recurso gratuito para la administración en el cuidado de personas; a menudo ocurre

Un centro con adolescentes con trastornos de conducta.

Un centro con adolescentes con trastornos de conducta. / ELISENDA PONS

AFATRAC (Associació de Familiars d’Afectats per Trastorns de Conducta)

Barcelona
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Hace unos días se publicaba en este mismo diario un artículo en el que se exponía que el Departamento de Salud ha reducido un 30% los largos ingresos psiquiátricos. Una noticia positiva si esta reducción viniera acompañada más recursos y servicios para el ámbito de la salud mental.

Es cierto que muchos de estos recintos psiquiátricos han sido históricamente asociados a prácticas inadecuadas ya una falta de respeto por los derechos de los pacientes, así como lo es que el ingreso permanente no es la solución. Ahora bien, este proceso es fundamental que se haga de forma responsable y con una planificación cuidadosa, teniendo en cuenta todos los factores y agentes a los que afecta.

Los servicios comunitarios, centros de vida, viviendas adaptadas y programas de rehabilitación son soportes a implementar

Es esencial que se desarrollen recursos alternativos adecuados que garanticen no sólo la salud mental de los pacientes, sino también su dignidad y calidad de vida. La creación de servicios comunitarios, centros de vida, viviendas adaptadas y programas de rehabilitación son algunos de los soportes a implementar. Además, la formación de profesionales en salud mental, las redes de apoyo y una coordinación entre todos los Departamentos -social, educativo, sanitario, trabajo, vivienda… - es imprescindible porque nadie quede desatendido con esta implementación. Si esto no se lleva a cabo, el único soporte que tienen estas personas con enfermedades mentales es la familia, prisión o calle.

Las familias no somos un recurso gratuito

Las familias de los pacientes con enfermedades de salud mental y elevada complejidad, creemos que mantenerlos en condiciones de hospitalización de larga duración genera una serie de consecuencias negativas para las personas afectadas y para el sistema. Asimismo, consideramos que las familias no deberíamos ser un recurso gratuito para la Administración en el cuidado de personas con enfermedades mentales. A menudo ocurre, y asumimos y sufrimos una carga emocional, física y financiera significativa para la que no estamos preparadas, ni formadas y tampoco merecemos.

Hacia un modelo humano e integrador

Por tanto, creemos que este proceso debería ser un paso hacia un modelo de salud mental más humano e integrador. Sólo lo será si se hace con un compromiso firme hacia la creación de nuevos recursos y la mejora de los servicios disponibles, la inversión en servicios de salud mental que ofrezcan apoyo continuo a los pacientes después del alta hospitalaria, programas de prevención y el soporte comunitario.

Debemos transformar el sistema actual, que a menudo actúa como “almacén de personas”, en otro que priorice la recuperación

Entre todos y todas debemos trabajar para transformar el sistema actual, que a menudo actúa como “almacén de personas”, en un modelo que priorice la recuperación, la integración social y el bienestar de todos. La salud mental debe ser una prioridad y todos los ciudadanos debemos tener acceso a la atención que necesitamos.

AFATRAC (Associació de Familiars d’Afectats per Trastorns de Conducta)