Consultorio de parejas de Rosa Rabbani

¿Cómo lograr el equilibrio entre enamoramiento y razón, al inicio de una relación?

Fidel Masreal

Fidel Masreal

Barcelona
Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Rosa Rabbani, psicóloga y colaboradora de SanaMente, responde a la primera pregunta del consultorio de pareja de SanaMente.. La formula una mujer, con la siguiente reflexión: "Cuando estamos conociendo a alguien y dejamos espacio entre cita y cita, y entre comunicación y comunicación, y no tratamos de estar conectados las 24 horas del día a esa persona, en ese espacio se abre paso la imaginación, seguida de la idealización, y finalmente el enamoramiento. Lo cual es arriesgado.

¿Dónde está el equilibrio entre no caer en el enamoramiento de alguien que no nos conviene y permitir ese espacio a la idealización?

Pero si no le damos lugar a la idealización, y pretendemos conocer todo sobre la otra persona sin dejarnos llevar por la ilusión, podemos conocer mucho mejor a esa persona. Lo cual nos da tranquilidad, pero también impedimos que se dé el enamoramiento.

¿Dónde está el equilibrio para acercarnos a esa persona lo suficiente como para conocerla y no caer en el enamoramiento de alguien que no nos conviene, y al mismo tiempo permitir ese espacio a la imaginación e idealización para que pueda surgir el enamoramiento?

-Rosa, ¿cuál es la solución a esta dicotomía entre emoción y razón?

-Es una buena pregunta porque denota que esta mujer se está planteando cómo hacerlo. Estamos ante la eterna dicotomía: conveniencia frente a idealización. En el fondo es la razón frente a la emoción.

El equiilibro permite vivir el enamoramiento pero al mismo tiempo no renunciar a la reflexión, a pensar y razonar

¿En qué nos tenemos que basar para hacer una buena elección de pareja? Al final a los humanos nos gustan mucho las dicotomías porque contraponer ideas nos ayuda a poderlas entender. Pero en este caso, la dicotomía es pura mitología, puro estereotipo.

-¿Por qué?

-¿Por qué tenemos que escoger entre razón y emoción? La vida nos ha dotado de las dos capacidades para usarlas ambas, sobre todo en las decisiones importantes. Y la elección de pareja es una de las decisiones más importantes de la vida.

-La consulta pide una solución entre querer estar todo el rato con una persona, pero no perder la idealización. O estás o no estás, con la persona...

-El querer restar todo el día con la persona tiene que ser así, porque tiene una función. Pero esto no debería estar reñido con poder tirar de reflexión, de juicio, de ver los pros y contras. Ver las grandes virtudes que tiene la persona que estoy conociendo pero qué defectos tiene que en un futuro nos pueden complicar un poco las cosas.

El matrimonio era un tema económico. Esto lo hemos superado, pero nos hemos puesto en manos de las películas

Debemos tener el firme convencimiento de usar las dos capacidades. Hace muchos años, el matrimonio era un tema de intercambios económicos, no tenía casi nada que ver con el amor. Esto lo hemos superado, afortunadamente. Pero ahora nos hemos puesto en manos de las películas, que nos dan una imagen idealizada que tiene poco que ver con la realidad. El equilibrio por el que nos pregunta esta mujer es el que permite vivir el enamoramiento -que tiene que ver con la esperanza, la ilusión, el optimismo, la alegría al principio de una relación- pero al mismo tiempo no renunciar a la reflexión, a pensar y razonar, mirar y observar bien.

-Se trata pues de ver si la persona te va a convenir o no. Pero cómo gestionar esta dicotomía si al principio quieres verla, llamarla y hacer cosas con ella?

-Esta conexión al inicio es imprescindible. Primero, se debe dar esta química. Si no hay química, la historia ya no comienza. Esto hace que queramos la conexión. Pero esto no necesariamente tiene que contradecir que tu vayas observando y viendo y que te puedas topar con cosas que no te gustan. Y hablarlo...

-Pero esto de hablarlo puede desencantar un poco...

-¿Pero de qué te sirve continuar una relación que era muy resultona y que pintaba muy bien pero que cuando la estabilices y la elección esté hecha, te des cuenta de que hay cosas que no querías asumir?

-O sea que es mejor hablarlo aunque 'corte el rollo' del inicio de la relación...

-Correcto. Es algo así como decir ‘me gustas muchísimo, estoy muy bien pero necesito hacer una reflexión y la pregunta de si lo que tenemos hoy mañana funcionará correctamente'.

-¿Esta reflexión la acostumbramos a hacer a nuestra pareja?

-No. No lo hacemos porque nos han convencido de que esto no se hace porque le quita el encanto, no es amor, no es romántico. Y esto es falso.

-¿Es difícil actuar como propones, justo al inicio de una relación cuando algo no te cuadra?

-No solo es que haya algo que no te cuadra. La cuestión es que vas viendo cosas que, si son importantes, te acaban tirando atrás. No pasa de un día por otro.

Primero, se debe dar la química. Pero esto no es contradictorio con que tu vayas observando

Es fruto de una reflexión. Vamos observando y llega un momento en el que realmente esto se convierte en un dilema. No es que veas de golpe un defecto y digas 'lo tenemos que dejar'. Es un proceso. Vas viendo cosas que te reafirman pero otras distintas. Todo pasa por haber reflexionado y saber en qué nos tenemos que fijar. Y no hacen una enmienda a la totalidad.

-Y cuando se llega a la conclusión de que la cosa no va... ¿Qué hacemos, habitualmente, dejar de llamar?

-Depende de las personas. Las personas maduras, hablan. No hace falta que des muchos detalles si no quieres, pero sí explicar que 'no lo veo claro'.

-¿Y las personas inmaduras, cómo reaccionan?

-Pues con la salida de dejar de hablar.

-De ahí el ghosting, que está tan de moda...

-Sí, claro porque los muy jóvenes todavía no pueden gestionar relaciones...

-¿Cuál es el beneficio de combinar ilusión y razón, qué te ahorras?

-Te ahorras los disgustos insostenibles, topar con cuestiones que realmente no tengan fácil solución. ¿Qué haces entonces? ¿Sigues y aguantas? Hoy en día ya no estamos para aguantar. Algunas cosas sí las podemos aguantar, se llama aceptación.

Te ahorras los disgutos insostenibles, cuestiones que no tengan fácil solución. ¿Qué haces entonces? ¿Sigues y aguantas?

Pero cuando los problemas de fondo son realmente muy importantes y no permiten que la relación pueda tener una normal evolución, en algún momento está la factura que pagamos. ¡Ojo! Siempre ponemos el foco en conocer a la otra persona pero se trata de una moneda de dos caras: no puedo pedir algo que no puedo dar de mí misma. Para estas cuestiones tan importantes que buscas en la otra persona, antes necesitas estar tu trabajado.

-¿Así logramos un enamoramiento más sólido y consciente?

-Logramos mucha más capacidad para poder gestionar las dificultades, para gestionar conflictos, discusiones, diferencias…

Para estas cuestiones tan importantes que buscas en la otra persona, antes necesitas estar tu trabajado

Todo esto forma parte de las relaciones de pareja. Son temas muy importantes, como el proyecto de vida. ¿Los hacemos coincidir con calzador? ¿Y si mañana no coincide, cómo lo haremos? Se trata de cuestiones como sí quieres tener hijos y yo no…

El periodista Fidel Masreal y la psicóloga Rosa Rabbani, en la redacción de EL PERIÓDICO.

El periodista Fidel Masreal y la psicóloga Rosa Rabbani, en la redacción de EL PERIÓDICO. / Zowy Voeten

-O sea, que vale la pena hacer una evaluación mutua previa aunque suene menos romántico...

-Exacto, sí.