Avances de la medicina

Un programa terapéutico del Hospital de Sant Pau logra notables avances para superar la depresión

El tratamiento, centrado en los síntomas cognitivos como la atención o la memoria, reduce en seis meses un 33% de la afectación y ayuda a evitar recaídas

El avance será presentado en la próxima reunión anual de la Society of Biological Psychiatry (SOBP) en Toronto

María J. Portella

JORDI COTRINA / EPC

Fidel Masreal

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Barcelona
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Un programa del Hospital de Sant Pau ha logrado disminuir notablemente los problemas cognitivos asociados a la depresión. Se trata de problemas relacionados con la atención, la memoria o el movimiento psicomotor que mantienen algunos pacientes a pesar de haber superado lo más grave del trastorno (los problemas de estado de ánimo, líbido, sueño o alimentación). El estudio, pilotado por Maria Portella -jefa del grupo de investigación en salud mental del Institut de Recerca de Sant Pau- y la psicóloga Muriel Vicent-Gil, como coinvestigadora, consigue que a los seis meses la afectación funcional se haya reducido un 33%.

Este avance es de vital trascendencia para evitar recaídas y para dar relieve, según Portella, a la necesidad de atender y tratar mucho mejor estos síntomas, porque al hacerlo "disminuiremos los costes sociosanitarios de la depresión", subraya.

"Los síntomas cognitivos son un factor muy importante para la recuperación de la depresión y cuando lo tratas específicamente obtienes resultados"

Maria Portella

— Jefa del grupo de investigación en salud mental del Institut de Recerca de Sant Pau

Portella apunta que las actuales escalas que evalúan la depresión tienen poco o nada en cuenta los síntomas cognitivos, cuando según una encuesta, lo prioritario para los pacientes tras una depresión es volver a tener una vida como la de antes, recuperar el 'yo' de antes y la productividad laboral.

 La terapia INCREM busca dar pautas a los afectados para abordar problemas como la falta de atención o la memoria

Precisamente, los síntomas cognitivos limitan estos objetivos. "No estamos tratando otras cosas que forman parte del cuadro depresivo y que sí impactan en las personas", destaca la psicóloga para poner énfasis en la importancia de este nuevo enfoque. No poder recuperarse de esos problemas cognitivos es un factor de posibles recaídas, por lo que el estudio de Sant Pau es un antídoto también contra estas recaídas.

"No se pregunta en la consulta"

Lo que suele suceder, si no hay un tratamiento como el que impulsa Sant Pau, es que se superan los síntomas básicos pero los pacientes no logran lo que se denomina recuperación funcional. Es decir, no se vuelve a hacer la misma vida de antes del trastorno. A los pacientes les cuesta concentrarse en el cine, muestran dificultades de productividad laboral y problemas de movilidad. "Son síntomas sobre los que, a menudo, no se pregunta en la consulta y que los antidepresivos no están diseñados para tratar y muchas veces cuesta que el paciente atribuya esos problemas a la propia enfermedad", describe la directora de la investigación.

Dos grupos con dos terapias

El estudio ha consistido en tratar a dos grupos de pacientes de diversos centros hospitalarios. Unos recibieron 12 sesiones de psicoterapia convencional, basadas en conversaciones sobre sentimientos y emociones pero sin hacer especial énfasis en los problemas cognitivos. Otros siguieron el programa llamado INCREM (Integral Cognitive Remediation), también de doce sesiones. El resultado ha sido una mejora evidente en este segundo caso: la afectación funcional se redujo un 18,7% tras las doce sesiones y un 33% a los seis meses. En los que pacientes que siguieron una psicoeducación convencional, la reducción de la afectación fue del 14,5% tras las sesiones y esta cifra se mantuvo estable, en un 15,7%, a los seis meses. Este avance será presentado en abril en la reunión anual de la Society of Biological Psychiatry (SOBP) en Toronto.

Tener una vida adaptada

"Son sesiones de psicoeducación sobre las funciones cognitivas y cómo afectan al día a día, y por tanto ya no se trata de hacer un entrenamiento de hacer sudokus o buscar símbolos, sino de dar estrategias de compensación o sustitución para que la persona, con el funcionamiento cognitivo que tiene, tenga una vida adaptada", describe la psicóloga. Una estrategia, por ejemplo, ante los problemas de memoria, es el uso de una agenda, libretas o alarmas.

Las sesiones también abordan el estrés que genera a los pacientes darse cuenta de que no acaban de recuperar su vida normal. "Se enseñan estrategias para bajar el nivel de ansiedad y estrés, con la idea de que con entrenamiento conseguirán volver a hacer la actividades mermadas por el cuadro depresivo", destaca la investigadora. Se mejora el funcionamiento psicosocial y se logra, añade, recuperar la independencia en la gestión de las finanzas, la capacidad de llevar a cabo actividades de ocio, de relaciones interpersonales, entre otras.

Otras maneras de medir la depresión

"Creo que tenemos que ir a crear nuevas escalas para medir la depresión porque los instrumentos que estamos usando siguen siendo un poco antiguos, hay que dar el salto a la clínica respecto a un conocimiento que hemos adquirido en el siglo XXI", propone la investigadora, en relación con estos síntomas cognitivos que persisten en estos pacientes.

El siguiente paso debería ser, a la vista de los resultados, que las administraciones incorporen estos tratamientos como el INCREM a la cartera de servicios garantizados en el sistema público de salud, según Portella. "Poned psicólogos que atiendan estos aspectos y no nos olvidemos de esta sintomatología", pide la psicóloga a los responsables del Govern.

¿Qué son los síntomas cognitivos?

Son los problemas para centrar y mantener la atención, para evocar acontecimientos pasados y futuros, o la información acumulada, y los nuevos aprendizajes. También se manifiestan en la dificultad para la planificación, la memoria de trabajo, la flexibilidad mental, la inhibición, organización y categorización. Y finalmente también se hacen evidentes en la limitación de la velocidad psicomotora.