Derecho a decidir (y II)

Testimonio en primera persona: "Con apoyo, puedo sacar las cuentas"

Salvador se ha beneficiado de la mejora de derechos fruto de la la nueva ley que da más autonomía a personas con discapacidad

Recibe ayuda para su día a día pero es el último responsable de todas sus decisiones

Salvador, en Terrassa.

Salvador, en Terrassa. / EPC

Fidel Masreal

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Barcelona
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Desde el 2021 está en vigor una ley estatal que cambia la mentalidad y el modelo sobre las personas con discapacidad. Aumenta sus derechos y elimina el concepto de tutela para incorporar el concepto de apoyo y aumentar su autonomía. Se trata de la reforma de la norma civil y procesal para dar autonomía de decisión a estas personas. Pero las entidades sociales, como Pere Claver, lamentan que muchos jueces no están aplicando este cambio con celeridad, que no siempre es bien recibido por las familias. Uno de los casos de éxito es el de Salvador, que sí ha constatado una mejora en su autonomía vital.

Salvador trabaja en un Centre Especial de Treball, en una empresa de limpieza de coches. De hecho, le gustan mucho los coches. En su casa tiene un simulador de PC con varios volantes y asiento ergonómico. Y hace poco se compró un vehículo propio, un Ford Fiesta ST-Line de segunda mano. Vive solo.

Pero no todo es de color rosa. Estuvo en la calle varios días tras una ruptura sentimental -"me echó los trastos y la ropa, todo, a la calle", hasta que fue a un albergue para personas sin techo. Allí estuvo un mes hasta que pudo compartir casa en un piso de emergencia.

"Me ayudan con mi impulso"

Ahora recibe el apoyo de la Fundación. "Estoy muy contento, de verdad, sí, sí", explica con mensajes cortos pero muy firmes. Antes eran sus padres los que controlaban en dinero. "Yo gastaba mucho", admite. Ahora, tras el cambio legislativo, decide por sí mismo si se compra el coche, los volantes para jugar. "Lo hablamos entre nosotros, me ayudan con el tema de mi impulso, sí, sí", explica Salvador, arropado por Jaume y Flor, su equipo referente de apoyo de Salvador. "Ahora tengo mucho más control del dinero".

En noviembre tuvo una resolución judicial, tras una vista en la que dejó claro que quería seguir con la Fundación, que no le impone nunca qué hacer. No ha notado. Y es perfectamente consciente de lo importante de decidir por sí mismo. "Con apoyo, pero puedo llevar las cuentas". Flor y Jaume lo ayudan a gestionar el dinero.

Además, en la empresa existe una figura, Angie, educadora del programa Suport a la Llar, que lo ayuda con el papeleo y acude a casa de Salvador una vez por semana. Pero Salvador decide sobre su vida, sobre su dinero, sobre si se compra o no un volante para jugar con el simulador.

"Muy contento con ella"

Por cierto, ha conocido a una chica. Lo dice con toda la prudencia, pero con una sonrisa. "Salimos como amigos, hemos ido al cine, vamos a un bar a comer unas tapas…". ¿Irá a más la cosa? "Me da miedo que pueda pasar lo mismo como en el pasado, pero creo que yo le gusto, ya me lo ha dicho", confiesa. "Estoy muy contento con ella", añade con una sonrisa. De su etapa en la calle, donde pasó un tiempo bebiendo, prefiere no pensar mucho. "Me pongo mi música y no lo pienso", confiesa. Está convencido de que no va a volver atrás.