Derecho a decidir (I)

Las entidades sociales denuncian reticencias judiciales para dar autonomía a personas con discapacidad

La mitad de las resoluciones judiciales tras la nueva ley, que amplía derechos, son tutelas encubiertas

Las asociaciones recuerdan que se trata del derecho fundamental a decidir y que la norma ha de cumplirse

Maria José Navarro y Luis Varea, de la entidad Pere Claver.

Maria José Navarro y Luis Varea, de la entidad Pere Claver. / Zowy Voeten

Fidel Masreal

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Barcelona
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Desde hace ya cuatro años, Catalunya y el conjunto de España aplican una ley que aumenta los derechos de las personas con discapacidad. Se trata de una reforma de la norma civil y procesal para dar autonomía de decisión a estas personas. Si antes podían perder su autonomía en cuestiones básicas como la gestión del dinero o qué tipo de tratamiento o ingreso requerían, ahora la ley se adapta al marco internacional (los llamados Quality Rights) y les hace protagonistas. Este paso adelante, la antigua incapacitación al concepto de asistencia, no se está aplicando de forma ágil ni valiente por parte de los jueces, ni tampoco es siempre bien recibido por las familias, según denuncian las entidades del sector con datos en la mano.

Si un juez pasara unas cuantas horas con estas personas se daría cuenta de su situación

Luis Varea

— coordinador del Área Social de la entidad Pere Claver

Unos datos que indican que cuando los jueces revisan estos expedientes, caso a caso, escuchando además de forma obligatoria a los hombres y mujeres beneficiarios, en la mitad de los casos están decidiendo, de nuevo, algo así como una tutela encubierta. Se trata de una figura llamada ahora "asistencia representativa". Si las tutelas antes eran -en el caso de Pere Claver Grup, entidad de referencia con más de 75 años de historia y que atiende a unas 42 mil personas- un 70% de los casos, ahora deberían ser de cero, y, en cambio, están todavía en torno al 30% de los casos.

Que el juez conviva con ellos

María José Navarro es la directora del ámbito de Derechos y Apoyos de Pere Claver y es, además, referente de Quality Rights. ¿Qué son los Quality Rights? Son un estándar internacional de derechos básicos para todo ser humano. "Mucha gente se puede preguntar 'cómo es posible que los locos decidan', y la respuesta es que estamos ante una cuestión tan básica, de Derechos Humanos, como la de que cualquier persona pueda decidir sobre su vida". Decidir sobre la vida implica decidir sobre la vida laboral, donde vivir y con quién, y qué tipo de atención recibir, entre otras cuestiones.

BARCELONA 12/02/2025 Sociedad. Retratos a Maria José Navarro, Directora de Drets i Suports i Referent. De la fundación Pere Claver. FOTO de ZOWY VOETEN

Maria José Navarro y Luis Varea. / Zowy Voeten

Junto a Navarro, codo con codo, Luis Varea, coordina el Área Social de Pere Claver, y se pregunta por qué los jueces son tan tímidos a la hora de aplicar esta nueva norma. "Si un juez pasara unas cuantas horas con estas personas con discapacidad se daría cuenta de su situación y qué representa para él o para ella poder decidir".

Un cambio de 180 grados

Navarro y Varea explican de forma muy elocuente que cuando una de las 470 personas con algún tipo de discapacidad (tres cuartas partes de las mismas tienen problemas de salud mental) que atienden es informado de sus derechos a partir de ahora, le cambia la cara e incluso se puede llegar a preguntar si será capaz, porque la percepción social de la incapacitación y la tutela está todavía muy arraigada en el conjunto de la sociedad.

El miedo a equivocarse

Ambos profesionales -trabajador social y educadora social- viven cada día el cambio que supone que estos hombres y mujeres sena escuchados respecto a la gestión de su dinero, un ingreso hospitalario o un cambio de medicación.

Las familias tienen miedo a que ellos se equivoquen, pero yo me pregunto quién en su vida no se ha equivocado

María José Navarro

— Drectora del ámbito de Derechos y Apoyos de la entidad Pere Claver Grup

Lo que no es siempre tan fácil es que las familias acepten que a partir de ahora todas las decisiones de esta persona le pertenecen. Son personas con dificultades evidentes, ya sea por un retraso cognitivo, por un problema de salud mental, una falta de apoyo familiar o una toxicomanía, entre otras problemáticas. "Las familias -explica Navarro- tienen miedo de que este aumento de derechos haga que sus seres queridos, con estas discapacidades, se equivoquen, pero yo me pregunto quién en su vida no se ha equivocado", afirma Navarro.

Se da la circunstancia de resoluciones judiciales que piden a estas personas no solo que lleve una vida ordenada sino que incluso ahorren. Planteamientos que las entidades sociales, agrupadas en la red Encaix, se están encontrando día a día en una aplicación lenta y cuanto menos tímida de esta ley que está vigente y que cambia el enfoque por completo.

Pues bien, lo que debería ser ahora una excepción (por ejemplo, que haga falta la firma de la entidad para que el usuario pueda sacar dinero del banco), se está convirtiendo en una norma en las decisiones de los jueces. Con lo cual, "se mantiene la herencia de la anterior concepto de tutela" a la hora de revisar todas las resoluciones anteriores, explica Navarro. La ley obligaba a revisar todas las resoluciones en tres años, pero la lentitud hace que se amplíe el plazo a seis.

Un cambio para todos

Para las entidades también se trata de un cambio de mentalidad. Es más, en Pere Claver existe un Comité de Ética asistencial para valorar el día a día del apoyo al ejercicio de la capacidad jurídica de las personas, porque se generan dilemas éticos entre dos principios: el de la autonomía de la persona atendida y la protección a la misma para evitar que sus decisiones tengan consecuencias negativas. "La clave -insiste Navarro- consiste en fomentar la autonomía sin desproteger" a estos ciudadanos atendidos.

Y es que lo que las entidades quieren subrayar en todo momento es lo que afirma Varea: "En ningún momento se deja de atender y acompañar a las personas". El objetivo es, insiste Navarro, sensibilitzar a toda la ciudadanía sobre este nuevo paradigma que afecta a todas las esferas de la vida de los hombres y mujeres con discapacidad. Y les convierte en protagonistas de su vida.

El contenido del cambio

Hasta el 2021, las personas con discapacidad podían perder la tutela o la curatela. El cambio legal consiste ne la asistencia, y no en la tutela, para que se ayude a estos ciudadanos a decidir. Antes de la nueva norma, en Pere Claver, la mayoría de las personas eran tuteladas.

Ahora ya no se pueden constituir tutelas ni curatelas y las existentes se han de revisar para convertirlas, de acuerdo con la nueva ley (de apoyo a la capacidad jurídica) en asistencias o bien retirar la figura de protección existente.

La ley afirma que la asistencia con carácter de representación tiene que ser el último recurso, pero las entidades denuncian que se está convirtiendo en la norma. La conclusión, con datos de Pere Claver en la mano, es que más del 50% de las resoluciones revisadas se convierten en "asistencias representativas". Es decir, se deja en manos de la entidad la decisión final sobre cuestiones como el dinero.