Desigualdad y superación

El reto de ser madre con trastorno mental: aceptación, acompañamiento, activismo

"Bien acompañada, tiene todo un camino por delante de amor, aceptación y desarrollo consciente de su crianza"

"Me he sentido, como madre monoparental, sobrepasada por trabajos, exigencias, agendas.."

Una mujer jugando con su hijo en casa.

Una mujer jugando con su hijo en casa.

Marta, mujer, madre y activista en salud mental, vinculada a SMC

Barcelona
Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Ahora ya han pasado unos años desde que, siendo adolescente, solía buscar refugio en mi habitación, entre libros, sintiéndome más cómoda así que saliendo con amigas o socializando. Esto me producía una cierta angustia intolerable, que me hacía sufrir y sentirme extraña y abrumada entre tanta gente, tantas palabras, tantos sonidos, tanta sensación de tener que ser alguien que yo no era. Allí empezó un proceso de imitación y de interpretación, para aprender a mantener relaciones sociales, a buscarme la vida, a trabajar, a ser una ciudadana honrada y trabajadora... Con todo lo que yo pensaba que era tener una vida buena. Es decir, practiqué la acción de esconderme de mí misma.

Practiqué la acción de esconderme de mí misma

De la angustia a la autodeterminación

Fui diagnosticada, ya en la adolescencia, con un trastorno de salud mental. Pero, en principio, en mi entorno no se le dio demasiado peso. Ahora podría decir que quizás esta no-mirada, también me ayudó a hacerme fuerte, a hacer teatro, a aprender observando cómo los grupos humanos socializaban y cómo, poco a poco, me hacía cada día más autónoma y más fuerte en la práctica de la autodeterminación.

Arrastraba dosis astronómicas de sufrimiento, angustia, extrañeza ¡Hasta que volvía a recuperar la máscara y volvía empezar!

Siempre arrastrando, eso sí, dosis astronómicas de sufrimiento, angustia, extrañeza y, cada ciertos períodos de tiempo, bajadas anímicas que me hacían estar de baja durante meses. ¡Hasta que volvía a recuperar la máscara y volvíamos a empezar!

Merecían una madre trabajada

Gracias al tiempo y a mi curiosidad innata por seguir buscando lo que me pasaba y ver cómo rebajar mi angustia vital, empecé varias terapias: ejercicio físico, terapias psicológicas, lecturas de autoayuda, etc.

Gracias a mi maternidad, sentí que mis hijos eran merecedores de una madre trabajada en estas materias de reducción de angustia vital y que quería realizar un acompañamiento y una crianza adecuada para mis pequeños.

Superar la culpa

Sólo tengo palabras enormes de agradecimiento por mis maestros de yoga y por algunas profesionales de la medicina que han pasado por mi vida, aportándome su visión y ayudándome a superar un sentimiento de culpa extremo, por la oportunidad que la vida me dio de vivir una maternidad deseada.

Mis maestros de yoga y por algunas profesionales me han ayudado a superar un sentimiento de culpa extremo

Empecé este camino en pareja pero, cuando los niños eran muy pequeños, me separé. Ahora, sigo criando a mis hijos de la mejor manera que sé y que puedo. Mis hijos ven a su padre cuando quieren. Conseguir esto me ha constado nervios, energías, angustias y estados enormes de estrés. Mis hijos comparten también ratitos con sus abuelos y sus tíos y yo he encontrado, en los últimos tiempos de baja del mundo productivo laboral, un camino interior hacia mi recuperación, aceptación y autoestima.

Co-Elna, un proyecto de investigación

Actualmente, formo parte del grupo de co-creadoras del proyecto Co-Elna, un proyecto colaborativo de investigación entre el Parque Sanitario Sant Joan de Déu y Salut Mental Catalunya. Como mujer y madre en primera persona, siento la complicidad de poder avanzar con mis compañeras, tanto mujeres profesionales como mujeres en primera persona, hacia una recogida de información y datos que hasta ahora no se había tenido casi en cuenta.

Oir expresiones como que la salud integral de los hijos depende de la de su madre es una carga mental muy pesada

Creo que un proyecto como éste, que sensibiliza hacia la realidad de las mujeres que maternan y tienen un trastorno mental, y tiene como fin poder acompañar adecuadamente la realidad de su día a día, de forma más empática, eficiente y dándole un valor a esta misión, es fundamental.

Llevamos una pesada carga

Cuántas veces he oído que la salud integral de los hijos e hijas depende de la realidad y la salud integral de su madre. Qué carga mental tan pesada nos suponen expresiones como estas, a veces desde una mirada de juicio estructural. Cuántas veces me he sentido, como madre monoparental, sobrepasada por trabajos, exigencias, agendas múltiples de actividades varias de mis hijos, citas y documentaciones y gestiones a realizar de carácter siempre urgente... El día a día, como madre, es increíblemente potente y, desgraciadamente, invisibilizado a nivel social.

El día a día, como madre, es increíblemente potente y, desgraciadamente, invisibilizado a nivel social

Se da por sentado: “Es lo que toca”, “Es lo que tiene ser madre”... Qué injustas son estas expresiones. El acompañamiento social, instrumental e institucional hacia la figura de las madres es clave en el desarrollo social de una comunidad y también hacia la autonomía de sus hijos e hijas.

Para mí, colaborar y participar en la evolución del grupo de trabajo de Co-Elna es el inicio de una nueva etapa para la salud mental de las madres. Es el inicio de una mirada de aceptación y visibilización hacia las mujeres que sufren un trastorno de salud mental y que son madres a la vez. Sin juicios, sin estigmas, con una mirada abierta hacia una realidad que merece ser estudiada, entendida y acompañada.

Co-Elna representa una mirada abierta hacia una realidad que merece ser estudiada, entendida y acompañada

Es importante entender que una mujer, madre, con un proceso de trastorno de salud mental, bien acompañada por profesionales y redes de apoyo entre iguales, tiene todo un camino por delante de amor, aceptación y desarrollo consciente de su crianza.

Doy las gracias al proyecto Co-Elna por empezar a crear este camino de conocimiento y porque siento que hasta ahora no había encontrado un proyecto tan comunitario entre mujeres profesionales y en primera persona. Ser miembro de Co-Elna es todo un reto y un aprendizaje.

Marta, mujer, madre y activista en salud mental