Salud y hábitos

¿Son los peluqueros los nuevos terapeutas low cost?

Escuchar, pero sin cruzar la línea: el límite entre cortar el pelo y hacer de psicólogo

Las psicólogas valoran positivamente los vínculos y la confianza que se genera

Núria Camps, en su peluquería en el barrio del Poblenou de Barcelona.

Núria Camps, en su peluquería en el barrio del Poblenou de Barcelona. / JORDI COTRINA / EPC

Marc Darriba

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Barcelona
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Cuando pensamos en una peluquería, a menudo nos viene a la mente un espacio de cuidado estético, un lugar al que vamos para cortarnos el cabello o hacernos un cambio de imagen. Pero, para muchas personas, la peluquería también es un refugio emocional. Un espacio donde hablar, desahogarse y encontrar a alguien dispuesto a escuchar. Tanto es así que hay quienes dicen que los peluqueros ejercen un rol similar al de un psicólogo, aunque sin formación académica. Pero, ¿hasta qué punto es cierto? ¿Y qué implicaciones puede tener?

El peluquero que escucha

Jose Martín, peluquero de 'La Pelu del Jose', en la Barceloneta, tiene claro que su trabajo va más allá de la estética. “Somos personas que tocamos a los clientes, y no hay muchas profesiones que impliquen este contacto. Además, depositan su imagen en nuestras manos. Esto genera una gran confianza”, explica.

Depositan su imagen en nuestras manos. Esto genera una gran confianza

Jose Martín

— Peluquero

Con los años, dice, ha desarrollado una gran empatía y una actitud de escucha hacia sus clientes. Pero también tiene claro que “un psicólogo es un psicólogo” y que su trabajo no se puede comparar con una terapia.

Barcelona 20.02.2025. Sociedad. Jose, junto a su hijo también peluquero, en su local de peluquería ‘la pelu de Jose, en el barrio de la Barceloneta. Para reportaje sobre peluqueros/as psicólogos. Fotografía de Jordi Cotrina

Jose, junto a su hijo también peluquero, en su local de peluquería en el barrio de la Barceloneta. / JORDI COTRINA / EPC

En su experiencia, muchos clientes comparten con él aspectos de su vida, pero mantiene una distancia profesional: “Yo soy de escuchar y animar. No solucionamos problemas; sin embargo, podemos ayudar a sentirse mejor”. Sin embargo, también cree que este rol de acompañamiento se está perdiendo: “Antes la peluquería era un espacio comunitario. Ahora la gente viene, se corta el pelo y se va”.

No hacemos de psicólogos. Lo que hacemos es poner la oreja, que es diferente

Núria Camps

— Peluquera y propietaria del 'Hair Room' de Poblenou

Nuria Camps, peluquera con más de 40 años de experiencia y que está al frente del 'Hair Room' de Poblenou, coincide en que los peluqueros no son psicólogos, aunque tienen una función de escucha importante. “Me lo han preguntado muchas veces, pero mi opinión es que no hacemos de psicólogos. Lo que hacemos es poner la oreja, que es diferente”. Para ella, la clave está en saber cuándo intervenir y cuándo simplemente escuchar. “No se debe confundir la conversación con una orientación psicológica. Yo puedo escuchar a una clienta que se está separando, ayudarla a escoger un peinado que le dé luz o le haga la vida más fácil, pero no es mi trabajo aconsejarla sobre qué hacer con su vida. Eso sería muy intrusivo”.

El impacto psicológico de la peluquería

Según la psicóloga y colaboradora de SanaMente María José Valiente, esta función de la peluquería tiene mucho sentido. “Cuando una persona pone su aspecto físico en manos de otra, se crea un vínculo de confianza muy fuerte”, explica. La proximidad y la cotidianidad de un peluquero lo convierten en una figura con quien muchas personas se sienten cómodas hablando. Para algunas, puede ser la única interacción social significativa del día.

Barcelona 20.02.2025. Sociedad. Núria Camps, en su local de peluquería en el barrio del Poblenou. Para reportaje sobre peluqueros/as psicólogos. Fotografía de Jordi Cotrina

Núria Camps, en su peluquería. / JORDI COTRINA / EPC

Además, destaca que el refuerzo positivo tiene un papel especial en la autoestima: “Un peluquero te dice ‘te queda muy bien este corte’ y esto puede marcar la diferencia en cómo te sientes ese día”. En este sentido, las peluquerías pueden convertirse en espacios de socialización y apoyo emocional, especialmente para colectivos minorizados como el afrodescendiente, o personas que viven en soledad.

Un peluquero te dice ‘te queda muy bien este corte’ y esto puede marcar la diferencia en cómo te sientes ese día

Maria José Valiente

— Psicóloga y colaboradora de SanaMente

¡Pero también hay riesgos. “No podemos confundir la escucha y el apoyo con una intervención profesional. Un psicólogo ayuda a entender qué pasa y a buscar herramientas para afrontarlo. Un peluquero puede escuchar, pero no puede ofrecer este tipo de ayuda estructurada”.

El poder de los vínculos

Ingrid Mulero, experta en redes comunitarias, añade otra perspectiva: “Los vínculos curan. Alguien que te escucha, que está pendiente de ti durante un rato, puede tener un efecto positivo en el bienestar emocional”. Por ello, defiende que los espacios comunitarios como las peluquerías, los cafés o los centros cívicos tienen un papel fundamental en la salud mental colectiva. “Son espacios naturales de apoyo que pueden ayudar a prevenir problemas emocionales”.

Son espacios naturales de apoyo que pueden ayudar a prevenir problemas emocionales

Ingrid Mulero

— Psicóloga

Sin embargo, advierte del peligro de sustituir el apoyo profesional por estas redes informales. “Hay quienes tienen más confianza en su peluquero que en un hijo al que ven una vez al año. Esto puede ser bonito, pero también puede indicar una falta de redes de apoyo más estructuradas".

Barcelona 20.02.2025. Sociedad. Jose, en su local de peluquería ‘la pelu de Jose, en el barrio de la Barceloneta. Para reportaje sobre peluqueros/as psicólogos. Fotografía de Jordi Cotrina

José, en su peluquería. / JORDI COTRINA / EPC

Camps también destaca que las generaciones más jóvenes han reducido este tipo de interacciones en la peluquería: “Antes, la peluquería era un lugar de encuentro, sobre todo para las personas mayores. Tengo clientas que vienen desde hace más de 30 años. Sé todo sobre ellas, sus familias, sus preocupaciones. Pero los jóvenes no comparten tanto. Tienen otras herramientas y círculos sociales”.

Barcelona 20.02.2025. Sociedad. Detalle de un ‘slogan’ en el local de peluquería ‘la pelu de Jose, en el barrio de la Barceloneta. Para reportaje sobre peluqueros/as psicólogos. Fotografía de Jordi Cotrina

Detalle de un ‘slogan’ en el local de peluquería ‘la pelu de Jose, en el barrio de la Barceloneta. / JORDI COTRINA / EPC

Aun así, ha tenido situaciones en las que ha sentido la necesidad de alertar a familiares sobre el estado emocional de algunos clientes mayores: “Tengo el WhatsApp de la hija de una clienta viuda, y alguna vez le he dicho: ‘Veo a tu madre un poco decaída’. No entro más allá, pero aviso”.

La peluquería era un lugar de encuentro.Tengo clientas que vienen desde hace 30 años. Los jóvenes no comparten tanto

Martín también destaca que, a menudo, el simple hecho de tener una conversación puede marcar la diferencia: “Hay clientes que llegan con el día hecho un desastre y se van con una sonrisa. A veces no es solo por el corte de pelo, sino porque alguien les ha prestado atención”. Esta interacción, dice, es un valor añadido de la profesión: “Es un trabajo de contacto humano. Sin darnos cuenta, muchas veces estamos brindando un poco de apoyo emocional”.