Psicología
¿Cuánto se tarda en superar una ruptura? Esto es lo que nos dice la ciencia
El duelo supone un cambio abrupto en nuestra emocionalidad

Una ruptura de pareja / 123RF


Ángel Rull
Ángel RullLicenciado en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid, con más de 10 años de experiencia en el ámbito de la Psicología Sanitaria, tanto en clínica con población general, como en hospitales, con patologías más severas. Desde 2017, trabajo diariamente con personas de diferentes edades y con una amplio abanico de problemas de manera online, rompiendo las barreras físicas de la terapia convencional.
Las rupturas amorosas pueden ser una de las experiencias emocionales más complejas en la vida de una persona. Cuando una relación termina, se produce una serie de cambios emocionales y psicológicos que pueden generar una sensación de pérdida profunda. Esta reacción no es solo subjetiva, sino que también tiene bases biológicas y psicológicas.
Desde una perspectiva neuroquímica, el cerebro experimenta una reducción en la producción de dopamina y oxitocina, neurotransmisores asociados con el placer y la conexión social. Este descenso puede provocar síntomas similares a los de la abstinencia, generando angustia, ansiedad e incluso alteraciones en el sueño y el apetito.
A nivel emocional, una ruptura puede desencadenar sentimientos de tristeza, culpa y confusión. También puede impactar en la autoestima, especialmente si la relación era parte fundamental de la identidad de la persona. Estas reacciones pueden variar en duración e intensidad según el apego emocional, el tipo de vínculo y las circunstancias de la separación.
¿Por qué nos preocupa cuánto tarda en superarse?
La incertidumbre sobre el tiempo necesario para superar una ruptura es una preocupación común. Muchas personas buscan una referencia temporal que les permita saber cuándo volverán a sentirse bien. Esta inquietud puede estar influenciada por la presión social, las experiencias previas y los relatos que se difunden en medios y redes sociales.
El deseo de encontrar un "plazo de recuperación" también está vinculado con la necesidad de control. Cuando alguien atraviesa una pérdida emocional, la incertidumbre puede ser abrumadora, por lo que tener un marco temporal estimado brinda una sensación de estructura y esperanza.
Sin embargo, cada persona procesa la pérdida de manera diferente. Factores como la duración de la relación, la intensidad del vínculo y la presencia de redes de apoyo influyen en el tiempo de recuperación. Por ello, establecer un "tiempo universal" para superar una ruptura resulta poco preciso.
¿Qué consecuencias tiene no superarla?
Cuando una ruptura no se procesa de manera adecuada, puede dar lugar a efectos negativos en diversas áreas de la vida. Una de las principales consecuencias es el impacto en la salud mental. La prolongación del dolor emocional puede derivar en estados de ansiedad o depresión, afectando la calidad de vida y el bienestar general.
Otro efecto común es la dificultad para establecer nuevas relaciones. Cuando el duelo por la separación se extiende en el tiempo, algunas personas pueden desarrollar miedos o inseguridades que obstaculizan la posibilidad de abrirse a nuevas experiencias afectivas. En algunos casos, también pueden aparecer patrones de evitación o una tendencia a idealizar la relación pasada.
Desde un punto de vista físico, el estrés prolongado asociado a una ruptura no superada puede manifestarse en fatiga, alteraciones en el sistema inmunológico y dificultades en la concentración. Estos efectos refuerzan la importancia de abordar el proceso de duelo de manera consciente y saludable.
Esta es la duración que nos dice la ciencia
Diversos estudios han intentado establecer un tiempo promedio para superar una ruptura. Un estudio realizado por Morris y Reiber (2011), publicado en The Journal of Positive Psychology, sugiere que el tiempo promedio para recuperarse de una ruptura significativa oscila entre tres y seis meses. Sin embargo, esta duración puede variar considerablemente dependiendo de la intensidad del vínculo y de la persona afectada.
Por otro lado, un estudio de Fisher et al. (2010) publicado en The Journal of Neurophysiology analizó la actividad cerebral de personas recientemente separadas. Los resultados indicaron que el cerebro experimenta un proceso similar al de la abstinencia en el caso de las adicciones, lo que puede prolongar la recuperación emocional.
Además, un estudio de Lewandowski et al. (2009) en Personal Relationships sugiere que el proceso de recuperación está influenciado por la autoestima y el nivel de apoyo social. Aquellas personas con redes de apoyo sólidas y estrategias de afrontamiento efectivas suelen recuperarse más rápidamente que aquellas que atraviesan la ruptura en aislamiento.
En general, la ciencia respalda la idea de que el tiempo de recuperación es variable y que factores psicológicos, emocionales y sociales desempeñan un papel clave en el proceso.
Como vemos, superar una ruptura amorosa es un proceso complejo y personal, influenciado por diversos factores. Aunque la ciencia ha intentado establecer un tiempo promedio de recuperación, la realidad es que cada persona vive el duelo de manera diferente. Es normal experimentar altibajos emocionales y necesitar tiempo para reconstruir la estabilidad emocional.
La clave está en permitir que el proceso de sanación se desarrolle de manera natural, sin presionarse por cumplir con un plazo establecido. Comprender que la recuperación no es lineal y que cada persona necesita su propio ritmo es fundamental para transitar este periodo de la mejor manera posible.
Finalmente, rodearse de apoyo social y generar espacios para el autocuidado pueden hacer que el camino de superación sea más llevadero y constructivo.
* Ángel Rull, psicólogo.