Psicología

Invisibilidad e infantilización en el sexo lésbico: ¿por qué ocurre y cómo afecta a las mujeres lesbianas?

Las mujeres que se acuestan con mujeres sufren la violencia patriarcal

La invisibilización del sexo entre mujeres

La invisibilización del sexo entre mujeres / 123RF

Ángel Rull

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El concepto de invisibilidad e infantilización en el sexo lésbico hace referencia a la forma en que las relaciones sexuales entre mujeres son minimizadas, malinterpretadas o incluso ignoradas dentro de una sociedad que prioriza la heterosexualidad como modelo normativo. Esta falta de reconocimiento no solo proviene del desconocimiento generalizado, sino también de la falta de representación adecuada en el ámbito educativo, en los medios de comunicación y en la narrativa social dominante.

Uno de los efectos más evidentes de esta invisibilización es la creencia errónea de que las relaciones sexuales entre mujeres no son "completas" o que carecen de elementos fundamentales para ser consideradas válidas. Esta idea, fuertemente influenciada por una visión falocéntrica de la sexualidad, reduce el sexo a la penetración y excluye otras formas de intimidad y placer que pueden experimentarse en un vínculo lésbico.

La infantilización, por otro lado, se manifiesta cuando se percibe a las relaciones sexuales entre mujeres como inofensivas, experimentales o carentes de verdadera pasión y profundidad. En muchos casos, esto implica que la sexualidad lésbica sea tratada como un "juego" o una etapa pasajera, negando así su validez y el impacto emocional y psicológico que puede tener en quienes la viven.

¿De dónde viene?

Las raíces de esta invisibilización e infantilización son históricas y culturales. Durante siglos, la sexualidad femenina ha sido definida desde la mirada masculina, lo que ha llevado a una falta de reconocimiento de las experiencias y necesidades de las mujeres que se vinculan sexoafectivamente con otras mujeres. La ausencia de documentación y de representaciones realistas en la historia contribuyó a la idea de que las relaciones lésbicas no existían o que no eran importantes.

Desde el punto de vista de la ciencia médica y la psicología clásica, también ha habido una tendencia a patologizar la sexualidad entre mujeres. En muchas ocasiones, se ha interpretado como un signo de trastorno o de inmadurez, lo que ha reforzado la idea de que no es una expresión natural de la sexualidad, sino una desviación o una fase transitoria. Esto ha tenido consecuencias significativas en la manera en que se educa sobre la sexualidad en las escuelas, ya que durante décadas la información sobre el sexo entre mujeres ha sido nula o incompleta.

Además, los medios de comunicación han jugado un papel clave en la perpetuación de estos prejuicios. Cuando el sexo lésbico se representa en el cine o la televisión, suele estar hipersexualizado para satisfacer la mirada masculina o bien se presenta de forma superficial, sin explorar las experiencias reales de las mujeres lesbianas. Esta falta de representación precisa refuerza los mitos y malentendidos que contribuyen a su invisibilización.

¿Por qué ocurre?

Existen diversos factores que explican por qué la invisibilidad e infantilización del sexo lésbico continúa ocurriendo en la actualidad. En primer lugar, la estructura patriarcal de la sociedad sigue considerando a los hombres como el centro de la sexualidad y la experiencia erótica. En este contexto, las relaciones que no involucran a un hombre tienden a ser menospreciadas o vistas como menos significativas.

Otro factor clave es la falta de educación sexual integral. En la mayoría de los sistemas educativos, la sexualidad sigue enseñándose desde una óptica exclusivamente heterosexual y reproductiva, dejando de lado otras experiencias sexuales y afectivas. Como resultado, muchas personas crecen sin conocer la diversidad de formas en que el deseo y la intimidad pueden manifestarse, perpetuando así la desinformación sobre la sexualidad lésbica.

La desvalorización de lo femenino también juega un papel determinante. En muchas sociedades, las experiencias y necesidades de las mujeres son sistemáticamente minimizadas o ignoradas. En este sentido, la infantilización del sexo entre mujeres no es más que una extensión de la tendencia general a menospreciar lo que no está relacionado con la masculinidad.

Finalmente, el desconocimiento y la falta de contacto con realidades diversas refuerzan estos prejuicios. Muchas personas que no tienen referencias directas de parejas de mujeres pueden asumir erróneamente que el sexo lésbico es menos significativo o que no implica los mismos niveles de conexión y placer que otras formas de relación.

¿Cómo afecta a las mujeres lesbianas?

Las consecuencias de la invisibilidad e infantilización del sexo lésbico pueden ser profundas y abarcan múltiples ámbitos de la vida de las mujeres lesbianas. En el plano emocional, muchas pueden experimentar una sensación de invalidez o de falta de reconocimiento de su identidad y experiencias. La idea de que sus relaciones no son "reales" o "suficientes" puede generar sentimientos de aislamiento y de menor autoestima.

En el ámbito de la salud, la falta de información adecuada sobre la sexualidad entre mujeres puede derivar en una menor prevención de enfermedades de transmisión sexual o en la dificultad para acceder a atención médica inclusiva. Muchas veces, los servicios de salud no consideran las necesidades específicas de las mujeres lesbianas, lo que puede traducirse en diagnósticos tardíos o en una atención insuficiente.

A nivel social, esta invisibilización también tiene un impacto en la representación y la aceptación de la diversidad. Si el sexo lésbico sigue siendo tratado como algo secundario o irrelevante, se perpetúa la discriminación y se dificulta la creación de espacios donde las mujeres lesbianas puedan vivir su sexualidad de manera plena y sin estigmas.

La invisibilidad y la infantilización en el sexo lésbico son fenómenos que han sido moldeados por siglos de desconocimiento, prejuicios y una visión patriarcal de la sexualidad. Estos factores han contribuido a que las relaciones sexuales entre mujeres sean minimizadas o vistas con condescendencia, lo que tiene un impacto significativo en la autoestima, la salud y la representación social de las mujeres lesbianas.

Para contrarrestar estos efectos, es fundamental promover una educación sexual inclusiva que contemple todas las experiencias y que elimine la idea de que solo ciertas formas de sexualidad son válidas. También es clave seguir cuestionando los estereotipos impuestos por los medios de comunicación y exigir representaciones más realistas y respetuosas de la diversidad sexoafectiva. Solo así se podrá avanzar hacia una sociedad donde todas las personas puedan vivir su sexualidad sin prejuicios ni limitaciones impuestas por la ignorancia o la discriminación.

* Ángel Rull, psicólogo.