Entrevista | Jordi Basté Periodista y director de 'El món a Rac-1'

Jordi Basté: "La radio no te salvará, te acompañará en la salvación"

"La radio es una gran terapia, que nadie tenga miedo a explicar 'tengo depresión o he pasado por una depresión'"

Entrevista a Jordi Basté

EL PERIÓDICO

Fidel Masreal

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Barcelona
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Con Jordi Basté cerramos el ciclo dedicado a reflexionar sobre radio y emociones gracias a la experiencia de personas claves de la radio en Catalunya, como Gemma Nierga, Xavier Solà, Pablo Tallón y Jordi Manau. Jordi Basté (Barcelona, 1965) dirige desde el 2007 el programa informativo matinal de Rac1, 'El mon a Rac1'. Ha hecho radio deportiva y es un firme partidario no solo de que la radio se emocione sino de hablar abiertamente de salud mental.

-¿La radio sigue siendo un buen vehículo para hablar de las emociones?

-Si ahora entrevistáramos a Marconi, inventor de la radio, seguramente diría que él tenía el mismo objetivo por el que cuál se ha parido la radio, que es compañía. Yo que me considero un enfermo mental desde hace muchos años...soy TDH y TOC. Lo del TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo) lo sabía desde hace años, el TDH (Trastorno por déficit de atención por Hiperactividad) me lo diagnosticaron con mi hija no hace ni diez años. Con lo cual voy medicado y me siento cómplice con determinadas noticias de pastillas que no se encuentran en las farmacias y esto es un problema grave porque yo que soy un TDH low profile necesito las pastillas, pero las criaturas pequeñas que no tienen estas pastillas...

Personas mayores o gente con depresión...quieren que alguien les diga alguna cosa. Y la radio, de noche, ayuda mucho

Es un tema del que cada vez tendremos que hablar más. Y ahora entiendo porqué, por ejemplo, en momentos de mi vida necesitaba dormir con la radio bajo la almohada. Por compañía. Mucha gente, y pienso en personas mayores o gente sola -que ya es una tipología de enfermedad mental-, la gente con depresión... que básicamente quiere que alguien les diga alguna cosa. Y la radio, de noche, ayuda mucho. A mí como oyente de radio me ayuda que haya partidos de futbol, porque me hace desconectar. Desconectar a través de la radio es compañía.

-Es importante esta vivencia porque a un comunicador como usted, a la hora de decidir de qué temas habla y cómo lo hace, nadie le tiene que hacer pedagogía al respecto...

-Pedagogía, sí, porque nadie nace enseñado. Puedo hablar con un mínimo de conocimiento de causa. Por ejemplo, yo no he pasado por una depresión pero conozco a gente que lo ha pasado y antes la depresión no se diagnosticaba, ahora sí

No quiero imaginar lo mal que lo pasa una persona con depresión ¿Qué puedes hacer? distraerte, y aquí emerge la radio

Y no quiero imaginar lo mal que lo pasa una persona con depresión, porque el hundimiento es prácticamente absoluto y nadie te puede convencer. ¿Qué puedes hacer? Distraerte, y aquí es donde emerge la radio. Como una desconexión que te ayuda, hablemos de lo que hablemos. La radio es una gran terapia.

-Afloran en redes sociales los coaches, los asesores, los influencers... ¿La radio es mejor que estas herramientas, en salud mental?

-Creo que es un plus. Solo un plus. Una persona que no está bien necesita elementos para salir y no es solo la radio. Necesitas un profesional, psicólogos o psicólogas titulados o psiquiatras, para que puedan medicarte.

La radio te ayuda, pero ves al médico

Pero la radio como compañía es un añadido. La radio no te salvará, te acompañará en la salvación. La radio te ayuda, pero ves al médico.

-¿En situaciones emocionalmente potentes, en la radio,cuáll es su carta de navegación?

-Mi carta de navegación es colocarme a la altura del oyente. La emoción no te puede disparar un estado de euforia. Tienes que ponerte en la piel del oyente y explicarle lo que creo que tiene escuchar o informarse. A mí me ayuda porque siempre digo que me gusta que pasen cosas. Y cuanto más bestias mejor, entre comillas.

Mi carta de navegación es colocarme a la altura del oyente. La emoción no te puede disparar un estado de euforia

Y me siento muy eufórico, en el sentido de explicar cosas, porque seguramente es lo que me gustaría escuchar si estuviera en casa con algún problema. Que haya una noticia importante me hace desconectar del resto de problemas de la Humanidad.

-Mil veces se ha dicho que el video mataría a la radio, como dice la canción, que la tele la mataría...¿Sigue siendo una herramienta de futuro?

-Totalmente, sí. Lo que no sé decirte cómo se escuchará la radio, pero sí sé que se escuchará. Se dice que ahora los jóvenes no escuchan la radio. Yo recuerdo cuando era joven que con un grupo de gente salíamos los viernes por la noche. Algunos de ellos que trabajaban en EL PERIÓDICO, por cierto. Y pasaba una cosa curiosa: los viernes por la noche o sábados por la noche había un programa clave para la historia de la radio: Gomaespuma. Había tráfico de cintas. No existía el pódcast. Y decidíamos quien grababa el Gomaespuma en un casete.

La radio seguirá en el punto de mira. La han querido matar cuando salió la tele, cuando salió internet... Y no ha habido manera

Nadie escuchaba nada más, ni a [Luis] Del Olmo, ni a [Josep] Cuní. Escuchábamos eso. Han pasado los años y toda esta generación escucha la radio, porque a las siete de la mañana cuando vas en coche alguien te ha de informar de qué pasa en el mundo, o cuando te despiertas te han de explicar qué pasa en Estados Unidos. Creo que hay una generación a la que puede no importarle mucho lo que pasa en el mundo. La vertebración de cómo serán los programas en el futuro no la sé, pero que la radio seguirá en el punto de mira, seguro. La han querido matar cuando salió la tele en blanco y negro, cuando salió la tele en color, cuando salió internet... Y no ha habido manera.

-Desde la pandemia han aflorado los problemas de salud mental. ¿Los comunicadores nos hemos puesto las pilas, lo estamos haciendo bien o qué más tenemos que hacer?

-Que EL PERIÓDICO tenga a una persona encargada de estos temas ya es un paso adelante corporativo. Es importantísimo. Que hablemos de ello sin niningún tipo de miedo es importantísimo. Antes no hablábamos de cáncer y ahora hablamos cada dos por tres. Antes la epidemia del VIH, por la cual dejamos amigos por el camino, era material sensible y ahora se habla de ello sin ningún pudor. Las enfermedades mentales han estado allí, escondidas. Ha tenido que venir un pandemia mundial para aflorarlas. Dentro de lapuñeteras desgracias que trajo la pandemia, que eran todas, hubo una que fue positiva y es que la salud mental salió en primera página.

Cada vez hay más medios valientes que sois capaces de decir 'dediquemos tiempo a hablar de esto, interesa a mucha gente'

Y esto fue clave para que ahora hablemos de ello. Y hablemos mucho más. Y un consejo: que nadie tenga miedo a explicarlo. Que una persona que tiene depresión pueda 'decir tengo depresión o he pasado por una depresión'. Y cuanto más conocida sea esta persona, mejor, porque mejor ayudará a la gente. Si no, quedaremos como siempre: de estos temas no podemos hablar. No, no, no. Hablamos de demasiados temas a veces, algunos falsos y con algunos podemos hundir a la gente. En cambio, de estos temas parece que hayamos tenido pudor a la hora de hablar. Y ahora, cada vez más, hay medios valientes como el que nos ocupa, que sois capaces de decir 'dediquemos tiempo a hablar de esto, porque interesa a mucha gente'. A mucha. Y me atrevería a decir que interesa a mucha gente que no lo sabe.

-Que usted hable tranquilamente hoy de sus problemas, también ayuda...

-Sí, siempre recordaré una llamada del doctor Jaume Padrós cuando fui de los primeros en dar positivo por coronavirus. Yo, como buen TDH, tengo esto del miedo, soy un poco hipocondríaco.

Si ganamos, entre tu y yo, una visita a un psicólogo titulado y colegiado que pueda ayudar a salir a alguien, ya vale la pena

No sabía si al día siguiente me despertaría con un brazo en el suelo. Y Jaume Padrós me dijo una frase que me vale para los siguientes años: 'Explícalo, porque explicándolo puedes ayudar a la gente'. Con la salud mental igual: Tengo un TDH, qué pasa? Pues que tengo un caos mental muchas veces. Fui a una psicóloga y un psicólogo, que me ayudaron y me dijeron 'el trabajo está hecho, ahora ves al psiquiatra'. Y fui a un psiquiatra, que me medicó. Tomo dos pastillas al día. Y es un tema de salud mental. Y quizás alguien dice 'quizás esto que yo siento, como una bola en la boca del estómago, o la sensación de tristeza o de soledad y me lo tengo que hacer miirar'. Pues si ganamos, entre tu y yo, una visita a un psicólogo, titulado y colegiado, que pueda ayudar a salir a alguien, ostras ya vale la pena. Ya vale la pena.