Radio y emociones

"Cada vez se acepta más la pornografía emocional"

"Tenemos que poder hacer comedia, bien trabajada, hablando de salud mental"

"El límite lo impone el invitado"

Entrevista Jordi Manau

Fidel Masreal

Fidel Masreal

Barcelona
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Con motivo del Día Internacional de la Radio, que se celebra este jueves, entrevistamos a comunicadores de la radio para dialogar con ellos sobre emociones. Tras Gemma Nierga, Pablo Tallón y Xavier Solà, es el turno de Jordi Manau (Barcelona, 1988) viene del mundo del guión y de las artes escénicas. Pero se ha convertido en un privilegiado al frente del programa 'Llapis de memòria' de SER Catalunya, donde disecciona la vida de invitados cada sobremesa. Un programa que por desgracia perdió a su creador, Òscar Moré, que murió con solo 50 años. Manau opina sobre emociones, radio, teatro y límites, con una mirada siempre respetuosa.

-Usted vino a presentar un programa por un motivo luctuoso

-Sí, perdimos a Òscar Muré, amigo personal. Entramos en un dilema: ¿Qué hacíamos con el programa? Tenemos pocos referentes de duelo. Y no sabemos qué es ético y qué no lo es.

No hay canal más emocionante que la radio

Primero, cuando los compañeros me propusieron hacerlo yo, les dije que no. Creía que el programa tenía que morir con Òscar. Pero teníamos un sentimiento de pertenencia. Y al cabo de algo más de un mes, tomamos la decisión. Siento que estoy defendiendo el terreno.

-¿Radio, emociones y 'Llapis de memòria' es un buen triunvirato?

-Radio y emociones es un buen mix y está demostrado desde hace años. Es el canal que más se abre a gente anónima, solo hay que recordar a Gemma Nierga en 'La ventana' con un oyente hablando de una historia increíble relacionada con 'Los puentes de Madison', y si le añadimos que hacemos un programa de vida, con música y letras, es un plus más. Los invitados escogen ocho canciones de su vida, nos hacen una explicación de por qué las escogen. Las emitimos y hablamos.

Bacelona 05/02/25 Sociedad. Foto a Jordi Manau, al que hemos ya entrevistado. Dirige un programa llamado Llapis de memòria, en SER catlaunya, que repassa la biografìa de personas públicas a traves de sus músicas vitales. AUTOR: MANU MITRU

Jordi Manau, presentador del 'Llapis de memòria' en SER Catalunya. / MANU MITRU

Con ello vuelven al pasado, recuerdan a personas queridas. No hay canal más emocionante que la radio.

-¿La gente tiene ganas de hablar?

-Sí, porque de lo contrario ya te dicen que no. De hecho yo no iría nunca al 'Llapis de memòria'. Una vez los invitados dicen que sí y están aquí, la música te va amasando y la conversación te va amasando. Es como entrar en un bar: entras y a medida que estás a gusto vas haciendo y en un momento dado te quitas la camiseta.

-¿Es terapia, el programa de radio?

-Para mí es un pozo de conocimiento. He podido conocer muchísima música, y referentes de la gente. Y para la gente invitada, más que terapia es como las diapositivas del viaje a Egipto, es un viaje por su vida.

La música es el canal más directo al alma, va a un lugar donde cuesta mucho acceder

Y te lo explican desde un punto... no terapéutico sino sobre lo que ha sido su vida a través de las canciones. Y la memoria es muy caprichosa, hay gente que se emociona mucho con las canciones, hablando... de recuerdos de su abuelo...

-¿Por qué la música hace clic en las personas?

-Porque la música es el canal más directo al alma, va a un lugar donde cuesta mucho acceder. Y se logra con la magia de la música: una canción que tiene olores, que tiene imagen y te lleva a lugares.

-Como guionista ¿Cómo cree que ha de tratar la ficción a la salud mental?

-Cuando haces ficción, usas la ficción para sanar. Nos lo explicó una invitada con una metáfora: las perlas de las ostras son gracias a la erosión constante de las olas del mar. Desde mi punto de vista de guionista y tirando hacia el humor, creo que deberíamos poder tratar todo esto de las emociones sin miedo, porque nos autocensuramos constantemente y por esto la gente que quiere hablar de ello se lo lleva a la autoficción para poder decir que es su historia y nadie podrá cuestionarlo.

Deberíamos poder tratar todo esto de las emociones sin miedo, nos autocensuramos constantemente

Pero tenemos que poder hacer comedia, bien trabajada, hablando de salud mental. Nos falta background y referentes para poderlo hacer bien. Ahora en las redes sociales enseguida se ofende uno u otro. Y es igual, porque hagas lo que hagas, alguien se ofenderá.

-La autoficción corre el riesgo de generar pornografía emocional...

-Cien por cien, estamos viviendo en los tiempos de la pornografía emocional. Aquí intentamos huir de ello y es difícil, porque si alguien se te abre en canal no le dirás 'cállate'. Pero... es complicado. No tengo una respuesta clara. Ellos toman su experiencia y la canalizan... Sí que hay mucha pornografía emocional y creo que cada vez más aceptación de la pornografía emocional

-¿Qué responsabilidad tenéis los comunicadores respecto a esta pornografía emocional? ¿Cuál es su marco de trabajo para gestionar estas emociones, en el programa?

-La primera repuesta es que todo es contenido. Por ejemplo, sobre el tema de la crianza, todo el mundo da su opinión, y si lo haces bien para unos, lo haces mal para otros.

En psicología estamos en este punto: se ha abierto tanto el abanico que ancha es Castilla

En psicología estamos en este punto: se ha abierto tanto el abanico que ancha es Castilla. En el programa siempre les digo a los invitados: yo te guío y tú me guías y vamos juntos. Tenemos un guion que nos saltamos a menudo. La idea es acompañar a la gente.

-¿Tiene usted límites?

-Sí, el límite lo impone el invitado. Puedo saber que se le ha muerto el padre hace dos meses y si no quiere decirlo yo no lo diré. Después hay otros límites más divertidos como si un famoso tiene una relación con una famosa, como cuando vino Jordi Évole, le intenté colar el tema de Anna Gabriel, con gracia. Y es una manera de entrarle, pero el límite de cosas serias está en el propio invitado.