Salud y empleo

Un estudio constata que los padres con hijos en paro tienen más síntomas depresivos

Los progenitores con un nivel educativo bajo son los más afectados

Los países con menor protección social constatan un efecto mayor en la salud mental de los afectados

Cola delante de una Oficina de Treball de la Generalitat en Barcelona para tramitar el paro.

Cola delante de una Oficina de Treball de la Generalitat en Barcelona para tramitar el paro. / FERRAN NADEU

Marc Darriba

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Los padres con hijos en paro presentan más síntomas de depresión que aquellos con hijos empleados, según un estudio del Centro de Estudios Demográficos de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) publicado en la revista Perspectives Demogràfiques. La investigación, basada en datos de más de 14 mil personas mayores de 50 años de ocho países europeos, destaca que el impacto es mayor en países con menor protección social, como España, Italia, Polonia y la Chequia. En cambio, en los países nórdicos, donde los estados de bienestar son más sólidos, el efecto es menor.

Un modelo de bienestar determinante

El estudio indica que, en los países con menor apoyo social, la familia asume una función subsidiaria, aumentando la presión sobre los padres con hijos desempleados. “Esto se debe a la carga adicional que pueden tener que asumir los progenitores”, explican Jordi Gumà Lao y Anna Baranowska-Rataj, autores del estudio (que forma parte del proyecto europeo HEALFAM, financiado por el Consejo Europeo de Investigación (ERC). Esta situación genera más ansiedad y preocupación en los progenitores, que pueden sentirse responsables del bienestar económico de sus hijos, incluso en etapas avanzadas de su vida.

“Esto se debe a la carga adicional que pueden tener que asumir los progenitores”

Jordi Gumà Lao y Anna Baranowska-Rataj

— Autores del estudio

Los datos de la encuesta Survey of Health, Ageing and Retirement in Europe (SHARE) de 2022 muestran que los padres con un nivel educativo bajo son los más afectados. En España, por ejemplo, presentan un incremento de los síntomas depresivos del 23 % respecto a aquellos con hijos empleados. Esta diferencia se explica porque los progenitores con menor nivel educativo suelen tener menos recursos para ayudar económicamente a sus hijos, lo que puede aumentar su preocupación y estrés.

Jordi Gumà, coautor del estudio, señala que este efecto no es exclusivamente cultural. “En estos países, la familia ha tenido que asumir el rol de cuidado colectivo, también en el ámbito económico. Esto hace que la incertidumbre sea compartida y afecte también a los padres, que deben preocuparse por el bienestar de sus hijos”.

Mayor afectación en madres y padres con menos estudios

En España, las madres con hijos en paro presentan más síntomas depresivos que los padres, especialmente si tienen un nivel educativo bajo. “Muchas madres asumen una mayor carga emocional en el cuidado de los hijos, y la incertidumbre laboral de estos puede afectar significativamente su bienestar psicológico”, explican los investigadores.

Muchas madres asumen una mayor carga emocional en el cuidado de los hijos; la incertidumbre laboral de estos puede afectar significativamente su bienestar psicológico

En cambio, los progenitores con estudios superiores no muestran una relación significativa entre el desempleo de los hijos y su salud mental, posiblemente porque disponen de más recursos para afrontar la situación. Esto sugiere que el nivel educativo y los recursos económicos desempeñan un papel clave en la gestión del estrés derivado de la situación laboral de los hijos.

Nuevas vías para el estudio de la salud mental

El estudio revela que las relaciones intergeneracionales juegan un papel clave en el bienestar de la población mayor y abre nuevas líneas de investigación en este ámbito. Según los autores, sería necesario integrar esta perspectiva en las políticas de salud mental y bienestar social, especialmente en los países con menor apoyo institucional para las personas desempleadas.

Potenciar el acceso de los jóvenes en el mercado laboral reduciría el impacto emocional en los padres. El apoyo emocional no soluciona la causa del problema

Jordi Gumà Lao

— Autor de la investigación

Para Gumà, la mejor solución pasa por actuar sobre la raíz del problema: la precariedad laboral juvenil. “Potenciar el acceso y la estabilidad de los jóvenes en el mercado laboral, así como ofrecer garantías sociales, tendría efectos positivos en toda la sociedad y reduciría el impacto emocional en los padres. Ofrecer apoyo emocional a las familias afectadas, en cambio, no soluciona la causa del problema”, afirma.