Frente a frente con el horror

Moderadores de redes sociales: el coste emocional de un trabajo al límite

Los psiquiatras piden responsabilidad a las empresas

Las secuelas pueden ser imborrables

Personas con traumas previos no deberían ejercer este trabajo, avisan

Un joven mira porno en una 'tablet'. | DAVID CASTRO

Un joven mira porno en una 'tablet'. | DAVID CASTRO

Marc Darriba

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Las redes sociales son para muchos un espacio de conexión, entretenimiento e información. Pero este ecosistema digital esconde un trabajo invisible y extremadamente necesario: el de los moderadores de contenidos. Son ellos quienes, desde el anonimato, protegen a los usuarios de imágenes violentas, discursos de odio y otros contenidos traumáticos. Pero ¿qué pasa con su salud mental? ¿Cuál es el coste emocional de filtrar día tras día lo peor de lo peor de la humanidad?

Una sentencia histórica

El pasado 17 de diciembre, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) reconoció como accidente laboral los trastornos mentales sufridos por un moderador de contenidos subcontratado por Meta. Esta sentencia marca un precedente importante, tal como destaca Benedikt L. Amann, director de la Unidad de Investigación del Centro Fòrum del Hospital del Mar: “Las empresas de redes sociales y sus subcontratas saben qué riesgos implica este trabajo. Formar y acompañar emocionalmente a los moderadores debería ser una prioridad”.

Las empresas de redes sociales saben qué riesgos implica este trabajo. Acompañar emocionalmente a los moderadores debería ser una prioridad

Benedikt Amann

— Director de la Unidad de Investigación del Centro Fòrum del Hospital del Mar

El caso del moderador conocido como P.S., un joven brasileño de 26 años, es paradigmático. Tras más de cinco años expuesto a contenidos extremos como asesinatos, actos terroristas o maltrato animal, P.S. continúa en tratamiento psiquiátrico por las secuelas de este trabajo. Según su abogado, Francesc Feliu, “Meta y su subcontrata han adoptado una posición negacionista y han intentado culpar al trabajador, despreciando la importancia de la salud mental”. Esta situación es un claro ejemplo de cómo las empresas afrontan su responsabilidad hacia los trabajadores. 

Vivir con el trauma vicario

“Los moderadores pueden llegar a ver hasta 400 contenidos diarios, muchos de ellos altamente violentos. Esta exposición constante puede derivar en trastornos por estrés postraumático (TEPT) con síntomas típicos como flashbacks, insomnio, estado de alerta, alteraciones del ánimo y la evitación con todo lo que tiene que ver con el trauma. Experimentar un trauma no es la única manera de sufrir sus consecuencias; ser testigo también puede desencadenar el mismo efecto”, explica Amann. “Esto se conoce como trauma vicario”.

Ser testigo de un trauma también puede desencadenar el mismo efecto que vivirlo

Benedikt Amann

— Director de la Unidad de Investigación del Centro Fòrum del Hospital del Mar

Este tipo de trauma afecta al cerebro de manera profunda. “Las imágenes de alto impacto emocional se almacenan en el sistema límbico, una parte del cerebro que gestiona las emociones. En lugar de procesarse como recuerdos ‘normales’ en la corteza cerebral, estas experiencias quedan ancladas en el sistema límbico como si aún estuvieran presentes, provocando pesadillas,  estados de hipervigilancia u otros síntomas propios del TEPT”, añade el experto.

Trauma y salud mental: riesgo transversal

Los estudios han establecido que el trauma psicológico es un factor de riesgo transversal para el desarrollo de diversos trastornos mentales. Según un metaanálisis llevado a cabo por el Dr. Amann y otros investigadores, publicado en la revista European Archives of Psychyatry and Clinical Neuroscience, las personas que han sufrido traumas tienen casi tres veces más riesgo de desarrollar un trastorno mental. Esta asociación es especialmente significativa en casos de traumas emocionales, físicos o sexuales vividos durante la infancia, con efectos que pueden persistir a lo largo de la vida.

Estos datos refuerzan la importancia de proporcionar entornos laborales seguros y apoyo psicológico adecuado para aquellos trabajadores, como los moderadores de contenido, que están expuestos diariamente a situaciones traumáticas. “Un enfoque basado en el trauma puede ser crucial para prevenir consecuencias a largo plazo”, subraya el Dr. Amann.

¿Quién nunca debería hacer este trabajo?

El Dr. Amann afirma que algunas personas no deberían ejercer nunca como moderadores de contenido. “Personas con trauma complejo o con historias de abandono, abusos o violencia infantil son más vulnerables al impacto de este trabajo. Contratar a alguien con estos antecedentes sería irresponsable”.

También hace énfasis en que las empresas deberían proporcionar apoyo psicológico y contar con expertos en trauma en sus plantillas. “Debemos ser responsables: no cualquiera puede ser controlador aéreo y no cualquiera debería ser moderador de contenido”.

¿La IA como solución?

La inteligencia artificial (IA) se alza como una posible solución para reducir la exposición humana a contenidos traumáticos. Pero el Dr. Amann alerta de que aún no puede sustituir completamente la tarea humana. “No soy especialista, pero si fuera posible, ya lo habrían hecho. La IA puede ayudar, pero no es infalible y deja vacíos que deben supervisarse manualmente”.

Un trabajo que nos protege

Los moderadores de contenidos son la primera línea de defensa en un entorno digital cada vez más complejo. “Su trabajo nos protege a todos; sin embargo, el coste emocional que pagan es demasiado alto. Debemos reconocer su esfuerzo y protegerlos mejor”, reflexiona el Dr. Amann.

Medidas de protección

Formación y transparencia: Es fundamental informar a los candidatos sobre los riesgos ya durante los procesos de selección y proporcionar formación en gestión del trauma.

Cuidado personal: Fomentar un estilo de vida saludable, con apoyo de terapeutas, grupos de apoyo mutuo entre trabajadores, aficiones y una red de apoyo externa.

Pausas y alternancia de tareas: Introducir más pausas para desconectar y combinar la moderación con otras tareas dentro de la empresa.

Especialistas en trauma: Incorporar profesionales que ayuden a procesar las experiencias traumáticas.