"Los psiquiatras radicales no son conscientes del daño que hacen porque están en una dinámica sectaria"
"En Occidente a lo mejor el peso recae en lo biológico y hay que abrirse a lo psicosocial"
"El ser humano se defiende con algo que puede ser sublime, con una forma excelsa de humanidad"
Fidel Masreal
Fidel MasrealPeriodista
Licenciado en Ciències de la Comunicació por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), curso de periodismo jurídico-político por la UAM - El País, ha ejercido como periodista político en Onda Cero, diari Menorca, Ràdio Barcelona (cadena SER) -donde fue jefe de la sección de Política- y Els Matins de TV3. Desde septiembre del 2008 es redactor en El Periódico, primero como cronista parlamentario en Madrid y en la actualidad especializado política catalana. Autor de "Conviure amb la depressió" (Mina, Eniclopèdia Catalana, 2007), "Game Over: els partits polítics, corrupció i vicis del sistema" (La Mansarda, 2013), "Cuentos Ex" (Magma Editorial, 2019) y "Contes del procés" (Magma, 2019). Colabora como analista en TVE, Catalunya Ràdio, SER Catalunya y RAC-1, entre otros.
Guillermo Lahera es uno de esos psiquiatras que sabe trasmitir su pasión por su trabajo, sus ansias de conocimiento y la búsqueda filosófica que hay tras todo debate sobre las enfermedades mentales. Lo ha demostrado en su libro 'Las palabras de la bestia hermosa' y lo demuestra en esta entrevista.
-¿Qué ha aprendido de sus pacientes?
-Que uno puede tener un trastorno pero no es un trastorno. Detrás del pronóstico, de los síntomas...hay un sujeto, con la riqueza biográfica que entraña, de relaciones interpersonales. Hay un relato, una narrativa, detrás de cada paciente. No podemos encasillar a ninguna persona de ninguna manera.
Hay un relato detrás de cada paciente. No podemos encasillar a ninguna persona de ninguna manera
Hay que apreciar su singularidad y esto nos ayudará a darle el mejor tratamiento, porque será un tratamiento personalizado.
-Habla incluso de la belleza, en los trastornos mentales. ¿En qué sentido?
-La enfermedad mental tiene algo bestial, limitante, destructivo, pero el ser humano se defiende con algo que puede ser sublime, con una forma excelsa de humanidad, con todos los recursos a su disposición para salir adelante.
-¿Salen mejor personas?
-Hay personas que han visto tan cara a cara el abismo que han podido captar una idea de la existencia más sabia. Sin ser sabios académicamente, ni eruditos, ni tener títulos. He aprendido de personas con trastornos mentales graves, que implican un nivel de sufrimiento que no podemos imaginar. Cuando cuentan su testimonio de cómo han salido adelante, solo puedo quitarme el sombrero, no puedo mirarles desde arriba. Tengo que decirles: voy a intentar ayudarte, porque soy médico, pero tú en algún sentido eres un héroe, un superviviente.
A los pacientes tengo que decirles: voy a intentar ayudarte, pero tu eres un héroe, un superviviente
-¿Por qué ustedes los psiquiatras tienen tan mala fama?
-En gran parte por nuestra culpa. La psiquiatría a lo largo del siglo XX y previamente ya ni te cuento, ha alimentado, ha ejercido una mala praxis, ha perpetuado el orden manicomial de reclusión, ha participado de dictaduras totalitarias, se ha politizado, se ha radicalizado con visiones muy reduccionistas y ha sido dominada por escuelas de terapia con elementos sectarios.
-¿son estos psiquiatras, de ambos extremos, conscientes de que acaban haciendo daño al paciente?
-No, los que están en posiciones radicales no son conscientes del daño que hacen porque están en un entorno y una dinámica sectaria. Ellos defienden posiciones muy extremas por oposición al resto. Lo que no hacen es integrar miradas. Para el paciente, que es lo más importante, lo necesario es la realidad. Ir a los datos y ver si mejora su vida.
El psiquiatra que está en la realidad integra más, el que da discursos teóricos nunca ha estado día a día con pacientes
El que está en la realidad integra más, el que da discursos teóricos tiene su idea de la enfermedad mental, pero nunca ha estado día a día con pacientes y se monta sus construcciones ideológicas.
-¿No está la balanza demasiado decantada en favor del peso de lo biológico, de la industria farmacéutica?
-Hay que integrar, lo cual no quiere decir que estemos en la equidistancia. A veces nos hemos escorado demasiado a un lado u otro. Ahora en Occidente a lo mejor el peso recae en lo biológico y hay que abrirse a lo psicosocial.
-En España somos líderes en prescribir fármacos
-Porque no hemos diferenciados entre los malestares de la vida, el sufrimiento, las crisis, y los trastornos mentales. El papel de la medicación en el trastorno mental grave es muy importante, pero en las crisis vitales, en los problemas laborales falta una mentalidad de reformular estos problemas no en clave médica sino en qué esta fallando y cómo reorganizarnos para vivir mejor. Y tener la ayuda social, que a veces se deja de lado, para la plaza en la residencia, en el centro de rehabilitación...
Somos líderes en psicofármacos porque no hemos diferenciados entre los malestares de la vida y los trastornos mentales
-¿Ha mejorado la relación de los psiquiatras con la industria farmacéutica, en la que había corruptelas?
-Ha mejorado, hay más control ético, no tienen nada que ver la relación entre médicos e industria respecto a hace quince años, pero es una relación tan conflictiva que tiene que estar permanentemente en observación, tenemos que tener la lupa puesta para que no haya abusos ni excesos ni se perjudique al paciente. Tiene que haber una colaboración público-privada porque es un win win, pero muy vigilada.
-¿Preguntarse constantemte el porqué, si la causa de una depresión es biológia, psicológica, social... , puede ser un error?
-Sí, es muy humano buscar soluciones y la historia de la psicología y la psiquiatría no deja de ser continuamente una búsqueda de la explicación a la enfermedad. Lo que sabemos hoy en día, con más humildad y uniendo la sociología, psicología, distintas voces, sabemos que es muy complejo, que hay vulnerabilidad pero que luego actuan factores de riesgo y de protección, que interactuan entre sí. Y el ambiente modifica la expresión de determiandos genes.
En lugar de preguntarse constantemente el porqué, más vale preguntarse qué hacer
Al final no va haber una explicación. Y lo cuento en el capítulo de mi padre, no hay una explicación. ¿Nos lo preguntamos una y otra vez? Sí. ¿La hubo? No. Tenemos que pensar en clave de complejidad y vulnerabilidad. Igual heredamos alguna vulnerabilidad pero depende de cómo gestionemos cosas o nos ocurran las cosas de la vida desarrollaremos depresión o no.
-Eso en lugar de preguntarse constantemente el porqué
-Más vale preguntarse qué hacer a partir de ahora.
-¿Es cierto que los cuerdos no estamos tan lejos de quien sufre un trastorno?
-El mensaje fundamental es que nadie está libre. Segundo, nadie tiene la culpa, nadie se lo ha buscado. Tercero, que los límetes entre la salud y la enfermedad son muy difusos y es un camino de ida y vuelta.
Los límetes entre la salud y la enfermedad son muy difusos y es un camino de ida y vuelta
Alguien puede haber tenido un episodio y volver a la normalidad. Tenemos que incluir a las personas con trastornos mentales porque somos nosotros, no es algo que le ocurra a una minoría. Cuando cambiemos el chip y tengamos más capacidad de inclusión de estas personas, todos mejoraremos.
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