Psicología
¿Cómo arreglar un enfado de pareja? Hazlo con estas siete claves
La plenitud compartida depende de cómo arreglar un enfado de pareja

¿Cómo arreglar un enfado de pareja? / 123RF


Ángel Rull
Ángel RullLicenciado en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid, con más de 10 años de experiencia en el ámbito de la Psicología Sanitaria, tanto en clínica con población general, como en hospitales, con patologías más severas. Desde 2017, trabajo diariamente con personas de diferentes edades y con una amplio abanico de problemas de manera online, rompiendo las barreras físicas de la terapia convencional.
La dificultad para gestionar los enfados en la pareja radica, en gran medida, en la carga emocional que los acompaña. Cuando dos personas comparten una relación cercana, los conflictos no solo giran en torno al problema en sí, sino también a las emociones y expectativas que cada una lleva consigo. Esto puede hacer que incluso un desacuerdo menor se sienta como un ataque personal, complicando su resolución.
Otro factor es la falta de habilidades comunicativas. Muchas personas no han aprendido a expresar sus emociones de manera asertiva y, en su lugar, tienden a reaccionar de manera impulsiva, con críticas o actitudes defensivas. Esto genera una dinámica en la que ambas partes sienten que no están siendo escuchadas, alimentando el conflicto en lugar de resolverlo.
Además, los enfados en la pareja suelen activar heridas emocionales previas, ya sea de la infancia o de relaciones anteriores. Estas heridas no siempre son conscientes, pero influyen en cómo percibimos y reaccionamos ante el comportamiento de la otra persona. La combinación de emociones intensas, comunicación ineficaz y heridas no resueltas convierte la gestión de los enfados en un verdadero reto.
¿Por qué aparecen?
Los enfados en la pareja tienen múltiples causas, muchas de las cuales están relacionadas con las diferencias inherentes entre las personas. Cada quien llega a la relación con un bagaje único de valores, creencias y maneras de hacer las cosas. Cuando estas diferencias no se comunican o negocian adecuadamente, pueden convertirse en fuente de conflicto.
Otra causa común es la acumulación de pequeñas frustraciones no expresadas. A menudo, las personas tienden a ignorar o minimizar los problemas menores, creyendo que no vale la pena abordarlos. Sin embargo, con el tiempo, estas pequeñas molestias se suman y terminan por estallar en forma de un conflicto mayor que podría haberse evitado.
Por último, las expectativas no cumplidas también juegan un papel importante. En las relaciones, a menudo se espera que la pareja actúe de cierta manera o cumpla ciertos roles, ya sea en la dinámica emocional, en la convivencia o en la toma de decisiones. Cuando estas expectativas no se cumplen, pueden surgir sentimientos de insatisfacción y frustración que, si no se abordan, generan tensiones.
¿Qué consecuencias a largo plazo tiene no gestionarlo en la pareja?
No gestionar adecuadamente los enfados puede tener un impacto significativo en la salud de la relación. Una de las consecuencias más evidentes es la erosión de la confianza. Cuando los conflictos no se resuelven, dejan cicatrices emocionales que dificultan la conexión y el entendimiento mutuo. Con el tiempo, esto puede llevar a un distanciamiento emocional que resulta difícil de revertir.
Otra consecuencia es la aparición de patrones tóxicos de interacción. Las parejas que no resuelven sus conflictos a menudo caen en ciclos de reproches, silencios prolongados o actitudes pasivo-agresivas. Estos patrones no solo perpetúan los problemas existentes, sino que también crean un ambiente en el que ambos miembros de la pareja se sienten menos valorados y respetados.
Finalmente, la acumulación de conflictos no gestionados puede llevar al agotamiento emocional, tanto individual como colectivo. Las relaciones que se ven constantemente marcadas por tensiones y enfrentamientos suelen experimentar una pérdida de intimidad y satisfacción. Si esta dinámica persiste, puede culminar en una separación o en una convivencia marcada por el resentimiento.
Siete claves para arreglar un enfado de pareja
En toda relación de pareja, los momentos de desacuerdo son inevitables. Sin embargo, lo que define el éxito de una relación no es la ausencia de conflictos, sino la manera en que estos se gestionan. Saber cómo manejar un enfado es clave para fortalecer los lazos afectivos y evitar que pequeños roces crezcan hasta convertirse en grandes problemas.
Estas siete claves te ayudarán a restablecer la armonía en tu relación:
1. Tómate un momento para calmarte antes de hablar
Cuando las emociones están a flor de piel, es difícil pensar con claridad. Antes de abordar el problema, dedica unos minutos a respirar profundamente o a realizar alguna actividad que te ayude a relajarte. Esto no significa ignorar el conflicto, sino asegurarte de que puedes expresarte desde un lugar de calma y no de reactividad.
2. Escucha con empatía y sin interrumpir
Es fundamental permitir que la otra persona exprese su punto de vista sin sentir que está siendo juzgada o atacada. Practicar la escucha activa, mostrando interés genuino y haciendo preguntas para entender mejor, puede desactivar gran parte de la tensión y abrir la puerta al diálogo constructivo.
3. Habla desde tus emociones, no desde el reproche
En lugar de acusar a tu pareja de lo que ha hecho mal, utiliza frases en primera persona para expresar cómo te has sentido. Por ejemplo, en lugar de decir "Nunca me tienes en cuenta", prueba con "Me sentí ignorada cuando tomaste esa decisión sin consultarme". Este enfoque reduce la posibilidad de que la otra persona se ponga a la defensiva.
4. Busca el origen del conflicto
A menudo, los enfados en pareja son síntomas de problemas más profundos. Tómate el tiempo para reflexionar sobre si el conflicto actual es realmente sobre lo que parece, o si hay necesidades insatisfechas o temas pendientes que están influyendo en la situación.
5. Encuentra un punto medio
La resolución de conflictos requiere compromiso por ambas partes. En lugar de buscar quién tiene la razón, enfócate en encontrar una solución que respete las necesidades de ambos. Esto puede implicar ceder en algunos aspectos y negociar en otros, siempre desde el respeto mutuo.
6. No saques a relucir conflictos pasados
Un error común durante los enfados es recurrir a temas del pasado para reforzar un argumento actual. Esto no solo desvía la conversación del problema real, sino que también genera resentimiento. Mantente en el presente y concéntrate en resolver el conflicto actual.
7. Reafirma tu compromiso con la relación
Después de resolver el conflicto, es importante recordar que ambos están en el mismo equipo. Pequeños gestos, como un abrazo o unas palabras de cariño, pueden ayudar a cerrar el ciclo del enfado y fortalecer el vínculo emocional.
Los conflictos son inevitables en cualquier relación, pero no tienen por qué convertirse en un obstáculo insuperable. Con paciencia, empatía y habilidades comunicativas, es posible transformar un enfado en una oportunidad para fortalecer la relación. Recordemos que las parejas más fuertes no son aquellas que nunca discuten, sino aquellas que saben cómo superar sus diferencias con respeto y amor.
* Ángel Rull, psicólogo.
- El 60% de las personas mayores de 30 años tienen nódulos benignos en las glándulas suprarrenales
- Un empleado de Ryanair despedido por guiar aviones en el aeropuerto de Mallorca bajo los efectos de las drogas
- Guillermo Chantada, oncólogo: 'Uno de cada tres niños con cáncer de retina es diagnosticado gracias a una foto del móvil
- ¿El cortisol hace engordar? Verdades y mentiras sobre la hormona del estrés, último filón de la industria del bienestar
- Una de las primeras terapias CAR-T consigue que un cáncer cerebral lleve 18 años en remisión
- Jaume Padrós, presidente del Co·legi de Metges de Barcelona: 'Importamos médicos por la puerta trasera
- Máximo Pradera: 'La madre que parió al cáncer es la inflamación, que está relacionada con la comida y el estrés
- La Confederación Hidrográfica del Júcar envió 18 correos en las horas que la generalitat valenciana denuncia 'apagón informativo