Entrevista | Sara Pons Jefa del Servicio de Salud Espiritual de de Fundación Sanitaria Mollet

"La espiritualidad hace conectar al médico con el paciente de una manera muy íntima"

"Los pacientes de los psiquiatras que usan la espiritualidad les dicen: no sé qué me hace, pero me toca el alma"

"En situaciones de vulnerabilidad, las personas hallan recursos internos; una mujer dijo: 'me quiero ir en paz y dejar paz'"

Sara Pons, Jefa del Servicio de Salud Espiritual de de Fundación Sanitaria Mollet.

Sara Pons, Jefa del Servicio de Salud Espiritual de de Fundación Sanitaria Mollet. / Marc Asensio Clupés

Fidel Masreal

Fidel Masreal

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Sara Pons estudió Derecho por inercia familiar pero ha acabado como responsable del servicio de Salud Espiritual de la Fundació Sanitària Mollet. De la mano de la Universitat de Barcelona ha puesto en marcha la primera Cátedra de Salud Espiritual y Humanización, que dirige Anna Falcó-Pegueroles, enfermera, profesora agregada de la Facultad de Enfermería y experta en Bioética.

-¿Dónde nace su vínculo con la espiritualidad?

-Soy Licenciada en Derecho y he trabajado veinte años como ejecutiva en una multinacional. Ahora me preguntarás por qué una licenciada en Derecho hace esto (ríe). Desde pequeña tengo desarrollada la espiritualidad de forma innata y siempre he querido ayudar a los demás. Sentí como una llamada para acompañar a personas cercanas que estaban muriendo. Y empecé a notar que esto era lo mío. Hubo una restructuración en la multinacional e hice realidad lo que quería, trabajar en un Hospital. Me formé en Londres y salió la plaza en Mollet.

-¿Cómo nace la atención espiritual en el Hospital de Mollet?

-Desde el 2017 al 2023 hemos hecho un servicio de atención espiritual para pacientes, familiares y profesionales sanitarios, porque cuando estamos trabajando también llevamos nuestros propios problemas, personales y profesionales en la mochila, la bata no nos los quita. Para una atención que ofrezca serenidad, calma y ternura, que son características de la atención espiritual, el profesional ha de disponer de estas habilidades y si está sufriendo le es muy difícil.

-¿Ha funcionado?

-Sí, ha habido 3 mil visitas a pacientes y familiares y unas 300 visitas a profesionales, el 80% por motivos personales.

Barcelona. 04/12/2024. Sociedad. Sara Pons, Jefa del Servicio de Fundación Sanitaria Mollet, junto a Anna Falcó, responsable de la cátedra de salud emocional de la UB. AUTOR: Marc Asensio Barcelona, Catalunya, España, salud emocional, espiritualidad, máster, UB, estudios, Anna Falcó, Sara Pons, Fundación Sanitaria Mollet, cátedra, Bellvitge, salud espiritual

Sara Pons, Jefa del Servicio de Fundación Sanitaria Mollet, junto a Anna Falcó, responsable de la cátedra de Salud Espiritual y humanización de la UB / Marc Asensio Clupés

-¿Cómo se establece el contacto espiritual con el paciente?

-Nos presentamos como un servicio de salud espiritual, no religioso, que les acompaña en la situación en que están y que se integra en el equipo médico. La intervención se basa principalmente en escuchar. Escuchar el relato de la persona respecto a su enfermedad. Es importante desde donde se hace la escucha, la profundidad desde la que se trabaja. Es una escucha desde el silencio, la calidez, la ternura y leyendo lo que no se está diciendo pero puede estar pasando. Lo puede hacer cualquier profesional formado.

-¿Cómo lo valoran los pacientes?

-Tenemos resultados muy buenos de calificación. Se sienten muy acompañados, escuchados y en calma. Trabajamos mucho en colaboración con salud mental e interconsultamos, entonces es cuando podemos ver situaciones que son indicios de un trastorno y se trata de que salud mental haga el diagnóstico que sea correcto. En ese caso, salud espiritual se retira.

-¿Tenemos tapada la dimensión espiritual de nuestras vidas?

-La tenemos muy tapada. Y muy mezclada con la parte religiosa, que son creencias que enriquecen a la persona. Pero al margen de estas creencias, todos tenemos una dimensión espiritual.

Si la persona tiene una dimensión espiritual desarrollada, asume mucho mejor las pérdidas en todas las otras dimensiones

-¿Qué es la dimensión espiritual?

-Cuando vemos un paisaje o un bebé o un amanecer y nos emocionamos, esto es parte de la dimensión espiritual. En una situación de adversidad, de ingreso hospitalario, la persona entra en desequilibrio en todas sus dimensiones. Si la persona tiene una dimensión espiritual desarrollada y sabemos potenciarla, asume mucho mejor las pérdidas en todas las otras dimensiones, física, psicológica y social.

-Qué pasa con las personas con trastorno mental?

-No atendemos a personas con trastorno, derivamos estos casos a salud mental, que está empezando a tener interés por la espiritualidad y a formarse. Me llegan psiquiatras que usan estas herramientas y reciben cartas de sus pacientes que les dicen: "No sé qué está haciendo últimamente pero en estas sesiones me toca el alma".

La salud menta está empezando a tener interés por la espiritualidad y a formarse

-¿Desde la pandemia hay más sensibilidad de los profesionales de la salud mental por esta dimensión?

-Sí, y cada vez hay más personas que hacen yoga y meditación, incluidos los profesionales. Pero no sabían como vincularlo con su vida profesional. Esta espiritualidad les da coherencia entre lo personal y lo profesional y les ayuda a refrescar el propósito y el objetivo por el que decidieron su profesión, porque les hace conectar con el paciente de una manera muy íntima.

-¿El alimento espiritual puede ser tan útil como una pastilla?

-Si hay prescripción farmacológica es por un motivo, pero es cierto que la espiritualidad es complementaria, ayuda a encontrar una fuerza interior desde la calma para abordar las cosas.

-¿Es compatible la espiritualidad con una sociedad individualista y materialista?

-¿Qué pasa cuando estamos enfermos, cuando estamos ante la máxima vulnerabilidad y en manos de alguien que no conocemos de nada? Pues que en ese momento la buscamos. Y hay muchas personas, sin formación académica ni espiritual, que cuando llega este momento hallan un recurso interno de máxima paz. Una mujer que se dedicaba a cuidar casas dijo "me quiero ir en paz y dejar paz".

"Hemos de partir de un modelo holístico de la persona"

-¿Cómo abordan la espiritualidad los profesionales de la salud mental?

-No es que la espiritualidad la metamos en la salud mental, es que es la cuarta dimensión de las personas, según la OMS, junto a la biológica, la psicológica y social. No se trata de hacer funciones de psicólogo, pero los profesionales sanitarios tenemos claro que, desde una concepción holística, debemos tener en cuenta que el dolor tiene una parte física, emocional y social, y otra espiritual.

-Pero esta visión holística no se aplica demasiado en las consultas...

-Si, sí, pero pararnos en la espiritualidad, con un enfoque no religioso, abre la puerta a que nos podamos dedicar de forma profunda a estudiar, con evidencia científica, hasta qué punto estas cuestiones espirituales tienen impacto en la persona.

-¿Hay evidencia científica de ello?

-Tenemos claro, desde hace años, que al final de vida de una persona cualquier profesional hará lo que sea para atender sus necesidades. La diferencia, con nuestra cátedra, es que se aborda desde una perspectiva laica y salutogénica, para fomentar que haya una valoración de la dimensión espiritual. Existen estudios en oncología, cardiología, ginecología, que parten de cuestionarios e intervenciones específicas y que demuestran una diferencia en los resultados de la salud del paciente. Se trata de dar atención espiritual y herramientas a los profesionales para abordar la espiritualidad desde una perspectiva científica y que podamos cuantificarla y evaluarla como lo hacemos con otros parámetros como la calidad de vida y el malestar o bienestar.

-¿En qué ayudará esta cátedra a la salud de las personas?

-Los profesionales experimentados, formados, tienen capacidad para identificar qué intervención necesita cada familia o cada paciente o los profesionales para canalizar esta necesidad de afrontar la adversidad.