Psicología

Este es el problema de salud mental más frecuente en la comunidad LGTBIQ+ y sus causas

La ansiedad y el estado de ánimo suelen estar afectados en las minorías

Salud mental en colectivo LGTBIQ+

Salud mental en colectivo LGTBIQ+ / 123RF

Ángel Rull

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La salud mental en el colectivo LGTBIQ+ es una temática que ha ganado visibilidad en los últimos años. Sin embargo, todavía existen barreras significativas para comprender y abordar las necesidades específicas de esta población. Dentro de las múltiples dificultades que enfrentan las personas del colectivo, la ansiedad derivada del trastorno por estrés postraumático (TEPT) se posiciona como una de las más prevalentes.

¿Cuál es la problemática de salud mental más frecuente en el colectivo LGTBIQ+?

El trastorno por estrés postraumático es una condición psicológica que surge como respuesta a eventos profundamente estresantes o traumáticos. En el caso del colectivo LGTBIQ+, esta problemática está fuertemente asociada a experiencias de discriminación, violencia, rechazo y exclusión social. Las personas que han enfrentado estas situaciones con regularidad pueden desarrollar una respuesta de ansiedad crónica, que es uno de los síntomas centrales del TEPT.

La ansiedad en el contexto del TEPT no se manifiesta únicamente como una reacción emocional momentánea. Quienes la padecen suelen experimentar una activación constante de su sistema nervioso, lo que genera una sensación de alerta permanente. Esto no solo limita la capacidad de relajarse, sino que también dificulta la gestión emocional en situaciones cotidianas. En el colectivo LGTBIQ+, esta realidad se ve agravada por la falta de entornos seguros donde las personas puedan expresarse plenamente sin temor al juicio o la agresión.

Además, el estigma social y la falta de comprensión generalizada sobre la diversidad sexual y de género contribuyen a perpetuar el malestar. Esta combinación de factores genera un ciclo en el que la discriminación incrementa los niveles de estrés, y este, a su vez, refuerza la ansiedad, dificultando el bienestar de las personas afectadas.

¿De qué manera afecta en el día a día?

La ansiedad por TEPT tiene un impacto significativo en la vida cotidiana de las personas LGTBIQ+. Desde el momento en que comienza el día, muchas personas sienten una carga emocional constante que puede manifestarse en forma de preocupaciones recurrentes, dificultad para concentrarse y sensación de agotamiento. Estas experiencias dificultan tareas aparentemente simples, como socializar o mantener una rutina laboral estable.

En los entornos públicos, la hiperalerta se convierte en un mecanismo de defensa frecuente. Muchas personas desarrollan el hábito de analizar constantemente su entorno, evaluando posibles amenazas. Esta vigilancia constante genera un desgaste emocional considerable, además de limitar la capacidad de disfrutar de momentos de tranquilidad o conexión con otras personas. Por ejemplo, salir a la calle con una pareja o expresar libremente su identidad de género puede convertirse en una experiencia cargada de temor y estrés.

La ansiedad también afecta las relaciones interpersonales. El miedo al rechazo o la repetición de experiencias traumáticas puede llevar a las personas a evitar el contacto cercano con otras. Esto, a su vez, refuerza sentimientos de aislamiento y soledad, creando un círculo vicioso que deteriora aún más su bienestar. De esta forma, lo que podría ser una red de apoyo se transforma en una fuente de tensión y malentendidos, afectando negativamente tanto a las personas del colectivo como a quienes forman parte de su círculo social.

¿Qué consecuencias tiene sobre la salud mental?

Las consecuencias de la ansiedad asociada al TEPT sobre la salud mental son múltiples y pueden ser profundamente debilitantes. En primer lugar, la exposición prolongada a niveles altos de estrés y ansiedad puede dar lugar a trastornos adicionales, como depresión o conductas evitativas. Esto incrementa la sensación de desesperanza y dificulta la recuperación emocional.

La alteración del sueño es otra consecuencia frecuente. Muchas personas experimentan pesadillas relacionadas con eventos traumáticos o tienen dificultades para conciliar el sueño debido a pensamientos intrusivos. Esta falta de descanso reparador afecta su capacidad para enfrentar el día y refuerza los síntomas de agotamiento físico y mental.

Por otro lado, el impacto en la autoestima y la autopercepción también es significativo. La internalización de mensajes negativos y el rechazo social pueden llevar a las personas a cuestionar su valor personal, lo que fomenta un ciclo de autocrítica y autodesprecio. Este deterioro de la autoestima puede influir en la capacidad de las personas para buscar nuevas oportunidades, establecer metas o enfrentarse a nuevos retos.

Finalmente, las dificultades para gestionar la ansiedad y el estrés pueden dar lugar a problemas físicos, como dolores musculares, migrañas o trastornos gastrointestinales. La conexión entre la mente y el cuerpo es innegable, y los efectos del TEPT subrayan la importancia de abordar el problema de manera integral para evitar complicaciones adicionales.

¿Cuáles son las causas?

El desarrollo de la ansiedad por TEPT en el colectivo LGTBIQ+ tiene raíces profundas que se entrelazan con factores sociales, culturales y personales. Una de las principales causas es la discriminación sistemática que muchas personas enfrentan a lo largo de su vida. Desde insultos y burlas en la infancia hasta agresiones físicas o verbales en la adultez, estas experiencias dejan una marca imborrable en la psique de quienes las sufren.

Otra causa relevante es el rechazo familiar. En muchos casos, la falta de aceptación por parte de los seres queridos crea un ambiente hostil en un espacio que debería ser seguro. Este tipo de rechazo genera sentimientos de abandono y vulnerabilidad, que pueden contribuir al desarrollo de síntomas de TEPT. Incluso cuando el rechazo no es explícito, el silencio o la indiferencia pueden tener efectos similares.

La invisibilización y la falta de representación positiva también juegan un papel clave. Crecer sin referentes que validen la propia identidad puede generar una sensación de alienación y desconexión con la sociedad. Esto, sumado al estigma social, fomenta la percepción de que ser quien se es conlleva un riesgo constante, lo que aumenta el estrés crónico.

Por último, es importante mencionar que la exclusión estructural, como la dificultad para acceder a recursos médicos y psicológicos adecuados, agrava la situación. En algunos países o regiones, la discriminación institucionalizada impide que muchas personas reciban el apoyo que necesitan, perpetuando el ciclo de estrés y ansiedad.

La ansiedad por TEPT es, sin duda, uno de los problemas de salud mental más frecuentes en el colectivo LGTBIQ+. Sus raíces en la discriminación, el rechazo y la exclusión social destacan la importancia de abordar estas problemáticas desde un enfoque integral y de generar espacios seguros donde todas las personas puedan sentirse valoradas y respetadas. Solo mediante el reconocimiento de estas realidades podremos avanzar hacia una sociedad más inclusiva y consciente del impacto que tienen nuestras acciones en la salud mental de quienes nos rodean.

* Ángel Rull, psicólogo.