Psicología

Diez estrategias que usan los escandinavos para no sucumbir a la depresión

Los escandinavos sigue determinadas costumbres que les generan resiliencia

Estrategias que usan los escandinavos para no sucumbir a la depresión

Estrategias que usan los escandinavos para no sucumbir a la depresión / 123RF

Ángel Rull

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La depresión es un trastorno del estado de ánimo que afecta a millones de personas en todo el mundo. A diferencia de la tristeza temporal, la depresión implica una alteración persistente del estado de ánimo que puede afectar la capacidad para disfrutar de la vida, realizar tareas diarias y mantener relaciones saludables. Las personas que experimentan depresión suelen sentir una tristeza profunda, acompañada de una falta de motivación, energía y una visión negativa de sí mismas y del mundo.

La depresión es una condición compleja que tiene causas tanto biológicas como psicológicas y sociales. Factores como la genética, los desequilibrios químicos en el cerebro y las experiencias de vida difíciles pueden contribuir a su aparición. En muchas ocasiones, la depresión no se presenta de manera repentina, sino que se va desarrollando progresivamente, lo que hace difícil identificar cuándo comienza. Además, es un trastorno que afecta tanto a nivel mental como físico, ya que puede provocar síntomas como insomnio, dolores de cabeza o alteraciones en el apetito.

Reconocer y comprender la depresión es fundamental para poder abordarla de manera adecuada. Este trastorno no es una debilidad ni algo que se pueda resolver simplemente con "pensar en positivo". Requiere un enfoque comprensivo que integre diversas estrategias, algunas de las cuales se pueden aprender de culturas que han encontrado maneras efectivas de prevenir sus efectos, como los países escandinavos.

¿Por qué determinadas culturas saben protegerse mejor contra la depresión?

Algunas culturas han desarrollado prácticas que ayudan a sus miembros a gestionar mejor las condiciones de vida que pueden contribuir a la depresión. Este es el caso de los países escandinavos, donde, a pesar de los inviernos oscuros y las bajas temperaturas, las personas mantienen una vida emocionalmente saludable. Esto se debe a varios factores, entre ellos el sentido de comunidad, el cuidado del entorno y una fuerte cultura de la autocompasión y el autocuidado, que se refuerzan desde edades tempranas.

Una de las claves de estas culturas es la importancia que otorgan al equilibrio entre el trabajo y la vida personal. La cultura escandinava valora el tiempo en familia y las actividades recreativas, lo que contribuye a un ambiente donde las personas pueden desconectar y reponerse emocionalmente. Además, los valores comunitarios son fundamentales, y se fomenta la cooperación y el apoyo mutuo. Esta estructura social protege a las personas de la soledad y refuerza su sentido de pertenencia, factores que son clave para prevenir la depresión.

Otro aspecto importante es la relación que estas culturas tienen con la naturaleza. Los escandinavos valoran enormemente el contacto con el entorno natural, y actividades como caminar por el bosque, disfrutar de la luz solar o practicar deportes al aire libre son muy comunes. Esta conexión con la naturaleza tiene un impacto positivo en la salud mental, ya que contribuye a reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y aumentar la sensación de bienestar.

¿Se pueden llevar esos aprendizajes a nuestra vida?

Las estrategias que aplican los escandinavos pueden ser adaptadas a otros contextos, y muchos de estos principios pueden integrarse en nuestra vida diaria para mejorar el bienestar emocional. A pesar de que las condiciones climáticas y culturales varían de un lugar a otro, el enfoque en el equilibrio, el autocuidado y el contacto con la naturaleza son elementos que pueden ser beneficiosos en cualquier entorno. Adoptar prácticas que promuevan el bienestar puede ayudar a reducir el riesgo de experimentar síntomas depresivos y a enfrentar de mejor manera los momentos difíciles.

Incorporar algunas de estas prácticas no significa hacer cambios drásticos, sino implementar pequeñas acciones que ayuden a mejorar nuestra calidad de vida. Por ejemplo, podemos dedicar tiempo a actividades que nos reconecten con nosotros mismos y con la naturaleza, o buscar momentos de descanso para recargar energías. También es posible aprender de la cultura del equilibrio que se practica en Escandinavia, dedicando tiempo a la familia y a actividades recreativas que nos proporcionen satisfacción.

La clave está en identificar las estrategias que mejor se adapten a nuestro estilo de vida y practicarlas con regularidad. Así como los escandinavos han integrado estas costumbres en su vida diaria, nosotros también podemos establecer rutinas que nos ayuden a gestionar mejor el estrés y a mejorar nuestro bienestar emocional.

Diez estrategias que usan los escandinavos para no sucumbir a la depresión

Los países escandinavos, conocidos por sus largos inviernos y sus bajas temperaturas, presentan curiosamente bajos índices de depresión comparados con otras regiones de climas similares. A lo largo de los años, han desarrollado estrategias para enfrentarse al clima y a las condiciones de vida, fortaleciendo su bienestar emocional y su sentido de comunidad.

Estas son las diez estrategias que usan los escandinavos para no sucumbir a la depresión:

1. Fomentar el “hygge” o bienestar en el hogar

El concepto de “hygge” se refiere a crear un ambiente acogedor y agradable en el hogar. En los países escandinavos, este concepto es parte de la vida diaria y se practica con elementos como la iluminación cálida, los textiles suaves y la decoración que invita al confort. Tener un espacio donde sentirse seguro y relajado es fundamental para el bienestar emocional y para combatir la sensación de estrés.

2. Priorizar el contacto con la naturaleza

Los escandinavos valoran enormemente el contacto con la naturaleza. Actividades como caminar por el bosque, disfrutar de la luz natural y pasar tiempo al aire libre tienen beneficios comprobados para la salud mental. La conexión con la naturaleza ayuda a reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y fomentar una sensación de calma.

3. Mantener una rutina de ejercicio físico

En Escandinavia, la actividad física es parte integral de la vida cotidiana. El ejercicio regular, especialmente al aire libre, ayuda a mantener un buen estado de ánimo y a reducir la tensión. Además, el deporte en grupo fomenta el sentido de comunidad, proporcionando un espacio donde socializar y compartir experiencias.

4. Practicar el “lagom”, o equilibrio en todas las áreas

El término “lagom” significa “ni demasiado ni muy poco” y representa el equilibrio. Este principio se aplica tanto en el trabajo como en la vida personal, promoviendo un balance que permite mantener la energía y evitar el agotamiento. La práctica del “lagom” ayuda a priorizar el bienestar, sin excesos ni carencias.

5. Disfrutar de la luz y el calor en invierno

En invierno, los escandinavos crean ambientes luminosos en sus hogares con velas y luces cálidas. Esta práctica ayuda a sobrellevar los días oscuros y a combatir la tristeza estacional. Tener un ambiente acogedor y luminoso contribuye a mejorar el ánimo y a enfrentar el invierno con una actitud positiva.

6. Fomentar la comunidad y las relaciones sociales

El sentido de comunidad es fundamental en los países escandinavos. Las personas suelen participar en actividades comunitarias y mantener fuertes lazos con amigos y familiares. Estas relaciones proporcionan apoyo emocional y crean un entorno en el que cada persona puede sentirse escuchada y valorada.

7. Adoptar una dieta equilibrada y natural

La alimentación también juega un papel importante en el bienestar emocional. Los escandinavos suelen seguir una dieta rica en pescados, frutas y vegetales frescos, lo cual contribuye a la salud física y mental. Esta alimentación ayuda a mantener los niveles de energía estables y favorece una buena salud general.

8. Practicar la gratitud y la apreciación por las pequeñas cosas

La gratitud es un valor esencial en la cultura escandinava. Valorar los pequeños momentos y ser consciente de lo que se tiene fomenta una mentalidad positiva y ayuda a reducir el estrés. La gratitud también refuerza la satisfacción personal, lo cual es clave para el bienestar emocional.

9. Promover el descanso y la desconexión digital

En Escandinavia, se valora la importancia del descanso y de desconectar de las pantallas. Mantener un buen ritmo de sueño y reducir la exposición a dispositivos digitales permite a las personas recargar energías y mantener un estado mental equilibrado.

10. Dedicar tiempo al autocuidado y a la introspección

El autocuidado es una práctica común en los países escandinavos, donde se valora el tiempo personal para reflexionar y cuidar de uno mismo. Esta atención al bienestar personal permite enfrentar el estrés y la tristeza de manera constructiva, promoviendo una vida más plena y satisfactoria.

Las estrategias que los escandinavos emplean para prevenir la depresión reflejan un enfoque consciente hacia el bienestar emocional. Prácticas como el “hygge”, el contacto con la naturaleza y el equilibrio en todas las áreas de la vida ayudan a construir un estado mental saludable y resiliente. Aunque estas prácticas nacen de un contexto cultural particular, pueden adaptarse y ser beneficiosas en cualquier entorno. Incorporar estos principios en nuestra vida cotidiana contribuye a mejorar nuestra salud mental y a reducir el riesgo de sufrir depresión.

* Ángel Rull, psicólogo.