Psicología

Ocho mitos sobre el sexo en el colectivo LGTBIQ+

Las identidades y orientaciones no normativas se enfrentan a diversos prejuicios

Mitos sobre el sexo en el colectivo LGTBIQ+

Mitos sobre el sexo en el colectivo LGTBIQ+ / 123RF

Ángel Rull

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Los mitos sobre el sexo son ideas preconcebidas o creencias erróneas acerca de la sexualidad, que suelen estar profundamente arraigadas en la cultura y en los valores tradicionales. Estos mitos no solo desvirtúan la realidad de las personas y sus relaciones, sino que, además, pueden causar confusión, rechazo e incomodidad. Al estar vinculados a un tema tan personal e íntimo como la sexualidad, estas creencias afectan la forma en que muchas personas, tanto dentro como fuera del colectivo LGTBIQ+, se perciben y se relacionan con los demás.

La mayoría de estos mitos tiene su origen en un desconocimiento profundo de la diversidad sexual y de género. Al no corresponderse con las normas tradicionales, las experiencias sexuales y afectivas del colectivo LGTBIQ+ suelen verse como “diferentes” o “inusuales”. Sin embargo, estas visiones se basan más en el desconocimiento que en hechos reales. Esto nos lleva a la importancia de analizar y cuestionar estas ideas erróneas para construir una comprensión más inclusiva y respetuosa de la sexualidad.

En el contexto del colectivo LGTBIQ+, los mitos sobre el sexo refuerzan la discriminación y perpetúan los estigmas. Por lo tanto, es crucial que, como sociedad, nos eduquemos y promovamos una visión más amplia y aceptadora de la diversidad. Para esto, comprender y cuestionar estos mitos se vuelve un paso esencial.

¿Por qué tenemos tantos mitos sobre el colectivo LGTBIQ+?

La existencia de tantos mitos sobre el colectivo LGTBIQ+ está profundamente relacionada con la historia de exclusión, prejuicio y falta de visibilidad que ha experimentado. Durante siglos, las experiencias de las personas LGTBIQ+ han sido ignoradas o distorsionadas por discursos dominantes que promovían únicamente modelos de relaciones y sexualidades heteronormativas. Esta invisibilización ha permitido que se generen y mantengan creencias erróneas que, lejos de desaparecer, han seguido reproduciéndose con el tiempo.

Otra razón para la persistencia de estos mitos es la falta de representación veraz en los medios y en la educación. La información sobre el colectivo LGTBIQ+ en temas de sexualidad ha estado, hasta hace poco, ausente de los espacios educativos, y cuando se presenta en los medios, a menudo se hace de forma sesgada o estereotipada. Esta falta de visibilidad realista contribuye a que la sociedad desarrolle ideas equivocadas y prejuiciosas sobre la vida de estas personas.

Finalmente, el miedo a lo diferente y a lo desconocido también alimenta estos mitos. Para muchas personas, el colectivo LGTBIQ+ representa una diversidad que pone a prueba sus propios valores y creencias sobre la sexualidad y el género. Este temor a lo nuevo puede llevar a la creación de explicaciones simplistas que reducen la complejidad de las experiencias de las personas LGTBIQ+ a meros estereotipos. Es por ello que la educación y la apertura al diálogo son esenciales para superar estos mitos y acercarnos a una comprensión más inclusiva.

¿Qué consecuencias tienen esos mitos?

Los mitos sobre el sexo en el colectivo LGTBIQ+ tienen un impacto profundo tanto en las personas afectadas como en la sociedad en su conjunto. En primer lugar, a nivel individual, estos mitos pueden generar sentimientos de vergüenza, inseguridad y rechazo hacia uno mismo en quienes pertenecen a la comunidad LGTBIQ+. Al crecer en un entorno donde su sexualidad o identidad se asocian con ideas negativas, muchas personas experimentan dificultades para aceptarse y expresar su afectividad de manera sana.

En el ámbito social, estos mitos perpetúan la discriminación y refuerzan los estigmas. Al validar ideas erróneas, la sociedad contribuye a la marginación y el aislamiento del colectivo LGTBIQ+. Esto, a su vez, afecta las oportunidades de inclusión y dificulta que las personas LGTBIQ+ puedan vivir libremente y sin prejuicios. Además, estos mitos no solo afectan al colectivo, sino que limitan la capacidad de la sociedad en general para comprender y aceptar la diversidad.

Por último, estos mitos también influyen en las políticas públicas y en el acceso a recursos y servicios. Al considerar que las personas LGTBIQ+ viven realidades “problemáticas” o “anormales”, algunos sistemas de salud, educación o justicia pueden reducir su acceso o bien brindar atención inadecuada. Por lo tanto, desmontar estos mitos es una tarea de responsabilidad colectiva que puede mejorar tanto la vida de las personas LGTBIQ+ como la calidad de la sociedad en su conjunto.

Mitos sobre el sexo en el colectivo LGTBIQ+

A lo largo de la historia, el colectivo LGTBIQ+ ha sido objeto de numerosos mitos, especialmente relacionados con la sexualidad y la intimidad. Estos estereotipos y suposiciones, muchas veces alejados de la realidad, no solo generan confusión y prejuicio, sino que también contribuyen a la marginación y la desinformación.

Estos son los ocho mitos sobre el sexo en el colectivo LGTBIQ+:

1. "Las personas LGTBIQ+ son más promiscuas"

Uno de los mitos más extendidos es el de la promiscuidad en el colectivo LGTBIQ+. Esta idea se basa en estereotipos que asocian a las personas con orientaciones o identidades no normativas con una vida sexual excesiva. Sin embargo, las investigaciones muestran que la sexualidad en el colectivo es tan diversa como en cualquier otro grupo. Este mito no solo es falso, sino que también reduce a estas personas a su vida íntima, ignorando la riqueza de sus relaciones afectivas y familiares.

2. "Las relaciones LGTBIQ+ son menos serias o duraderas"

Existe la creencia de que las relaciones dentro del colectivo LGTBIQ+ son inestables o carecen de compromiso. Este mito ignora la capacidad de las personas LGTBIQ+ para construir relaciones significativas y duraderas basadas en el respeto y el apoyo mutuo. Además, esta idea puede llevar a que la sociedad subestime la importancia de estos vínculos y no reconozca el valor de las familias LGTBIQ+.

3. "En las parejas homosexuales, uno de los miembros ‘asume’ un rol femenino y otro uno masculino"

Esta creencia simplista se basa en una visión heteronormativa de las relaciones. Asumir que en las parejas homosexuales deben existir roles de género fijos es una forma de limitar la libertad de estas personas para vivir sus relaciones de manera genuina y sin restricciones impuestas por la sociedad.

4. "Las personas bisexuales están en una ‘fase’ y eventualmente elegirán una orientación ‘real’"

La bisexualidad es una orientación sexual tan válida y estable como cualquier otra. La idea de que es una fase refleja una incomprensión de la naturaleza fluida y diversa de la sexualidad humana, que puede no ajustarse a las expectativas de una preferencia única y definida.

5. "La asexualidad es una patología o un problema que necesita tratamiento"

Las personas asexuales no experimentan atracción sexual de la misma manera que otras personas, y esto no implica ningún trastorno o carencia. La asexualidad es una orientación legítima y respetable, y este mito solo genera estigmatización y rechazo hacia quienes no sienten interés sexual.

6. "Los hombres gays son ‘pervertidos’ o hipersexuales"

Esta creencia nace de la desinformación y refuerza un estigma profundamente dañino. Al reducir la vida de los hombres gay a una caricatura sexualizada, se niega su derecho a vivir relaciones afectivas y a desarrollar vínculos que no necesariamente están definidos por su vida íntima.

7. "Las personas trans deben operarse para ser realmente quienes son"

La identidad de género de una persona trans no depende de intervenciones médicas. La identidad de género es una vivencia personal y única que no necesita ser “legitimada” mediante operaciones o tratamientos específicos.

8. "Las personas LGTBIQ+ no forman familias ‘normales’"

La creencia de que las familias del colectivo son “anormales” o “incompletas” es un mito que limita la aceptación de las familias diversas. Las familias LGTBIQ+ están formadas por amor, respeto y apoyo, al igual que cualquier otra, y son ambientes saludables para el desarrollo de sus hijos e hijas.

Como vemos, necesitamos desmontar los mitos sobre la sexualidad en el colectivo LGTBIQ+, para poder promover una visión inclusiva y respetuosa. La sociedad, en su conjunto, se beneficia de reconocer y valorar la diversidad en todas sus formas.

* Ángel Rull, psicólogo.