Psicología

Estas son las siete red flags en cualquier relación LGTBIQ+

Los vínculos tienen determinados límites que no se deben traspasar

Red flags en cualquier relación LGTBIQ+

Red flags en cualquier relación LGTBIQ+ / 123rf

Ángel Rull

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Las red flags son indicadores de que algo en la relación no está funcionando de manera adecuada. Estas señales pueden variar en intensidad y frecuencia, y pueden manifestarse en distintos momentos de la relación. No siempre son evidentes al principio, ya que pueden estar disfrazadas de comportamientos que parecen normales o incluso afectuosos. Sin embargo, con el tiempo, se revelan como actitudes que limitan el crecimiento personal, generan inseguridades o crean dinámicas de poder desiguales. Detectar estas señales es fundamental para evitar caer en relaciones tóxicas o abusivas.

Algunas red flags comunes en cualquier relación incluyen el control excesivo, la manipulación emocional, la falta de respeto y la falta de comunicación. En muchas ocasiones, quienes experimentan estas señales pueden dudar de su intuición, creyendo que son detalles menores o parte de la dinámica natural de las relaciones. No obstante, prestar atención a estas señales desde un principio puede marcar la diferencia entre una relación que nutre y una que daña.

¿Por qué es importante prestar atención a estas señales?

Prestar atención a las red flags es esencial para proteger nuestra salud emocional y psicológica. Si no somos conscientes de estas señales, podemos terminar en relaciones que deterioran nuestra autoestima y nos hacen sentir atrapados o incomprendidos. Además, muchas veces las red flags son el preludio de situaciones más graves, como el abuso psicológico o físico. Detectarlas a tiempo puede prevenir que la relación se convierta en un ambiente tóxico y permitir que las personas involucradas tomen decisiones más saludables, ya sea estableciendo límites, buscando apoyo o, en los casos más graves, poniendo fin a la relación.

En las relaciones LGTBIQ+, es importante estar aún más alerta, ya que, debido a los contextos sociales y culturales, algunas señales pueden confundirse con dinámicas propias del colectivo, cuando en realidad pueden estar relacionadas con comportamientos dañinos. La importancia de visibilizar y prestar atención a las red flags no solo radica en la salud emocional de cada persona, sino también en la creación de relaciones equitativas, respetuosas y basadas en el consentimiento mutuo.

La particularidad de determinadas red flags en el colectivo LGTBIQ+

Si bien muchas red flags son comunes a todas las relaciones, las personas del colectivo LGTBIQ+ pueden enfrentarse a situaciones particulares debido a la discriminación y la marginalización que han experimentado a lo largo de sus vidas. Algunas de estas dinámicas pueden estar relacionadas con la homofobia interiorizada, la presión social para cumplir con roles de género tradicionales o la invisibilización de las relaciones no heteronormativas. Es importante tener en cuenta estas particularidades a la hora de identificar red flags en relaciones dentro del colectivo.

Por ejemplo, una red flag en una relación LGTBIQ+ podría estar relacionada con la negativa de una de las personas a ser abierta sobre su orientación o identidad de género, lo que podría derivar en situaciones de ocultamiento, secretos y, en última instancia, una falta de autenticidad en la relación. Otra señal podría surgir de actitudes discriminatorias hacia otras personas dentro del mismo colectivo, lo que refleja un conflicto interno no resuelto y puede generar dinámicas de poder perjudiciales dentro de la pareja.

Además, debido a los prejuicios y la estigmatización que todavía existen, algunas personas del colectivo pueden desarrollar patrones de codependencia, creyendo que, debido a su identidad, es más difícil encontrar una pareja que las acepte. Esto puede hacer que ignoren señales de alerta y permanezcan en relaciones dañinas por temor a la soledad o al rechazo social.

Las siete red flags en cualquier relación LGTBIQ+

En el ámbito de las relaciones, es esencial identificar aquellas señales que pueden indicar que una relación no es saludable. Este tipo de señales, conocidas comúnmente como “red flags” o banderas rojas, son comportamientos o actitudes que, si se mantienen en el tiempo, pueden perjudicar el bienestar emocional, mental y físico de las personas involucradas. En el colectivo LGTBIQ+, algunas de estas señales pueden tener particularidades específicas, debido a las experiencias y retos que las personas de este colectivo enfrentan en la sociedad.

Estas son las siete red flags en cualquier relación LGTBIQ+:

1. Falta de respeto por la identidad de género u orientación sexual de la otra persona

Una de las señales más preocupantes en cualquier relación del colectivo es la falta de respeto por la identidad de género u orientación sexual de la pareja. Comentarios despectivos, rechazo a usar los pronombres correctos o invalidar las experiencias personales de la otra persona son claros indicadores de una relación que no está basada en el respeto mutuo.

2. Secretismo o deseo de ocultar la relación

Si bien cada persona tiene derecho a gestionar su vida privada como mejor le parezca, cuando el secretismo sobre la relación proviene de una presión constante por ocultarla o negar su existencia, puede ser una señal de que la relación no es saludable. Este tipo de dinámica puede generar inseguridad y falta de confianza en la pareja, y suele estar vinculada a la homofobia interiorizada.

3. Celos extremos o control sobre con quién interactúa la otra persona

Los celos son una emoción natural, pero cuando se convierten en una herramienta para controlar o aislar a la pareja, se transforman en una red flag. Exigir saber en todo momento dónde está la otra persona, con quién habla o qué hace en sus redes sociales son comportamientos que denotan inseguridad y una falta de confianza en la relación.

4. Manipulación emocional o chantaje

La manipulación emocional puede ser difícil de detectar, ya que a menudo se presenta de manera sutil. Frases como “si me dejas, no podré ser feliz” o “nadie más te va a querer como yo” son ejemplos de chantaje emocional. Este tipo de comportamientos crean una relación de dependencia y poder desigual, que puede ser muy dañina para la autoestima.

5. Desvalorización o burla hacia la otra persona o su entorno

Descalificar las opiniones, emociones o experiencias de la pareja es una señal clara de que no se está respetando su valor como persona. Esto puede incluir desde comentarios aparentemente inofensivos hasta burlas directas que minan la confianza y el bienestar emocional de la otra persona.

6. Inconsistencia en el compromiso o falta de claridad en los límites de la relación

La falta de claridad sobre el tipo de relación que se está construyendo es otra señal importante. Cuando una de las personas se muestra evasiva al hablar sobre el futuro o sobre sus expectativas, puede estar evitando comprometerse de manera genuina. Esto genera confusión y malestar en la otra persona, quien puede sentirse insegura sobre dónde está parada en la relación.

7. Presión para realizar actividades o tomar decisiones sin consentimiento claro

Cualquier tipo de presión, ya sea para realizar actividades sexuales o tomar decisiones importantes, es una red flag que no debe pasarse por alto. En una relación saludable, las decisiones se toman de manera consensuada y respetuosa, sin presionar o forzar a la otra persona a hacer algo con lo que no se siente cómoda.

Las relaciones saludables, sean del tipo que sean, requieren de respeto, comunicación y apoyo mutuo. Identificar las red flags es un primer paso para evitar relaciones tóxicas y construir vínculos que realmente enriquezcan a ambas personas.

* Ángel Rull, psicólogo.