SanaMente, en el XXVII Congreso Nacional de Psiquiatría

Los psiquiatras avalan que la ley de eutanasia incluya el sufrimiento psíquico y piden detallar sus criterios

Las psiquiatras denuncian falta de diagnósticos y tratamientos adecuados para las mujeres

Proponen estándares de actuación de las comisiones evaluadoras que deciden ante cada petición

Según los datos del 2023, en Catalunya se rechazaron tres de las seis peticiones de origen psiquiátrico

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Fidel Masreal

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Dos de los mayores expertos del Estado en cuanto a la aplicación ética y legal de la ley de eutanasia, José Antonio Seoane y Blanca Morera -catedrático de Filosofía del Derecho y miembro del Comité de Bioética, y presidenta de la Sociedad Española de Psiquiatría Legal, respectivamente- han defendido la aplicación de la norma ante sufrimientos psíquicos. Lo han hecho en el congreso que reúne a 1.700 profesionales del sector en San Sebastián. Ambos han asegurado que la ley de eutanasia, vigente desde hace tres años, es la más garantista de las existentes y han animado, en especial Morera, a precisar los criterios de aplicación. Los dos han reivindicado que se trate en plano de igualdad y no discriminación al sufrimiento psiquiátrico respecto al físico.

Según los datos provisionales del 2023, en Catalunya hubo seis peticiones relacionadas con padecimiento mental, de las que se aceptaron tres. En Euskadi la comisión rechazó las tres que se formularon. En global, el año pasado en toda España se elevaron 727 solicitudes de las que se aceptaron 323.

Reclaman no discriminar sistemáticamente los casos de padecimiento mental y examinarlos con cautela 

Morera ha pedido precisar cuestiones clave: cómo evaluar si quien solicita la eutanasia está en plena capacidad para ello. Pero ello no ha de llevar a cuestionar la capacidad de los profesionales que intervienen en la decisión (tanto el médico y el equipo de apoyo como la comisión de evaluación formada por expertos como ella). "Si yo no soy capaz de valorar en la mayor parte de los pacientes el pronóstico de la enfermedad, tras años de experiencia, me tengo que ir a casa ya directamente", ha afirmado.

Blanca Morera Pérez, presidenta de la Sociedad Española de Psiquiatría Legal.

Blanca Morera Pérez, presidenta de la Sociedad Española de Psiquiatría Legal. / Fidel Masreal

Por una "evaluación cuidadosa"

Morera ha pedido "cautela y evaluación cuidadosa" a la hora de examinar cada petición de eutanasia. "Sería conveniente desarrollar estándares de actuación respecto a los grandes problemas que se plantean, sobre los criterios de irreversibilidad, de evaluación del suicidio y de la capacidad y vulnerabilidad" de los solicitantes, ha descrito.

Sería conveniente desarrollar estándares sobre los criterios de irreversibilidad, de la capacidad y vulnerabilidad

Blanca Morera

— Presidenta de la Sociedad Española de Psiquiatría Legal

La psiquiatra se ha rebelado contra la discriminación de los factores psíquicos respecto a los físicos, en la motivación de una petición de eutanasia: "Volvemos a la dicotomía mente-cuerpo. ¿Los trastornos orgánicos son medibles y los mentales no? Me niego".

Y en ese punto ha reivindicado la experiencia de los psiquiatras para distinguir un caso realmente imposibilitante de las ideas suicidas puntuales de los pacientes con un trastorno mental. "Cuando un paciente tiene ideas de suicidio y está activamente enfermo, no puedo orientarlo a la eutanasia -ha descrito-, sino que lo intento remontar; pero hay un punto donde algunos, muy pocos, un número estadísticamente despreciable, que han llegado a iniciar la prestación y entonces se inicia una evaluación, y lo que seguramente nos está diciendo esa persona no solo es que no quiere vivir así, sino que quiere morir".

La experta y también Seoane (ambos forman parte del grupo de expertos que forman las comisiones de garantías y evaluación de las peticiones de eutanasia en Euskadi y Galicia, respectivamente) han argumentado que el sufrimiento psíquico, si cumple los criterios de la ley, y debe acreditarse -como en los dolores físicos- que genera un padecimiento grave, crónico, imposibilitante, intolerable. Por tanto, "no se debe excluir de forma generalizada ni a priori de la ley a personas con trastornos mentales" si cumplen estos requisitos, ha aseverado el catedrático.

José Antonio Seoane, catedrátido de filosofía del Derecho.

José Antonio Seoane, catedrátido de filosofía del Derecho. / Fidel Masreal

Mejorar protocolos

Sí que Morera ha anunciado que se está trabajando para detallar más el protocolo de buenas prácticas que determina todos los pasos médicos a dar desde que llega una solicitud. "El protocolo es insuficiente, el Ministerio ha empezado a trabajar en un anexo, debemos ser capaces de poner más enjundia, rapidez y sentido en cosas de nuestra propia disciplina", ha explicado. La Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental ha precisado en una nota reciente que los expertos que evalúen cada caso han de detectar si la voluntad de morir obedece a un trastorno susceptible de mejora, preguntarse si se han agotado todos los recursos biológicos, psicológicos y sociales y si la persona tiene capacidad para dar el consentimiento con todas las garantías.

La experta ha criticado contundentemente a la Organización Médica Colegial española que elevó un comunicado interno pidiendo a los médicos que "no deben colaborar" en la muerte del paciente. "Es una situación anómala y deontológicamente reprochable, y que conste mi protesta porque la organización no ha sido capaz de recoger el sentir de muchos médicos", ha denunciado.

No excluir a los trastornos

Seoane ha reclamado superar la visión paternalista de los médicos sobre los pacientes porque es "éticamente incorrecta" y ha reiterado que la ley ha pasado el filtro del Tribunal Constitucional aunque este, en su resolución, generase una controversia al excluir en su articulado cuestiones de aplicación relativas a "la depresión".

Se legaliza una opción, que se utiliza muy poco y tiene requisitos tan exigentes que la mitad de los casos son excluidos

José Antonio Seoane

— Catedrático de Filosofía del Derecho

Para este experto, la ley no es la legalización de un fracaso médico ante pacientes psíquicos, sino "la legalización de una opción, y de una opción que tiene características de excepcionalidad, porque se utiliza muy poco y tiene requisitos tan exigentes que muchas personas, aproximadamente la mitad, incluso pretendiéndola han sido excluidas. La ley ofrece una opción más dentro de la gestión autónoma del final de la vida".