Letras con emoción

Sobre Han Kang: el libro-herida

La Academia sueca apuesta por textos donde explicarnos a nosotros mismos procesos mentales que sufrimos

El libro-herida ayudará a cicatrizar. Lean, sufran, cicatricen, aprendan y háblense sin miedo

Han Kang, en una foto promocional. /

Han Kang, en una foto promocional. / / PENGUIN RANDOM HOUSE

Xavier Vidal

Xavier Vidal

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A estas alturas un artículo sobre Han Kang, la Premio Nobel de Literatura 2024, no tiene sentido si nos dedicamos a desmenuzar su obra o a explorar entre los diferentes temas que aborda con una crudeza descarnada y a la vez con una lenguaje sencillo – que no simple – que aún deja más descolocado a quien la lee.

Pongamos solo como ejemplo el inicio de su obra más conocida, La vegetariana:

"Antes de que mi mujer se hiciera vegetariana, nunca pensé que fuera una persona especial. Para ser franco, ni siquiera me atrajo cuando la vi por primera vez … Se acercó a la mesa en la que yo estaba sentado con pasos que no eran ni rápidos ni lentos, ni enérgicos ni débiles. Si me casé con ella fue porque, así como no parecía tener ningún atractivo especial, tampoco parecía tener ningún defecto en particular".

Lo que más sigue sorprendiéndome cuando se ofrece un libro como los de Kang es el rechazo por temor a salir herido

Con este inicio, Han Kang reduce a la nada a la mujer del protagonista que toma la decisión – cosa que altera esa pequeñez: toma una decisión – y por tanto todos los equilibrios que el marido le reclamaba sin una pizca de amor, ni tan solo cariño. La novela irá tomando un cariz cada vez más onírico y de allí irán destilándose temas que parecen sugerir la ecoansiedad cuando no hablaba nadie de ella.

Que la obra de Han Kang no invita a fiestas ni algarabía lo demuestran también sus otras obras traducidas al castellano y catalán: 'Blanco' (el color del duelo en Asia), 'Actos humanos' (su obra más política a partir de unas manifestaciones en Corea en 1980) o 'La clase de griego' (su primera obra pero la que más tarde se ha traducido con un personaje que no puede hablar y su profesor que se está quedando ciego).

Llegados a este punto me dirán que había anunciado que no hablaría de Han Kang y su obra pero no he logrado abstraerme de ella en este largo preludio. Bien, al quite. Leí 'La vegetariana' de Han Kang en 2017 – creo- gracias a la gran labor de la editora de Rata, Iolanda Batallé y seguí leyéndola gracias a la continuidad de Francesc Orteu al frente de la editorial. (Desde aquí uno solo puede hacer un llamamiento a mantener activa Rata Books que en su corta vida y en su breve catálogo cuenta con dos Nobel en su haber: Han Kang y Olga Tocarczuk).

 Quedé absolutamente atrapado en las redes literarias de Kang e intenté trasladar esa telaraña a decenas de lectores y lectoras que acudían a la búsqueda de algún libro interesantes. Tanto fue el éxito que 'La vegetariana' ganó la primera edición del Premio Nollegiu que otorgan por voto popular los lectores de la librería.

¿Qué buscamos en un libro?

Pero lo que más sigue sorprendiéndome cuando se ofrece un libro como los de Kang, los de Fosse, Handke, Tokarczuk o la de tantos otros Premios Nobel es el rechazo por temor a salir herido. Efectivamente, cada uno busca en la lectura cosas diferentes: entretenimiento, conocimiento, sanación… y no hay duda que la lectura demanda un estado de ánimo. A veces uno quiere sencillamente pasar el rato, devorar un libro que le cuenten una historia. A veces queremos aprender sobre alguna cuestión determinada. Y a veces buscar en las heridas de los personajes explicaciones que puedan sanar nuestro estado de ánimo sacudido por alguna cuestión externa que no sabemos de qué manera nos está golpeando. Rechazar un libro por temor a qué nos hiera vendría a ser como no salir de casa por temor a que nos caiga una maceta en la cabeza desde algún balcón. 

Los libros-herida son lo contrario de los libros de autoayuda

Está claro que la Academia sueca apuesta habitualmente por buscar libros-herida. Es en ellos donde podemos explicarnos a nosotros mismos procesos mentales que sufrimos bien sin saberlo, bien sabiéndolo y huyendo que vendría ser la peor de las soluciones. Los libros-herida son lo contrario de los libros de autoayuda. En ellos no van a encontrar ninguna solución, les parecerá que les está haciendo daño y al final de su lectura, después de unos días, hallarán una conversación con ustedes mismos que no habían tenido nunca. El libro-herida ayudará a cicatrizar. Lean, sufran, cicatricen, aprendan y háblense sin miedo.

Xavier Vidal, librero de las Nollegiu y periodista.