EL RETO DE LOS SMARTPHONES
"Necesitamos un acto de rebeldía conjunta contra los móviles"
"Debemos educar en valentía, vivir en valentía"

El psicólogo clínico Francisco Villar, director del Programa de Atención a la Conducta Suicida de Sant Joan de Déu y autor del libro 'Cómo las pantallas devoran a nuesros hijos' / Elisenda Pons


Fidel Masreal
Fidel MasrealPeriodista
Licenciado en Ciències de la Comunicació por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), curso de periodismo jurídico-político por la UAM - El País, ha ejercido como periodista político en Onda Cero, diari Menorca, Ràdio Barcelona (cadena SER) -donde fue jefe de la sección de Política- y Els Matins de TV3. Desde septiembre del 2008 es redactor en El Periódico, primero como cronista parlamentario en Madrid y en la actualidad especializado política catalana. Autor de "Conviure amb la depressió" (Mina, Eniclopèdia Catalana, 2007), "Game Over: els partits polítics, corrupció i vicis del sistema" (La Mansarda, 2013), "Cuentos Ex" (Magma Editorial, 2019) y "Contes del procés" (Magma, 2019). Colabora como analista en TVE, Catalunya Ràdio, SER Catalunya y RAC-1, entre otros.
Uno de los psicólogos de referencia en el movimiento más crítico con el uso de los móviles es Francisco Villar, psicólogo clínico, coordinador del programa de atención a la conducta suicida de la infancia y la adolescencia del Hospital Sant Joan de Déu y autor del libro "Morir antes del suicidio" y "Cómo las pantallas devoran a nuestros hijos". Villar reclama una rebeldía compartida para no sucumbir a la hora de comprar el móvil a un adolescente porque todos sus amigos tienen uno.
"Yo lo que digo a las familias respecto al uso del móvil de sus hijos es que debemos educar en valentía, vivir con valentía. Cuando decidimos que no tengan móvil no les estamos sacando nada, les estamos dando vida. Y mejorando su capacidad de vincularse. Es la mejor manera de prevenir el suicidio.
Y no podemos asumir como un hecho descriptivo que los jóvenes, dado que leen menos, tienen que hacer lecturas escolares más sencillas, o que debido a las pantallas tendrán más miopía.
Cuando decidimos que no tengan móvil no les estamos sacando nada, les estamos dando vida
Debemos regalarles vida, y eso es tiempo que llenarán en su aprendizaje, sí. Por tanto, hay que retrasar el acceso al móvil de nuestros hijos, sí. Porque hemos constatado, además, que cuando por circunstancias como una excursión de cinco días en un casal están sin pantallas se generan resultados como que aprenden a identificar mejor las reacciones de los demás.
Por tanto, a las familias que digan que han entregado el móvil a sus hijos muy pronto y se sienten culpables, les diría "si os sentís culpables, os jodéis". Debemos proteger a los pequeños. Valentía significa esto: los protejo, y me da igual si los demás alumnos o amigos suyos ya tienen móvil. Es como aquello de que si tu amigo se tira por la ventana, ¿tú harás lo mismo?
En Galicia se ha aplicado la prohibición y los resultados académicos han mejorado y se han reducido los conflictos. Por todo ello, necesitamos un acto de rebeldía conjunta. El mercado nos está sometiendo. Vale la pena hacer este acto de rebeldía, es su presente y nuestro futuro.
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