¿Merezco algo mejor?

Como dijo Alejandra Pizarnik, “mi persona está herida, mi primera persona del singular”. Creo que esta frase describe muy bien lo que sentimos los que nos atrevemos a soñar, a crecer y a experimentar. Y no tiene por qué ser malo. Las heridas se curan y, aunque luego quede una cicatriz, cada vez que la mires té darás cuenta de las guerras que has luchado. Todas ganadas porque hoy estás aquí.

Té darás cuenta de que puedes, de que si vuelve a haber algún obstáculo lo saltarás, lo lucharás. Todo esto es bonito, esperanzador. Pero mi mente curiosa, e incluso me atrevería a decir filosófica, se hace varias preguntas: ¿Y si la herida está en una parte que no puedes curar con yodo o una tirita? ¿Y si ya te da igual?... Y un montón de “Y si...” más con los que podría llenar cientos de páginas.

Esto es lo que más ronda mi cabeza últimamente: ¿Cómo curas una herida invisible? ¿Cómo sabes dónde está? ¿Por dónde empiezas a buscar? ¿Dónde está el dolor? ¿Y si te duele todo? ¿Y si ya no té duele nada y lo único que queda en ti es indiferencia? Quien consiga las respuestas a todas estas preguntas mejor que no me las diga.

¿Cómo curas una herida invisible? ¿Cómo sabes dónde está?

Ya soy inmune al dolor, incluso me gusta, incluso lo busco porque es con lo único que he aprendido a vivir. He encontrado un pequeño hogar en él. Pero no quiero pensarlo mucho porque vivo en un constante “fingir hasta que se haga realidad”, si no miras no está, ¿no?. Estoy en una película y tengo que interpretar bien mi personaje. El supuesto protagonista que siempre se queda en segundo plano.

Ya soy inmune al dolor, incluso me gusta, incluso lo busco porque es con lo único que he aprendido a vivir

Me dicen que merezco algo mejor que todo esto. Que soy una persona que merece muchas cosas. Cosas buenas, claro. Me dicen que tengo que encontrar el porqué merezco algo mejor y que el resto vendrá solo. Pero esta pregunta se va a quedar en mi vida por muchos años y creo que mucha gente debería replanteársela. Y no sé si ayudará, no sé si el resto viene solo, o si té querrás al final del viaje.

Pero, la verdad, no tengo nada que perder, así que lo intentaré. ¿Por qué merezco algo mejor?