Psicología

Estrés navideño: cuatro maneras de mantener la calma

Las fiestas y su gestión pueden producirnos ansiedad

Un hombre estresado en Navidad

Un hombre estresado en Navidad / 123RF

Ángel Rull

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Cuando llega la temporada navideña también se acerca con ella la promesa de festividades llenas de alegría y felicidad. Sin embargo, para muchas personas, esta época del año puede ser todo un reto emocional que conlleva estrés, ansiedad y agotamiento. El llamado "estrés navideño" es una realidad para muchas personas, y entenderlo es el primer paso para enfrentarlo de manera efectiva.

¿Qué es el estrés navideño?

El estrés navideño se refiere a la presión emocional y psicológica que algunas personas experimentan durante las festividades. Aunque la Navidad y el Año Nuevo suelen ser momentos de unión familiar y celebración, también pueden traer consigo una serie de factores desencadenantes que contribuyen al estrés. Estos factores pueden incluir las expectativas sociales, las tensiones familiares, las compras frenéticas, las reuniones sociales y la sensación de tener que cumplir con una larga lista de responsabilidades.

El estrés navideño es un fenómeno común y se manifiesta de diversas formas. Puede incluir síntomas como insomnio, irritabilidad, fatiga, cambios en el apetito y, en algunos casos, ataques de pánico. Es importante comprender que el estrés navideño no discrimina; afecta a personas de todas las edades y géneros. Para abordarlo eficazmente, es esencial identificar sus causas y adoptar estrategias para mitigarlo.

¿Por qué nos estresamos en estas fechas?

El estrés navideño surge debido a una serie de desencadenantes emocionales y sociales que se vuelven prominentes durante la temporada festiva. A medida que nos acercamos a las celebraciones navideñas, es esencial comprender las razones detrás de este estrés.

Pero ¿cuáles son las principales razones del estrés navideño?

  • Expectativas sociales: las festividades navideñas a menudo vienen acompañadas de expectativas sociales que pueden ser abrumadoras. Sentimos la presión de ofrecer regalos perfectos, organizar cenas impecables y mantener una fachada de alegría constante. Las redes sociales y los medios de comunicación tienden a exagerar estas expectativas, mostrando imágenes de celebridades y familias aparentemente perfectas, lo que puede aumentar la sensación de insuficiencia y presión para alcanzar esos estándares irreales. En lugar de disfrutar de las festividades, nos preocupamos por cumplir con estas expectativas autoimpuestas.
  • Presiones financieras: la Navidad puede ser un período costoso. La compra de regalos, decoraciones y alimentos puede ejercer una presión financiera significativa sobre las personas. El miedo a endeudarse o no poder brindar los regalos deseados a nuestros seres queridos puede generar estrés y ansiedad. En lugar de centrarnos en el espíritu de dar y la celebración, nos preocupamos por los gastos y las deudas que pueden acumularse durante esta temporada.
  • Reuniones familiares: aunque las reuniones familiares pueden ser una parte entrañable de la Navidad, también pueden ser una fuente importante de estrés. Las dinámicas familiares complicadas o las tensiones no resueltas a menudo emergen durante las festividades. La presión de actuar como una familia feliz y armoniosa puede ser especialmente complejo si existen conflictos subyacentes. Además, la comparación con otros miembros de la familia o la sensación de que no se cumplen las expectativas familiares pueden contribuir al estrés.
  • Falta de tiempo: la temporada navideña a menudo implica una agenda apretada, con muchas actividades y responsabilidades. La falta de tiempo para relajarse y recargar energías puede aumentar el estrés. La sensación de que el tiempo pasa volando durante las festividades puede generar ansiedad y la sensación de que no estamos aprovechando al máximo esta época especial del año. La sensación de estar constantemente ocupados puede hacer que nos sintamos agotados y, en última instancia, afectar nuestra capacidad para disfrutar de las festividades.

Pasar del estrés a la calma

La transición del estrés a la calma es un objetivo fundamental durante la temporada navideña. En medio de las festividades y las presiones que conlleva, encontrar la serenidad es esencial para disfrutar plenamente de este período especial del año.

¿Qué podemos hacer para manejar el estrés y encontrar la calma durante las navidades?

1. Establecer límites claros

Una forma efectiva de reducir el estrés navideño es aprender a establecer límites claros. Es fundamental aprender a decir "no" de manera asertiva cuando te sientes abrumada. Establece límites en cuanto a tus compromisos y responsabilidades durante las festividades. No te sientas obligado a aceptar todas las invitaciones o asumir todas las tareas. Prioriza tu bienestar emocional y mental. Comunicar tus límites de manera respetuosa a amigos y familiares puede ayudar a evitar malentendidos y reducir la presión que sientes.

2. Planificación y presupuesto

La planificación cuidadosa es clave para evitar el estrés financiero durante la temporada navideña. Elabora un plan financiero realista que se adapte a tus posibilidades económicas. Establece un presupuesto específico para los regalos, las decoraciones y la comida, y adhiérete a él. La planificación te ayudará a evitar la ansiedad relacionada con el gasto excesivo. Además, hacer una lista de compras detallada y aprovechar descuentos y ofertas especiales puede ser una forma efectiva de reducir los costos y mantener tus finanzas bajo control.

3. Mantén expectativas realistas

Para aliviar el estrés navideño, es importante mantener expectativas realistas. Acepta que no todas las reuniones serán perfectas y que no todos los regalos serán exactamente lo que esperabas. En lugar de buscar la perfección, enfócate en la conexión emocional y el significado detrás de las festividades. Practica la gratitud y valora el tiempo que pasas con tus seres queridos por encima de las expectativas externas. Recuerda que el espíritu navideño reside en el amor y la compañía, no en la perfección material.

4. Autocuidado

El autocuidado es esencial para mantener la calma durante las festividades. Dedica tiempo para cuidar de ti misma. Practica técnicas de relajación, como la meditación o la respiración profunda, para reducir el estrés. El ejercicio físico regular también puede ayudarte a liberar tensiones y mejorar tu estado de ánimo. Mantén una alimentación equilibrada y asegúrate de dormir lo suficiente. Además, considera la posibilidad de crear momentos de soledad y reflexión para recargar tus energías emocionales. El autocuidado te ayudará a mantener un equilibrio emocional y afrontar mejor los desafíos de la temporada navideña.

El estrés navideño es una realidad para muchas personas, pero con una planificación cuidadosa y la adopción de estrategias de afrontamiento, es posible reducir su impacto en nuestra salud mental y emocional. Al establecer límites, gestionar las expectativas, cuidar de uno mismo y planificar con antelación, puedes disfrutar de la temporada navideña de manera más serena y significativa. Recuerda que el verdadero espíritu de la Navidad reside en la conexión con los seres queridos y el amor compartido, más allá de las expectativas y las tensiones.

* Ángel Rull, psicólogo.