PSICOLOGÍA

Cómo desbloquearte en momentos de crisis

El pensamiento acelerado es incapaz de encontrar soluciones

Hombre frente al ordenador

Hombre frente al ordenador / periodico

Ángel Rull

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Cuando nos encontramos en momentos de crisis, nuestro cerebro se desborda por la novedad de los acontecimientos y la creencia, a menudo falsa, de que no podemos hacer frente a lo que está pasando. Lejos de lo que pueda parecer, que ante las peores situaciones es cuando sacamos lo mejor de nosotros mismos, somos incapaces de reaccionar y de actuar. Esta situación se conoce como bloqueo, aparece ante agresiones, injusticias, cambios vitales importantes o la pérdida de seres queridos. Nos cuesta salir de ahí y nuestra rutina habitual se ve alterada.

Cuando nos afecta una crisis durante un periodo de tiempo elevado y no somos capaces de seguir el día a día, buscamos ayuda, en muchos casos psicológica. Esto se debe a que el bloqueo se vuelve crónico y necesitamos, en primer lugar, desbloquearnos y, en segundo lugar, adquirir nuevas habilidades para gestionarlo. Sin embargo, si ya contamos con las herramientas previas de desbloqueo ante la crisis, actuaremos desde casi el primer momento y podremos, no solo no salir perjudicados, sino que, además, nos fortalecerá y creceremos.

Salir

Tanto si lo que nos está pasando es muy impactante como si nunca antes nos había ocurrido, nuestra mente se verá totalmente desbordada. Creerá que no tiene la información necesaria para salir de ahí. Aparecerá tristeza y sensación de pérdida, el miedo ante la amenaza, incluso la rabia al creer que no lo merecemos. Este conjunto de emociones negativas acaba empeorando la situación. Ante todo esto, no actuaremos y nos quedaremos paralizados.

Para poder actuar en momentos de crisis, necesitamos, sobre todo, desbloquearnos. Con las siguientes pautas podrás hacerlo:

1. Vuelta a la calma

Lo primero que debemos hacer, es bajar la activación de nuestro cuerpo. Para ello, cualquier tipo de técnica de relajación que hayamos probado antes y nos funcione puede servirnos. Desde la respiración diafragmática hasta las meditaciones guiadas o el ejercicio físico de alta intensidad. Si el cuerpo está tenso o demasiado activo, no lograremos pensar con claridad.

2. Pensamiento tranquilo

El cuerpo no es lo único que se acelera. Nuestros pensamientos pueden llevar un ritmo frenético. Esto solo nos perjudicará, ya que pueden aparecer, incluso, pensamientos obsesivos y circulares sobre un mismo tema. Para ello, podemos usar una técnica distractora. Escogemos un número de tres cifras muy elevado, como el 875, y empezamos a restar de tres en tres. Eso generará atención ante un único estímulo, bajando nuestros pensamientos.

3. Ocio

Nuestra cabeza también tiene que salir de la zona donde nos estamos bloqueando. Para ello, el ocio es una buena opción. Una cena con amigos o ir a hacer ejercicio al aire libre puede ayudarnos. Y siempre será mejor un plan en el que nos podamos mantener ocupados.

4. Rutina

El cerebro necesita sentir que aún tiene el control. Para ello, mantener el cuidado mínimo, preocuparse por la ropa o el deporte y cuidar lo que se come es fundamental. Si mantenemos ciertas cosas de nuestra rutina cotidiana, el cerebro bajará la guardia y estará tranquilo.

5. Emoción correcta

Colocar la emoción adecuada ante la situación oportuna nos ayudará mejor a resolver la crisis. ¿Ha habido una pérdida? Entonces toca tristeza. Si lo que prevemos es una amenaza, lo gestionaremos desde la base del miedo. Y, por el contrario, si hemos sufrido una agresión o una injusticia, la rabia nos ayudará a restaurar el equilibrio.

Las crisis ponen a prueba nuestros recursos emocionales, nos hacen practicar las herramientas aprendidas a lo largo de los años y acaban generando cambios que nos hacen crecer y desarrollarnos. Sin embargo, si existen momentos de bloqueo, este desarrollo y este crecimiento no podrá llegar.

Ángel Rull, psicólogo.