PSICOLOGÍA

Propósitos postvacaciones: cómo conseguirlos

La vuelta a la rutina viene cargada de nuevas metas a alcanzar

Un escritorio

Un escritorio / periodico

Ángel Rull

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Tendemos a asociar el nuevo año con marcarnos objetivos y escribir deseos. Dejar de fumar, apuntarse al gimnasio o mejorar el inglés están entre los más típicos. También queremos viajar más, fortalecer nuestra autoestima o encontrar pareja. Con la llegada de las vacaciones de verano, tenemos más tiempo para descansar y reflexionar sobre todo el recorrido que hemos andado de enero a esta parte. Es aquí donde evaluamos los propósitos marcados el 31 de diciembre y hacemos balance de si los hemos alcanzado o no.

Con la vuelta a la rutina, somos más conscientes de cómo hemos estado trabajando los meses anteriores con nosotros mismos. Si se cumplieron los deseos, es hora de hacer unos nuevos, y si no los logramos, hay que reenfocar la situación y ponernos de nuevo manos a la obra. Nos quedan aún más de tres meses para llegar a la meta.

Reevalúa

Lo que comenzamos en enero vuelve a nosotros tras las vacaciones, al ser conscientes del camino andando. En la rutina habitual de trabajo no tenemos tiempo para pararnos a pensar sobre si estamos haciendo correctamente el paso a paso o si hemos abandonado los propósitos, lo cual aparece de nuevo en nuestra cabeza en la hamaca de la playa. Es ahí donde, por un lado, o sentimos satisfacción o, por el contrario, nos entra la culpa.

Septiembre es un buen momento para volver a colocarnos delante del folio en blanco y valorar qué hemos hecho, qué ha fallado y qué nos queda para culminar lo que nos habíamos propuesto.

Para hacer un buen balance, debemos tener en cuenta las diferentes áreas de nuestra vida, ver cómo estamos de satisfechos, qué propósitos encajaban en ellas y saber hacia dónde queremos ir. La salud y la actividad física, nuestro trabajo y nuestra economía, nuestro ocio, nuestras relaciones personales y familiares y nuestro desarrollo personal son foco imprescindible para mejorar, valorar metas y establecer otras nuevas.

Nuevas metas

La llegada de septiembre es sinónimo de varios lugares comunes para todo el mundo: necesitamos evitar el síndrome postvacacional, volvemos a la rutina y nos marcamos nuevos propósitos. Esto último es lo que mayores problemas puede generarnos si, en primer lugar, no sabemos fijarlos correctamente y si, en segundo lugar, cometemos errores en el plan de acción.

A través de las siguientes pautas sabremos cómo marcar los propósitos postvacaciones para así alcanzarlos:

1. Sé positivo

No se trata de que metamos optimismo a la hora de hacer los objetivos, que también es importante, sino de que los formulemos en positivo. Es decir, "no quiero ser sedentario" o "quiero dejar de fumar" hablarían de hábitos a abandonar, cuando lo correcto es de hablar de hábitos a implementar.

2. Sé claro y conciso

El mayor error que cometemos es dejar ambiguos los objetivos. Cuando queremos adelgazar no especificamos los kilos a perder y si queremos hacer más actividad física, no decimos qué deporte practicar o cuántos días hacerlo. Cambiar la estructura también hará que a final de año podamos valorar mejor los logros.

3. Responsabilidad

Nuestra vida se divide entre todo aquello que depende de nosotros y todo aquello que no, o bien porque sea azar o bien porque dependa de otras personas. Es sobre lo que sí tenemos responsabilidad donde tenemos que focalizar.

4. Factible

Los objetivos tienen que ser realistas en base a nuestras herramientas, el tiempo que tenemos o la motivación para ello. Cinco días por semana para ir al gimnasio cuando no hemos ido nunca no es factible.

Uno de los aspectos que se relacionan con la prevención de la tristeza y la depresión es el sentido vital y la tendencia a marcar metas de una persona. La llegada de septiembre y el final de nuestras vacaciones puede hacer que tengamos emociones negativas con las que lidiar, lo cual será más manejable si tenemos nuevos objetivos que cumplir.

Ángel Rull, psicólogo.