PSICOLOGÍA

¿Por qué se rompen más parejas en vacaciones? Cuatro formas de evitarlo

Tras las vacaciones de verano aumenta significativamente el número de divorcios

Pareja buscando piso

Pareja buscando piso

Ángel Rull

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cuando el verano termina, los despachos de abogado notan un incremento significativo en las demandas de divorcio. Lo que parece afectar a matrimonios también lo hace a las demás parejas. Y es, la época estival ofrece la oportunidad de pasar más tiempo con el otro, pero también de que afloren discusiones o de que nos demos cuenta de que estamos con la persona incorrecta. Es por eso que decidimos romper, independientemente del tiempo que se haya pasado juntos.

Las causas de las rupturas varían en función de cada uno. En algunos casos solo se debe a una necesidad de reajuste con el cambio de estación, más que a una incompatibilidad real. En este punto podemos ver qué hay posibilidades no solo de mantener la relación en vacaciones sino de aprovechar el momento para redescubrirnos y fortalecer los lazos.

Origen

Si una pareja se rompe, cabe pensar que podía existir una problemática previa que haya propiciado el fin. Con el verano, al pasar más tiempo juntos, estos problemas se hacen más visibles y por eso aumenta el número de rupturas y divorcios. Sin embargo, aunque esto abarque un número de persona, no lo haría sobre la totalidad. Ese pasar más tiempo juntos puede ser el único origen que propicie terminar la relación.

Durante el año, el ritmo de trabajo, las obligaciones y la vida social hace que nuestro tiempo disponible sea reducido. Las horas o los días que se pasan con el otro no son tantos y no llega a haber una convivencia amplia. Sin embargo, la época estival revierte esa tendencia: la jornada intensiva y las vacaciones nos obligan a estar más tiempo con el otro sin que sepamos realmente manejarlo. Como el resto de meses no nos vemos tanto creemos que ahora hay una necesidad de compartir más el tiempo, sin dejar espacio para la independencia o el tiempo a solas. No sabemos enfrentarnos de forma asertividad a la nueva situación y acabamos proyectando en el otro la frustración que sentimos. Aumentan las discusiones y las dudas, acabando con una relación que en primavera estaba bien.

Supera el verano

El verano es una época donde tenemos una mayor disponibilidad de tiempo, acompañado del buen clima y el aumento de las horas de luz. Son los meses propicios para disfrutar y compartir. Sin embargo, también vemos cómo aparecen mayores discusiones y rupturas. Cuando la pareja no venía dañada anteriormente, tenemos que buscar formas de que estos conflictos no lleguen a surgir.

¿Cómo podemos evitar la ruptura en vacaciones?

1. Espacio

Debemos saber que todos necesitamos un tiempo disponible para nosotros mismos, el cual varía de unos a otros. Entender este punto y ver las necesidades del otro hace que podamos encontrar un mayor bienestar.

2. Ser más flexibles

En una relación tiene que haber una tendencia al equilibrio, sabiendo que el otro tiene unos gustos y nosotros otros. Eso implica que, en aspectos como los viajes, por ejemplo, habrá que ceder en algunas partes.

3. Crecimiento

El descanso no está reñido con el crecimiento, tanto a nivel personal como de aprendizaje. Para fortalecer vínculos, tanto en pareja como con otras personas, el aprendizaje es de gran ayuda. Un taller o unas clases en la playa pueden ayudarnos a acercarnos más.

4. Viajes

Muchas personas deciden hacer un viaje juntos creyendo que es la solución a los problemas que llevan arrastrando todo el año. Sin embargo, debe ser al revés. Los problemas se solucionarán antes y los viajes serán un espacio de disfrute y desconexión junto al otro.

Independientemente de la época del año en la que nos encontremos, debemos encontrar la seguridad, el apoyo y el cariño en la persona a la que queremos. Esto es especialmente importante en verano, cuanto el tiempo en pareja aumenta y con ello podrían surgir los roces.

Ángel Rull, psicólogo.