PSICOLOGÍA

6 pasos para reforzar la relación con tus amigos

Los vínculos de amistad son inestables y deben ser fortalecidos con el paso del tiempo

Un grupo de menores, con sus teléfonos móviles en Barcelona.

Un grupo de menores, con sus teléfonos móviles en Barcelona. / periodico

Ángel Rull

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La amistad es un tipo de relación donde nos unimos a una o más personas en base a puntos comunes y confianza mutua. Esta relación se inicia en un momento determinado y va pasando por diversas etapas a medida que todas las partes van evolucionando. Experiencias que se suman y que no siempre aportan algo positivo, especialmente cuando hace que la comunicación se debilite y haya peligro de ruptura.

La comunicación periódicamente, el equilibrio, el espacio y la generosidad son requisitos de una buena amistad. Pero estos elementos, que van fluctuando a lo largo del tiempo, deben mantenerse siempre presentes y ser fortalecidos con unos pasos que harán que la amistad crezca y perdure.

Fortalece la relación

El ser humano necesita el círculo social para vivir. En él se apoya, se desarrolla, crece y disfruta. La amistad se consolida como una parte indispensable de la vida de cualquier persona. Sentirnos queridos por alguien nos da satisfacción y refuerza nuestra autoestima. Nos llena de bienestar y optimismo. Además, es un buen respaldo para los momentos difíciles.

Esta relación, por tanto, independientemente del disfrute que conlleva, también debe cuidarse para que crezca y no muera. Un trabajo que no siempre debe ser lineal, pero sí mantenerse con una estabilidad relativa con el paso del tiempo, ya sean meses o años.

A través de los siguientes pasos vamos a poder reforzar la relación con los amigos:

1. Sus problemas son importantes

A lo largo de las semanas, nos acontecen cosas que no siempre son positivas. Cuando alguien se interesa por ello, se fortalece el vínculo basado en la empatía.

No todo lo que les ocurre a los demás, es tan grave como les puede parecer a primera vista. Sin embargo, sí es importante para ellos y debe ser tenido en cuenta.

2. Ábrete

Tenemos miedos, inseguridades y debilidades. Cuando confiamos en alguien y nos permitimos abrirnos, no solo reforzamos la relación, también nos sentimos apoyados y comprendidos. Empezamos a vivir de forma más íntegra y genuina.

3. Potencia lo positivo

Los amigos deben estar en los momentos difíciles, pero ir reforzando el vínculo a través de experiencias positivas que oxigenen todas las partes. Celebrar los cumpleaños y los logros debe ser siempre una obligación. Viajes o excursiones suman también momentos positivos de gran valor.

4. Mantén la comunicación

Con el ritmo de la rutina diaria es normal que no siempre veas a tus amigos como lo hacías en otra época. La vida de cada persona también va evolucionando y va sumando responsabilidades. Aun así, la comunicación puede mantenerse si todas las partes tienen voluntad para ello. En la sociedad de la comunicación en la que vivimos, no hay excusa para no saber semanalmente y de forma rápida cómo está el otro.

5. Aceptación relativa

La amistad surge al encajar partes que no tienen el 100% en común. Esto no tiene por qué ser necesario, siempre y cuando trabajemos desde la aceptación del otro. Cada persona tiene sus luces y sombras que deben ser respetadas. Esta aceptación debe ser siempre relativa: establece unos límites que no hagan que la relación de amistad acabe siendo tóxica.

6. Sé directo

Uno de los problemas más frecuentes que puede surgir en las relaciones de amistad, son los problemas que no se resuelven de forma directa entre las partes implicadas. Los rumores, los cuchicheos y las conversaciones por detrás son un veneno que hay que evitar.

La amistad es fruto de felicidad. Una relación que debe ser cuidada y trabajada con el paso del tiempo. El equilibrio entre las partes es fundamental, pero también la comunicación. Con estas pautas lograremos no solo mantener la relación sino hacer que crezca y salgamos enriquecidos con ello.

Ángel Rull, psicólogo.