PSICOLOGÍA

5 formas de simplificar tu vida y vivir mejor

El exceso nos sobrepasa y acaba consumiendo energía útil

Una pareja adolescente

Una pareja adolescente / periodico

Ángel Rull

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Existe una tendencia generalizada a creer que, si llenamos nuestra vida de trabajos, tareas y planes, podremos vivir una vida con más sentido. De esta forma pensamos que estamos abarcando todo y que, al no perdernos nada, aprovechamos mejor el tiempo. Sin embargo, estamos logrando todo lo contrario.

La vida plena no parte del tengo o hago, sino del cómo disfruto las cosas que hago, independientemente del tamaño de las actividades o del número de eventos a los que asista. Solo con esta concepción, acabamos eliminando aquello que consume nuestra energía y vivimos plenamente todo lo que sí nos interesa.

Consume tu energía

Cuando no fluimos ni podemos gestionar de forma fácil y rápida el día a día es porque tenemos varios aspectos que nos están complicando nuestra vida. En muchos casos, la hemos complicado nosotros, pero también los demás tienen una relativa influencia, que llegado el momento podemos cortar.

¿Qué puede estar consumiendo nuestra energía sin que nos demos cuenta?

  • Exceso de perfección y autoexigencia.
  • No priorizar con las tareas y querer realizarlas todas a la vez.
  • Falta de planificación a medio y largo plazo, sin marcar objetivos vitales.
  • Hábitos de salud negativos.
  • Necesidad de valoración externa a la hora de sentirnos seguros y tomar decisiones.
  • Anticipar problemas o amenazas que realmente no existen o que están muy lejos en el tiempo.

Simplifica tu vida

La forma correcta de sentirnos libres y con energía suficiente para todo lo importante, es reduciendo todo aquello prescindible para nosotros. Esto pasa por simplificar nuestra vida, dejando atrás aquellas cosas que no necesitamos, tanto a nivel material como emocional.

Estas son las 5 formas de simplificar tu vida:

1. Empieza por el miedo

El miedo tiene una única función en nuestra vida: identificar la amenaza real y poner límites que nos den seguridad y nos protejan. Todo lo que ocurre fuera de esto, no es cierto y parte de la inseguridad o las falsas creencias.

¿Lo que te da miedo es real y te está amenazando? Si es así, busca la solución. De lo contrario, debes soltarlo.

2. Vuelve a tus valores

Lo que somos, lo que de verdad nos llena y nos hace disfrutar parte de nuestros valores. Son la brújula que nos indica nuestro camino, independientemente del camino que tengan las demás personas.

A menudo confundimos lo que a otro les llena con lo que creemos que nos llenará a nosotros mismos. Lo perseguimos y cuando lo alcanzamos vemos que estamos vacíos. Por eso, vuelve siempre a tus valores. Ellos te indican el verdadero camino.

3. Vive sin compromisos

Sin contar el trabajo, tenemos la agenda llena de compromisos que no queremos hacer, desde cumpleaños hasta reuniones con familiares. Y no solo consume nuestro tiempo, sino que también es foco de malestar al ser situaciones forzadas en las que no queremos estar.

Vivir más desde el quiero que desde el debo es la mejor forma de simplificar y optimizar el tiempo.

4. Prescinde de lo material

Una forma de alcanzar pequeños momentos de alegría es a través de todo lo material. A corto plazo nos satisface, pero no siempre a largo. Por eso, cuando tengas la necesidad de comprar algo, espera un mes. Si pasados 30 días te sigue apeteciendo con la misma intensidad, llévatelo.

5. Sal de casa y de la oficina

Simplificar también implica ordenar y oxigenar nuestros pensamientos. Para ello rompe cada día el círculo de la rutina. Sal de la oficina unos minutos o pasea antes de llegar a casa. Dejarás de tener la sensación de que todos los días son iguales y podrás liberar mejor tu mente.

Nuestro entorno y todas las cosas que son parte de nuestra rutina, tienen una influencia sobre nuestro estado de ánimo. Gestionarlo, moverlo o eliminarlo es decisión nuestra, pero un paso imprescindible a la hora de simplificar nuestra vida y crecer en felicidad.

Ángel Rull, psicólogo.