5 consejos para estudiar y trabajar al mismo tiempo

Estudiar y trabajar al mismo tiempo es algo muy común a día de hoy. Muchos son los universitarios que deciden lanzarse al mundo laboral para poder pagar la carrera o ir consiguiendo experiencia de cara al futuro. Pero también lo encontramos en personas que después de varios años trabajando, deciden empezar una nueva etapa ampliando conocimientos y con una nueva carrera.

Compaginar la vida familiar y social, con los estudios y el trabajo es complicado. Los días pasan rápido y no parece haber suficientes horas para todas las tareas que queremos hacer. Se puede abandonar el ocio o las rutinas deportivas y llega a tener un impacto negativo a nivel emocional y físico. Por eso, es importante conocer varias pautas para lograr compaginarlo de forma óptima.

Estudia y trabaja

Si decidimos compaginar los estudios con el trabajo, hemos de ser conscientes de que esto requiere un mayor nivel de energía, pero que se puede lograr y superar. Son tareas que tienen altibajos y que haciéndolo bien no tiene por qué limitarnos significativamente.

¿Cómo podemos organizarnos para poder estudiar y trabajar al mismo tiempo?

1. Cada día cuenta

Tenemos una tendencia generalizada a procrastinar y dejar todo para última hora. Esto genera estrés, ansiedad y una razonable sensación de que no contamos ni con los conocimientos ni con las herramientas necesarias para poder hacer frente a todo.

Si dedicamos cada día a alguna tarea de estudio, podremos ir avanzando y no encontrarnos con tener que estudiar dos libros en una semana. Para poder aplicarlo, busca ratos muertos que te ayuden a repasar o avanzar en los trabajos, como viajes en metro y autobús o salas de espera.

2. Lleva un orden

Una de las cosas que más sensación de estrés nos produce es pensar que tenemos listas infinitas de temas pendientes. Esto se reduce si esa lista la ordenamos y agendamos.

Al organizar nuestro tiempo ganamos en sensación de control y seguridad y podremos prever todo lo que necesitamos con fechas fijas en el calendario.

Podemos utilizar apps, agendas o calendarios de pared. Un sinfín de recursos destinados a que en conjunto ganemos en optimización del tiempo y organización de las tareas.

3. Tiempo para ti

Cuando decidimos embarcarnos en el camino de compaginar los estudios con nuestro trabajo, decidimos aparcar por un tiempo todas nuestras necesidades, tanto de ocio como personales. Pensamos que durante todo ese tiempo seremos capaces de solo vivir para el mundo laboral y los libros. Pero en muy poco tiempo nos desgastamos y vemos cómo sube la ansiedad y el estado de ánimo depresivo.

Debes bloquear cada día un tiempo dedicado exclusivamente para ti, donde podrás quedar con los amigos, ir al gimnasio o simplemente desconectar leyendo un libro en una cafetería.

Puede parecer un tiempo perdido, pero te hará descargar tensión y poder enfocarte mejor.

4. Ten claro el objetivo

En muchos momentos nos parece imposible llegar a la meta y tenemos la tentación de abandonar. Es en esos momentos donde es importante que te apoyes en el motivo de estar haciéndolo: desde lograr un ascenso, hasta cambiar de profesión o mudarnos a otra ciudad. Esto será tu brújula y te hará encontrar siempre el camino.

5. Reajusta el calendario

Siempre que tengamos una meta y un objetivo debemos ser conscientes de que los plazos establecidos en un primer momento son cambiantes. Por eso, cada tres meses, debemos hacer un balance de los objetivos logrados y los pendientes. Y, en base a eso, volver a marcar los plazos en el calendario.

Aunque todo pueden parecer malas noticias, la parte positiva es que, a medida que van pasando las semanas, vamos adquiriendo herramientas y habilidades que nos servirán en retos futuros, como una mayor autonomía e independencia, además de una mejor tolerancia al estrés y organización del tiempo. Pero para ello, a través de las siguientes pautas, debemos encarar de la forma correcta esa etapa para salir fortalecidos y enriquecidos.

* Ángel Rull, psicólogo.